En el muro del FACEBOOK del amigo de la
Villa de La Orotava JESÚS ROCÍO RAMOS, aparece un magnífico y extraordinario
trabajo suyo que comparto con su permiso, adaptado por ÁNGELA PÉREZ ROCÍO, que
se titula “MI
PASO POR LAS FIESTAS DE LA PIEDAD Y SANTA CATALINA Segunda parte y última.”, referente
a la histórica fiestas de los famosos Barrios de la Villa de La Orotava “LA
PIEDAD Y SANTA CATALINA”. Y que el amigo Jesús Rocío Ramos captó de notables
fotografías que se encontró en el baúl de los recuerdos referente a las fiestas
de los inolvidables Barrios orotavenses: “…Pasaron por los
festivales grandes cantantes como: Salvador Santana, Presentación Palacios, Luc
Barreto, Los Paraguayos, Mickey, Simara, Mary Sánchez, Trío Acaymo, los
Tequilas, Juan Francisco y su hermana Ana, Cho Paheco, El Rapsoda, Miguel
Angel, Sebastián Ramos, Líos Rodríguez de Milán, trío Veracruz y los de La Orotava;
Juan Candelario, Nélida, Momo, Fefe Gardi, Teresa, Abab, y el ilusionista
Paulino y también cante yo entre otros los locutores fueron: Paco Padron y
Francisco Alvares Galvan, con el equipo de sonido de Radio Reyes. Todo en
directo acompañados por las grandes Orquestas: Los Palmer gentilmente cedida
por la sala de fiestas, Los Caprichos cuyos ensayos lo hacían en el cuarto de
ensayo de la Peña Los Chiringuitos y en local de los River Plate, Los bailes se
hacían en el Team Bodega, (casa Don Victorino) en Casa de Sebastián “el Cojo”,
Lucas y en salón de Isaac, teniendo que pagar las entradas. Los amigos de Sta
Catalina querían que saliera junto con la Virgen, la Santa y cuando fuimos a su
ermita nos encontramos que la Santa estaba muy estropeada. A mí me encargaron
de que buscara a alguien que la restaurase, cuyo trabajo lo hizo Isabel la
señora de Otilio Toste. Yo de su trabajo no quedé contento, porque la dejó con
mucho brillo, pero salió en la procesión junto con la Virgen. Sus vecinos
colaboraron mucho y todo salió bien. José el Rubio hermano de Hilario nos
reserva un casco del mejor vino de su bodega para la comisión y en la explanada
de la casa de Don José del Campo y después en el antiguo colegio poníamos unas
mesas con queso, mortadela y el pan que lo regalaba la panadería de Juana para
la comisión y brindar a todos los grupos. Al dejar su actividad José, lo
siguieron Antonio “el Rubio” y por último Fefe.
A pesar del tiempo, poco dinero
que disponíamos hicimos mucho, solo disponíamos de lo que sácanos pidiendo, lo
de la tómbola, la hartanga gigante y lo sacábamos de las entradas de los
festivales. Le preguntábamos a Hilario a lo largo de la fiesta como tesorero,
que cómo iba la cosa y nos decía que regular cuando cantaba la canción de
Asturias, es que ya tenía para pagarle a todos. Yo fui muy atrevido al proponer
hacer la primera verbena popular. Parecía una locura dada las condiciones de la
calle, pues nos pusimos en marcha y se logró. Cubrimos la calle de aserrín, el
cual estaba mojado y lo extendimos sobre esta. Contrate la Orquesta Rialto y
fue tanta la gente que no se veía el piso y al ver que todo salió bien, desde
entonces no se hicieron más bailes pagos. Tal vez acalorado por el buen vino de
José, prometí que arreglaríamos la calle con cemento y gracias al amigo Vicente
Camejo y a la comisión, así sucedió. Se hicieron las verbenas del cuba libre,
el festival infantil, repartiendo helados y yogures a los niños. Se hizo el
homenaje a los mayores del barrio, el cual fue en el polideportivo, actuando
completamente gratis la orquesta del Liceo. Volví a prometer esta vez, eufórico
por el éxito anterior, que aquel tramo se asfaltará. Después de hacer las
diligencias oportunas, así fue, los vecinos tenían que pagar la mitad y el
ayuntamiento la otra mitad. Nunca podré olvidar cuando fui a comunicárselo a
los vecinos y a llevarles las hojillas para que ingresaran en el banco su
parte. Me quedé sorprendido, ya que todos confiaron en mí y me traje ese mismo
día todo el dinero que depositó cada uno con su nombre en el banco, en una
libreta a nombre de Hilario, José Estévez y el mío. Nunca más se volvieron
hacer bailes pagos, al terminar las fiestas y recoger todo lo celebrábamos con
una comida. Hasta aquí fue mi paso por la comisión de fiestas. No quiero terminar
mi comentario sin antes dar las gracias a aquella formidable comisión y a todos
los vecinos y amigos que me hicieron sentirme feliz. Luego las siguieron
haciendo, se pararon y gracias a un grupo capitaneado por chicas con otras
ideas, se hicieron cargo, contando con la gran colaboración del diseñador Jesús
Hernández, que con tanto acierto trabajado y cariño ha dejado huellas de su
valía. Quiero desde aquí felicitarles y animarles para que cuando pase esta
pandemia, vuelvan a coger las riendas y a seguir cosechando éxitos…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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