El amigo de la infancia
de La Villa de La Orotava; EVARISTO FUENTES MELIÁN, “ESPECTADOR”, remitió
entonces (22/08/2019) estas notas que tituló; “PLAYA, CAMPO Y TURISMO”: “…He dormido, casi mitad y mitad de mi
tiempo de vida, en La Orotava y en el Puerto de la Cruz, La Villa y El Puerto,
en el argot popular. Y conozco el carácter de los vecinos nacidos en ambas
localidades. Referencia especial merece el vecino portuense nacido en La
Ranilla, barrio que fue de pescadores, muy mal atendidos secularmente por los
organismos públicos del ramo, hasta su desaparición como gremio consolidado.
Ahora La Ranilla está habitada por el pueblo llano, y es más contestatario que
el vecino del campo. En el campesino, nunca sabes lo que está
pensando, la bruma y la llovizna lo aplaca, lo acalla, lo atosiga; pero el del
borde del mar tan bravo como el norteño, te llama la atención, no se calla
y te dice en alta voz las verdades por delante. Es mi apreciación
personal.
Había un alto
índice de analfabetismo, y la pobreza se reflejaba en que algunos habían
dormido en su infancia en un colchón en el suelo. Mientras tanto, a poca
distancia, al otro lado de esta pequeña ciudad, estaban ya edificados en
la avenida de Colón y aledaños, los hoteles de lujo con un turismo europeo de
gran calidad.
Aquí, el
contraste fue apabullante desde que llegó el turismo en oleadas al Puerto
de la Cruz, especialmente a lo largo de los años 1958 a 1972. En 1958 ya estaba
instalada la primera piscina y el Lido San Telmo del inolvidable míster
Gilbert; y en 1972 llegó la primera crisis mundial del petróleo, que también
afectó de lleno durante un decenio al sector turístico...”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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