El amigo del Puerto de la
Cruz; SALVADOR GARCÍA LLANOS remitió entonces (03/05/2022) estas notas que
tituló; “DEVOCIÓN AL SANTO MADERO”: “…“De la historia del Puerto de la Cruz queda mucho por
decir. Existen infinidad de legajos, expedientes, escrituras notariales,
testamentos y otras fuentes documentales diseminadas en archivos públicos y
privados aún por explorar. Eso ha significado que lo poco que conocemos acerca
de nuestro origen sea algo muy puntual y mermado, cuando no, en ocasiones, con
una lectura o interpretación errónea. Eso hace necesario estudios actuales con
acertado criterio metodológico para poner en valor nuestra historia y analizarla
convenientemente” (Eduardo Zalba González).
Se
trata de un fragmento de la edición titulada La devoción al Santo Madero en el Puerto de la Cruz, editada
por la concejalía de Fiestas y Patrimonio del Ayuntamiento del Puerto de la
Cruz que ejerce el entusiasta edil Alberto Castilla, original del citado
historiador del arte, con ilustraciones de Jonás Emanuel, en la que es la
primera entrega de una serie que llevará por título “Cuadernillos de
patrimonio”.
(Muy
oportunas la iniciativa y su aparición, para un mejor y más amplio conocimiento
de los orígenes y la evolución histórica del municipio, a ver si se supera un
déficit muy acusado, como se puso de manifiesto por parte de algunos sectores
de población en la pasada conmemoración del Día del Libro y el homenaje
tributado a la poetisa Fernanda Siliuto por los profesores y alumnos del IES
María Pérez Trujillo, de La Vera).
Eduardo
Zalba ha escrito un texto muy riguroso en el que, basándose sobre todo en las
aportaciones de José Agustín Alvarez Rixo, el alcalde ilustrado, alude a las
dos cruce más antiguas que se se conservan en la localidad, dos símbolos que
atesora la parroquia de Nuestra Señora de la Peña de Francia: la cruz
procesional y la cruz del retablo mayor.
Señala
Zalba que “en un inventario datado en 1664 –en el momento en que ejerció como
mayordomo de la cofradía de Misericordia Andrés Oramas- se hace constar la
existencia de una cruz de plata
con peana y caja de madera… debe tratarse de la cruz procesional
que ha llegado a nuestros días… Fue donada por Francisco de Casares y Bartolomé
de León…”.
Más
adelante, el historiador se refiere a la otra cruz de la iglesia parroquial que
preside el segundo cuerpo en el retablo mayor. “La cruz –escribe Zalba-
presenta un perfil de cinco lados, cantoneras, INRI y sudario, todo ello con el
torno marmóreo del retablo y pan de oro”.
La
conclusión del autor es que “ambas cruces, junto a las que fueron colocándose
en la vía pública y e n muchos domicilios del lugar, justifican la importancia
de este símbolo, así como la identidad que los portuenses han manifestado
siempre por la devoción al Santo Madero, algo que también ocurre en algunos
municipios próximos pero que aquí nadquiere una singularidad e identidad
propias”.
Hoy,
3 de mayo, festividad local, los portuenses tienen una cita con sus tradiciones
y su símbolo más apreciado…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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