El
amigo del Puerto de la Cruz; SALVADOR GARCÍA LLANOS remitió entonces (27/08/2019)
estas notas que tituló; “VERANO
DEL 62”: “…Agosto de 1962. El Puerto de la Cruz se abría al
turismo. Ya había hoteles. A duras penas resistían las plataneras. La fiebre de
la construcción se desataba. La fisonomía de la ciudad empezaba a cambiar
sustancialmente. Visitantes de postín. Se hablaba de proyectos transformadores.
Ese mes
de hace cincuenta y siete años, siendo alcalde Isidoro Luz Carpenter, registró
la visita de José García Hernández, entonces presidente de la Comisión de
Estudios del Plan y años después ministro de la Gobernación que solía alojarse
durante el paréntesis navideño, junto con otros miembros del gabinete, en el
hotel El Tope, propiedad de Felipe Machado del Hoyo y alcalde de la ciudad
durante varios años. También la de Manuel de la Riva, economista de la
presidencia del Gobierno, y la de Rafael Entrena, catedrático de Derecho
Administrativo por la Universidad de La Laguna y luego, también por oposición,
por la de Barcelona. Los tres formaban parte de la comisión de estudios del
denominado Plan de Desarrollo Económico de Canarias.
El 17 de
agosto fallecía Enrique Talg Schultz, quien dedicó una buena parte de su vida
al impulso turístico del municipio. Estuvo al frente del hotel Taoro y, posteriormente,
de los establecimientos Martiánez y Tigaiga. Nicolás Pestana Sánchez, cronista
oficial de la localidad, refiere en el Libro de Efemérides, “una persona de
reconocido prestigio y arraigo en la ciudad”. Su hijo, Enrique Talg Wyss, era
entonces miembro de la corporación municipal.
Que se
reunía, precisamente, según el citado Libro, el 27 de agosto por la tarde. Acordó
rotular tres vías urbanas del municipio con los nombres de Miguel Primo de
Rivera, Manuel B. Cerviá Cabrera y Enrique Talg Schultz.
Fue
aprobado inicialmente el proyecto de encauzamiento del barranco Martiánez,
“obra de máxima importancia que facilitará la urbanización de aquel
sector", escribe Pestana ,quien, sin embargo, no consigna dato
presupuestario alguno sobre la realización de la actuación.
El
consistorio portuense de entonces aprobó ese día, también de forma inicial, el
proyecto de parcelación de la finca EL Tope.
Es
curioso que el cronista consignara que, una vez terminada la sesión, el alcalde
Luz y los ediles se reunieran con un joven arquitecto alemán, autor de un
proyecto para instalar un bar en la explanada de la playa Martiánez. El proyecto
fue examinado de forma minuciosa y elogiado unánimemente, “tanto por su técnica
como por su originalidad de líneas”. Desde entonces, ya albergaban ideas desde
el Ayuntamiento para remodelar la playa que, en aquel entonces, aún conservaba
los restos de un 'búnker', concebido para la defensa de la zona en caso de un
ataque desde el mar. “La playa pide a gritos -señalaba el cronista- obras de
mejora, acondicionamiento y embellecimiento; con este bar y sus instalaciones
anexas de duchas, casetas de baño, etcétera,, ganarán mucho nuestras playas tan
escasas”.
Así
discurría aquel verano del 62 en el Puerto que el primer día de septiembre recibiría
la visita oficial del ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga
Iribarne., informado directamente por Luz y concejales de los proyectos
orientados a la mejora de una parte del litoral de Martiánez…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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