El amigo del Puerto de la
Cruz; SALVADOR GARCÍA LLANOS. Remitió entonces (04/07/2019) estas notas y
fotografia que tituló; “PEPÍN, HOMENAJEADO”: “…Han homenajeado a
Ramón Castilla Yanes, Pepín,
trabajador municipal, ya jubilado, vinculado al área de fiestas y servicios (y
a lo que hiciera falta), de quien hemos escrito en varias ocasiones ponderando
su dedicación y su celo, también su singular personalidad.
El hombre lo ha agradecido
(“primera vez desde que me jubilé hace dieciséis años que me invitan a un acto
de fiestas”, llegó a decir), sentado junto a hijas y nietos, ayudándose con un
bastón y con su audífono activado para entender las loas que le dirigieron y la
interpretación de la folía que hizo su amigo, Santiago Melián, para poner
colofón al acto fundiéndose en un abrazo, mientras el lagrimal -al que no pudo
escapar ni Manuel Artiles, el pregonero- se desbordaba en la plaza de la
Iglesia, al pie de la torre de la Peña de Francia, tan bien descrita, por
cierto, por Eduardo Zalba, apenas veinticuatro horas antes en el salón de
plenos del Ayuntamiento.
Pepín Castilla -no faltó no el
sobrenombre Campolimpio-hizo
de todo en un Ayuntamiento en el que vivió el régimen preconstitucional y la
instauración de la democracia. Como que llegó a instalar los paneles donde
pegaban los fotocarteles de los candidatos. Y a confeccionar los decorados del
parque San Francisco, su auténtico centro de opèraciones. Y a rematar carrozas,
junto a Jiménez y maedstro Barroso. Y a organizar las cabalgatas de gigantes y
cabezudos. Y a distribuir al peso las castañas de San Andrés. Y hacer de
taquillero. Y organizar cabalgatas y desfiles.
En cierta ocasión, tras ultimar
los preparativos del coso en Martiánez, pidió a un policía local que le llevara
en moto hasta la tribuna, donde pronunció una célebre frase:
-¡Cierro el circuito!
Hay otra, menos célebre, cuando
una crisis institucional en el Club Deportivo Puerto Cruz que presidía Alberto
Hernández Illada estuvo a punto de producir una incomparecencia en el campo del
San Andrés y la probable pérdida de la categoría. Cuando los ánimos pintaban
peor, Pepín exclamó:
-¡Háganlo municipal!
Vio pasar alcaldes, concejales
y corporaciones. Procuró servir con entrega y denuedo. La fiesta era su vida y
a ella se dedicó sin reservas. Cuando algo se perdía o había una gestión
inconclusa, Pepín lo arreglaba. Para un incendio, un traslado, un certamen, una
escenificación cultural o un acto público, ahí estaba, siempre predispuesto. Su
versatilidad llegó a tal extremo que una vez auxilió al mismísimo director de
decoración de TVE, Paco Bello, a quien facilitó las medidas para el trazado de
los escenarios que lució el parque San Francisco en ocasión de la Muestra
Internacional del Atlántico.
Ayer recibió una afectuosa
prueba de reconocimiento por su dedicación, por su entrega, por su entusiasmo.
Y aunque no le veamos este año al frente de los cargadores de la Virgen del
Carmen ni ordenando su acceso por la orilla del muelle, nos quedaremos siempre
con su actitud tesonera, no exenta de gracejo y emotividad como cuando le pedía
a Los Rumberos -a Monzón, concretamente- “algo especial para el Puerto” y les
hacía entrar a la pasarela del parque desde la calle o como cuando extasiado
veía y sentía los fuegos en honor del 'Viejito'.
Felicitaciones Pepín.…”
BRUNO
JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR
MERCANTIL
No hay comentarios:
Publicar un comentario