Fotografía referente a mi colección particular tomada de mi
cámara.
El amigo del Puerto de la
Cruz; SALVADOR GARCÍA LLANOS. Remitió entonces (09/10/2021) estas notas
que tituló; “HOTEL TIGAIGA, UN ICONO”: “…El hotel Tigaiga (Puerto de la Cruz,
Tenerife) lo reúne todo (incluso las experiencias personales) para señalarlo
como emblemático, un icono de la oferta turística y del destino en sí mismo.
Localizado en el parque Taoro, un auténtico pulmón de la ciudad donde florece
una vegetación tan frondosa y variada como a menudo descuidada y donde los
entornos, por su tranquilidad, por resultar plácidos y sosegados a cualquier
hora, el establecimiento reúne en el exterior todos los atractivos para
disfrutar de una estancia gratificante, en tanto que dentro sobresale la
atención y la amabilidad del personal. Una dual atracción, desde luego.
Allí cultivamos la amistad con Enrique
Talg Wyss y familia. Y allí hicimos uno de los primeros trabajos televisivos
cuando todavía se producía y emitía en blanco y negro. Allí pasaba largas
temporadas y entrevistamos en una de ellas al arzobispo suizo Bruno B. Heim
autor del actual blasón de la localidad portuense. Fue arzobispo titular de
Xanthús (Turquía)y autor de varios obras sobre heráldica. Su mayor
significación deriva de haber sido el realizador de los Escudos Pontificios de
Pío IX, Pío X, Pío XI, Pío XII, Juan XXIII y Pablo VI, considerándose uno de
los mejores especialistas en heráldica de Europa. La amistad entre Talg y Heim,
ambos de nacionalidad suiza, favoreció el encargo del escudo del municipio
cuando el hotelero, muy apreciado en el sector turístico, era concejal del
Ayuntamiento. Y allí, en fin, fue cuando conocimos, en vísperas navideñas, a
Gerard Schröder, quien meses después resultó elegido canciller federal alemán,
cargo que ejerció entre 1998 y 2005. Ya hemos contado la anécdota: ahí fue
donde nos preguntó, después de explicarle la censura que había seguido al mes
de haber tomado posesión de la alcaldía:
-¿Y qué clase de ley es esa que no
permite gobernar con casi el 40 % de los votos?
En fin, el Tigaiga, galardonado a escala
internacional en muchas ocasiones, con un afamado restaurante y con unas
instalaciones donde abundan las zonas verdes y ajardinadas y priman el cuidado
y el esmero con que son tratadas, es ahora noticia porque ha aprovechado muy
bien el tiempo de clausura motivado por la pandemia. Tal es así que sus
propietarios, herederos de Talg, evalúa la capacidad de sus cinco hectáreas
ajardinadas para convertirse en emisor cero de anhídrido carbónico o dióxido de
carbono (CO2).
El establecimiento portuense, integrado
en Ashotel, en efecto, lleva años calculando y reduciendo las emisiones que
genera el desarrollo de su actividad turística para compensarlas. Es lo que
acredita su compromiso por la sostenibilidad, concepto que, como otros
relacionados con el medio ambiente, prácticamente no existía desde que el
hotel, edificado entre plataneras, abrió sus puertas en 1959. Desde entonces,
los Talg se han esmerado en eso que es la protección y la conservación de
elementos de la Naturaleza que han convertido el establecimiento en una
auténtica referencia de esos valores, acreedores de admiración de sus clientes
y turoperadores.
Pues bien, según las conclusiones de un
estudio técnico realizado por el ingeniero agrónomo Michael Frings, de la
consultora internacional ‘Agriculture nd Landscape’, en colaboración con la
Universidad Humboldt de Berlín, las zonas ajardinadas del Tigaiga tienen
la capacidad de absorber la cantidad de ciento sesenta y cinco toneladas de CO2
anuales, evitando así que éstas finalmente lleguen a la atmósfera. Según un
comunicado de Ashotel, se trata de un dato importante si se compara con los
resultados de la huella de carbono que el hotel generó en 2020 y que alcanzó,
según una metodología basada en el GHG Protocol,
101,40 toneladas. La propiedad del Tigaiga ha dado este nuevo paso en un
contexto de reducción del anhídrido carbónico: antes había adquirido el 100 %
de la energía eléctrica de origen renovable o la instalación de placas solares
térmicas.
Gracias a estas medidas y a las
significativas capacidades de sus extensos jardines, la organización Excelencia
Turística de Tenerife (ETT) concluye que este hotel de cuatro estrellas es
neutro en emisiones de carbono. Los Talg pueden seguir aplicando la misma
filosofía en un espacio turístico que tiene más árboles que camas (230 sobre
166). Del total de árboles, 180 son palmeras, algunas de ellas ya con sesenta
años de antigüedad. Las zonas verdes del Tigaiga triplican la superficie
construida. Cuenta con una moderna compostadora de residuos orgánicos.
La tercera generación de esta familia
gestiona actualmente tanto este establecimiento como el complejo Tigaiga
Suites, de treinta y cuatro unidades, situado a pocos metros del hotel e
incorporado a la empresa en 2017.
En fin, un ejemplo, un icono…”
BRUNO
JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR
MERCANTIL
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