JOSÉ
LUIS ÁLVAREZ DELGADO, nació en Santa Cruz de la Palma en el mes de Agosto del
año 1948. Tercer hijo de: Francisco Álvarez Díaz y Eufemia Delgado (mis tíos), Falleció
en la ciudad de la Laguna el día 13 de
Julio del 2019 a los 70 años de edad.
Estudió
en el Instituto de enseñanzas Medias Alonso Pérez Díaz en Santo Domingo, Santa
Cruz de la Palma. Y Arquitecto Técnico en la escuela de arquitectura técnica de
la Laguna.
Arquitecto
Técnico por oposición del Ayuntamiento de Los Silos, trasladando su plaza al
Cabildo Insular de Tenerife, en donde trabajó en el departamento de Patrimonio Histórico.
Desde
pequeño aficionado a coleccionar las anillas de los tabacos palmeros y de
fotografías antiguas. Ya retirado de su profesión se dedicó a coleccionar y
organizar por fechas las Alfombras de la plaza del Ayuntamiento de la Villa de
la Orotava, de donde eran naturales sus padres, solo le faltaron algunas que no
llegó a encontrar.
Contrajo
matrimonio con la lagunera “Ana”, tuvieron tres hijos: Álvaro, Elisa y Luis. Y
dos nietitos.
José
Luis Álvarez Delgado, mi querido primo, desde la infancia que venía a la Villa
de La Orotava, a casa de sus tíos maternos: Chanito y María. Todos los días nos
reencontrábamos para jugar en la plaza de Franchi Alfaro, al futbolín en casa
de don Eustaquio Lima,. Íbamos al Cine y a pasear por nuestra querida Villa.
En su vida
fue muy aficionado a las bandas de música, sobre todo a las militares. Le
encantaban las Fiestas Mayores de la Villa y su arte efímero. Las lustrales de
la isla bonita de la Palma, La Bajada de la Virgen de Las Nieves, en la que
participó en el año 1965 en la escenificación del Minué.
La
semana Santa era una celebración anecdótica y querida, gozó de todas las de
Tenerife, Santa Cruz de La Palma e incluso muchas de la Península, donde le
impresionaba el Cristo de la Buena Muerte de la Legión en Málaga.
Miembro
activo de la esclavitud del Santísimo Cristo de la Laguna, en la que ocupó
cargos importantes en la junta directiva en varias ocasiones.
Primo “JOSÉ
LUIS”, como siempre te llamé, te llamamos. Aunque al final apareció el
nominativo: Bernardo.
Que
estas letras, sirvan de un homenaje eterno a un primo que aprecié, que quería
como un hermano de todo corazón desde la infancia, por su bondad, el saber
estar, y sobre todo por su humanidad.
José
Luis, ahí en ese paraíso eterno de la esperanza y de la misericordia, están tus
padres (mis tíos), Francisco (Pancho) y Eufemia, a lo que quería de mi alma,
además de mis padres: Juan (tu tío Juan) y María del Carmen. Paquito el querido
primo, tu hermano.
Estoy
totalmente impresionado de verte tal como siempre fuiste dentro de la cripta,
siempre te recordaré, siempre.
Aquellos
momentos felices que pasamos juntos en la vida. Que el Cristo de la Laguna y La
Virgen de las Nieves te acompañen en el paraíso de la eternidad.
Un
abrazo primo y hasta siempre.
BRUNO
JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR
MERCANTIL
Muy bonitas palabras, Bruno.
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