El amigo del Puerto de la Cruz; SALVADOR GARCÍA LLANOS
remitió entonces (15/10/2019) estas notas que tituló; “FOTO:
SERRANO”:
“…Ha cumplido ochenta y cinco años Enrique Coscollar
Serrano, a quien todos recordamos por su segundo apellido, pues así se movía en
los círculos profesionales y así firmaba sus trabajos: Foto Serrano. Una lesión
ocular no le impide seguir caminando y recorriendo algunas avenidas del Puerto
de la Cruz, donde residió y ejerció profesionalmente durante unos cuantos años.
Era madrileño y vivió en Nueva
York y Buenos Aires, donde colaboró con aquella inolvidable y prestigiosa
publicación deportiva, El Gráfico. Era de los habituales en las convocatorias
de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) y extendió su reporterismo por
varios estadios de aquel país y en la mismísima Casa Rosada. Sabía del
peronismo un rato.
Hasta que llegó a la isla y se
incorporó a Diario de Avisos, desde
que estrenó la sede de Santa Rosalía, 85, en la capital tinerfeña. El fotógrafo
tenía que estar disponible y Serrano trabajó en todos lados: cubrió varios
frentes, aunque el futbolístico y el deportivo era el que más le atraía. Se
hizo habitual del 'Rodríguez López' pero también de los campos regionales,
cuando el fútbol de esta categoría aún atraía y generaba llamativas entradas de
público, algunas apreciables con posterioridad, cuando se creó el grupo canario
de Tercera División. El fotógrafo fue sujeto activo de la apertura de la
delegación del citado periódico en el Puerto de la Cruz, a principios de los
ochenta.
Pero no solo plasmó en sus
objetivos estampas deportivas. Serrano vivió plenos de ayuntamientos,
espectáculos artísticos, romerías, congresos, fiestas, incendios y sucesos.
Cubrió las galas del deporte cuando se hacían en el desaparecido Casino Taoro.
Y las Galas OTA, en la sala 'Andrómeda', del Lago Martiánez. Y la Muestra de la
Canción del Atlántico en el parque San Francisco. Y varias ediciones de FITUR,
en Madrid, a donde acudía bajo su propia organización.
Hay algunas fotos célebres: la
que tomó en la cancha del Rodríguez López, con gesto distendido, a José Ángel
Zalba, quien fuera presidente del Real Zaragoza, semanas antes de presentar su
dimisión. Otra, al agresor del árbitro Carmelo González Vargas en un Toscal-San
Andrés, final del Trofeo Teide en el municipal Los Cuartos. Otra, a Matías
Prats Cañete (padre) en el hotel Maritim, horas antes de una gala del deporte
tinerfeño. Otra, al cantante y compositor Gilbert O'Sullivan, cuando, algo
enojado, terminó su actuación en el parque San Francisco, arrancó unos geranios
del escenario y se los regaló a la esposa del general Ravina, gobernador
militar.
Aunque un momento singular de
su trayectoria ocurrió cuando el accidente de un avión de la Dan Air, en El Diablillo (La Esperanza). Durante un día
trágico, de mucha niebla, pasaron varias horas hasta que fueron localizados los
restos del avión. Serrano, conduciendo su utilitario, se metió detrás de un
furgón de la Guardia Civil, que ya había sido alertado. El fotógrafo fue de los
primeros en llegar donde estaban esparcidos tales restos, humano y materiales.
Con dos cámaras, subió una loma. Debió llegar tan cansado que no pudo evitar deslizarse
cuesta abajo, con evidente deterioro de su atuendo. Aún así, hizo fotos y pudo
revelarlas en los laboratorios del periódico.
Eran características sus prisas
por cumplir en el lugar de los hechos y salir disparado para completar esas
tareas de revelado. Le acompañamos a menudo y gracias a él -y a sus impacientes
esperas- pudimos cubrir decenas de encargos y convocatorias informativas. Este
artículo tiene mucho de reconocimiento personal en ese sentido.
Se encargó de la distribución y
de las ventas del periódico en el Puerto de la Cruz. Tenía olfato: cuando la
edición del día siguiente incluía contenidos relevantes, él mismo se encarga de
pedir cien ejemplares más, seguro de su venta. Enseñó -no sin discutir a
menudo- a Moisés Pérez que seguiría sus pasos, cuando accedió a la jubilación y
entregó negativos y fotos en el periódico.
Ya tiene ochenta y cinco años y
Martiánez y el aire atlántico le siguen reconfortando. Nosotros seguiremos
recordando los pies de sus trabajos y la firma de las informaciones y los
reportajes. Foto: Serrano…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ
ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
Que DIOS LE DE MUCHA VIDA
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