El amigo de la Villa de la Orotava MIGUEL ÁNGEL GONZÁLEZ
RODRÍGUEZ, remitió entonces (20/10/2021) esta histórica fotografía del
recordado Bar Parada en su segundo inmueble, la cual expongo a continuación en
un memorable referente a la historia del mítico Bar orotavense.
Gracias a la colaboración de los amigos del Archivo
Municipal de La Villa de La Orotava en la calle de San Sebastián, que me
facilitaron toda la documentación correspondiente al histórico Bar Parada de La
Orotava desde el año 1927 hasta la actualidad.
También quiero agradecer al amigo y anterior gerente
del mencionado Bar orotavense Santiago Martínez y Martín, que al igual que un
servidor, trabajó rigurosamente con los documentos que nos facilitaron los
funcionarios del Archivo Municipal de la Villa.
El histórico Bar Parada de la Villa de La Orotava,
desde ese año 1927, tuvo tres denominaciones: Café Buenos Aires, Café Parada y
por último el actual y el más conocido Bar Parada. Lo mismo sucedió
con los concesionarios, arrendatarios y sub arrendatarios, que a lo largo del
tiempo se fueron coexistiendo.
La idea del promotor, no se trató nunca construir un
Bar simplemente. Si no, de construir un local tipo marquesina destinado a sala
de espera para viajeros y café. Como las paradas existentes en esa
zona, tanto de guaguas como de vehículos, con el tiempo produjeron una
metamorfosis, que fueron pernotando por otros puntos de la Villa. Estos
cambios, dejó solo el café en el lugar de la primitiva parada, lo que lo
convirtió en el famoso Bar Parada de La Villa de La Orotava.
La historia empezó el 14 de noviembre del año 1927, el
orotavense don Balbino Pérez Estévez, solicita autorización al
Obispado de Tenerife para “apoyar una edificación contra el muro de la parte
baja del templo de San Agustín”, del antiguo convento agustino de Nuestra
Señora de Gracia. El día 17 de diciembre del mismo año, El Obispado concede
licencia, “sin que el edificio pueda rebasar el rasante de la puerta de acceso
a la Iglesia y que nunca puedan invocar derechos ni servidumbres”. Este
documento lo firma el entonces Obispo de Tenerife, Fray Albino González
Menéndez- Reigada, nacido el 18 de enero de 1881 en Corias (Cangas
del Narcea) Asturias, y fallecido en Córdoba el 13 de Agosto de 1958. Ejerció
de Obispo de Tenerife desde el 18 de diciembre del año 1924 hasta el 18 de
Febrero de 1946, que se le designa Obispo de Córdoba.
El día 22 de Diciembre del año 1927, don Balbino Pérez
Estévez, vecino de La Orotava, solicita autorización para construir un local
destinado a *Café y Sala de Espera de Viajeros para vehículos de hora*, en
solar entre la acera de la Calle Calvario y la Iglesia de San Agustín, espacio
comprendido entre la fuente pública de San Agustín y la vía que circunda en
parte la Plaza de la Constitución.
Se estuvo que esperar casi tres años para construir y
finalizar la obra, puesto que el acuerdo del Pleno del Ayuntamiento sobre las
condiciones para la construcción del Café y sala de espera de viajeros, se
producen el 26 de abril de 1929 y dos meses después, el 4 de Junio del mismo
año, siendo Alcalde de la Villa, Don Cándido Pérez Estrada y Alcalde Accidental
Don Buenaventura Machado Hernández, se concede autorización para la
construcción y arrendamiento por 30 años, a su vencimiento el 1 de junio de
1960 pasara a ser propiedad Municipal.
El coste de la construcción se estipuló en 12.000 de
las antiguas pesetas más las tasas municipales. Además se acordó que el
concesionario pagara un canon mensual y las tasas que por uso y negocio
correspondan.
El 15 de junio del año 1929 don Balbino Pérez Estévez,
acepta las condiciones del Ayuntamiento, y en el mes de septiembre del mismo
año comienzan las obras. Una edificación de estilo colonial inglés, de
mampostería y cemento. Azotea, piso de mosaico. Con una extensión superficial
de 74 metros por 10, finalizando las obras el 29 de septiembre del año 1930.
El 23 de junio del año 1934, se produce un caso
anecdótico, el entonces joven abogado de la Villa don Rafael Hernández Correa,
solicita anexar al edificio una habitación para instalar allí una Barbería para
el orotavense don Antonio Díaz Trujillo, y además que se le anule el estado
persecutorio contra su persona, por resentimientos personales y políticos,
hasta el extremo que se le ha hecho propaganda para que no le alquilen un
local, donde ejercer su oficio de Barbero, condenándolo al hambre y a la
miseria. Esta ampliación no se llevó a cabo, lo que sí sé, el mencionado don
Antonio Díaz Trujillo, padre de mi gran amigo y compañero de pupitre de
bachillerato en el colegio de San Isidro de La Orotava Medardo Díaz, montó su
barbería en la calle León (antigua Tostones), frente mismo al restaurante y
confitería de do Egon Weben, trasladándola finalmente a la azotea de su
domicilio en la esquina de la calle Claudio y Pescote de la Villa de Arriba.
En el año 1951, una sociedad mercantil y comercial de
tres orotavenses; Isidro, Felipe y Federico con sede en la calle Nicandro
González Borges, arriendan o sub arriendan al aún concesionario don Balbino
Pérez Estévez el entonces llamado Bar Restaurante “Café Parada”. Por lo que el
7 de abril del año 1951 don Isidro Rodríguez y Rodríguez en representación de
la mencionada Sociedad Mercantil, con domicilio en la Calle Nicandro González,
informa al Ayuntamiento que es titular, por arrendamiento, del negocio
Bar-Restaurant Café Parada y solicita licencia para levantar sobre el parapeto
de la azotea, un metro de celosía de madera para cubrir la misma. Recibiendo la
conformidad dos años más tarde por parte del ayuntamiento de la Villa, siendo
Alcalde Don Juan Guardia Doñate. Por lo que el día 14 de abril de 1952 don
Isidro Rodríguez firma el recibí del acuerdo, e inmediatamente se construyen
las recordadas celosías de madera de color amarillas que cubrían la terraza con
la calle El Calvario.
Del año 1952 al 1957, se produce en el Café Parada
cambios en la denominación, en inquilino y en el concesionario, metamorfosis
producida a raíz de la marcha a Venezuela de dos socios de la sociedad
mencionada con anterioridad; Isidro y Felipe, por lo que la sociedad que había
arrendado el Café en el año 1951, se disuelve jurídicamente. Con vista a estos
acontecimientos. El día 15 de noviembre del año 1955 los herederos de don
Balbino Pérez González, con domicilio en Calle Calvario, número 47 de la Villa,
solicitan al Ayuntamiento copia del acuerdo municipal de fecha del 26 de abril
de 1929, sobre las condiciones para la construcción del Café.
Entonces cuando se produce lo que remitió el amigo de
la infancia en la calle El Calvario; Isidoro Sánchez García, la sociedad de los
tres socios traspasan el Café primero al señor don Aurelio y Familia,
procedentes de Soria y posteriormente al señor don Domingo Mora y Familia,
procedentes del Sur de Tenerife.
Liquidada la concesión administrativa de don Balbino
Pérez Estévez, en los documentos del Archivo Municipal de La Orotava, aparece
un nuevo concesionario correspondiente a la familia de “los
Mora”, Domingo y Sergio y Toño, que comenzaron a regentar el nuevo Bar Parada
escaso tiempo antes que el ayuntamiento presidido por don José Estévez Méndez
ordenase derribar el viejo y primitivo edificio (según planos del año 1927).
El uno de Abril del año 1957, en base a las futuras
obras de ensanchamiento de la Calle Calvario, El Ayuntamiento propone la
demolición del clásico y primitivo Bar la Parada y en solar anexo construir
cuatro locales, además de una pequeña plaza complemento de la futura de Franchi
Alfaro. El 10 de Mayo del año 1957, se acuerda el derribo del clásico Bar la
Parada y construcción del nuevo Bar en solar anexo, que sustituirá al antiguo,
con una renta mensual de 400 pesetas.
El tres de septiembre del año 1957, siendo Alcalde Don
José Estévez Méndez, se toman los acuerdos para realizar las obras de la Calle
Calvario, que afectan al Bar la Parada. Ensanche de la Calle, derribo del Bar y
construcción del nuevo.
El día tres de Febrero del año 1959, se comunica al
Gobierno Civil, para su publicación en el Boletín Oficial de la Provincia, el
Edicto del Ayuntamiento notificando las condiciones para la construcción y
explotación del nuevo local. Se publica también en el diario tinerfeño El Día.
El día 6 de Marzo de 1959, una vez abierta en sesión
pública las plicas del concurso, El Ayuntamiento informa del ganador de la
misma: Don Francisco Miranda Hernández, domiciliado en Calle la Carrera, 27. La
explotación será por 25 años y la renta mensual de 1.000 pesetas.
El día 27 de julio del año 1961, se produce el
arrendamiento del nuevo Bar Parada a Don Domingo Mora Delgado, por 5 años a
contar desde la fecha del día uno de junio del año 1960 (fecha de finalización
del contrato anterior a nombre de Don Balbino Pérez Estévez), la renta anual a
satisfacer será de 4.800 pesetas anuales (400 pesetas mensuales).
Y para finalizar este relato, que ya es historia en la
Villa, que convirtió lo que en principio se proyectó en la fábrica de una
marquesina para la parada de guaguas y automóviles, anexa a un Café – Bar que a
lo largo del tiempo tuvo tres denominaciones; Café Buenos Aires, Café Parada y
finalmente Bar Parada. Se produce el día 28 de Octubre del año 1976, cuando don
Domingo Mora Delgado, solicita al Ayuntamiento realizar reformas en el bar
Parada, para instalar una barra de acero inoxidable y adecentamiento del local.
Aprobando el Ayuntamiento las reformas y expide la Licencia municipal número
230/76.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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