Fotografía
compartida con la página digital del Excelentísimo Ayuntamiento de Santa Cruz
de Tenerife.
El amigo del Puerto de la
Cruz; SALVADOR GARCÍA LLANOS remitió entonces (25/05/2022) estas notas que
tituló; “UN TRIBUTO A DOMINGO Y DOLORES”: “…Un ensayista extraordinario y una
periodista cabal y cualificada, a quienes unió la pasión por la literatura,
cada cual en su óptica, uno esmerándose permanentemente para interpretar la
realidad; y la otra, en un ejercicio admirable de trasladar a la pieza
informativa los elementos noticiosos con la sutileza del lenguaje poético.
Domingo Pérez Minik y Dolores Campos
Herrero. Les conocimos y les tratamos, bien es verdad que nos hubiera gustado
hacerlo en mayor medida, sobre todo para profundizar en su sabiduría y en la
sutileza de la que hicieron gala en su pensamiento y en su escritura.
El primero, en la antesala de una
entrevista televisiva en exteriores. Nos presentó --¿quién si no?- Juan Cruz
Ruiz, que le considera, como saben, uno de sus maestros. El paisanaje pudo lo
suyo, hace ya tantos años. Cuando supo de nuestro lugar de origen, se explayó
en pocos minutos sobre sus valores históricos y culturales. Fue una lección,
dicha además con la visión empírica de un profesor que sabía mucho y pasaba de
un personaje a otro con pasmosa facilidad.
El azar y las circunstancias quisieron
que muchos años después asistiéramos a la instalación de una fotografía de gran
tamaño, original de otro discípulo suyo, Carlos Schwartz, en una de las
vidrieras de la remodelada Biblioteca Pública Municipal ‘Tomás de Iriarte’, en
el Puerto de la Cruz. Carlos había plasmado un espacioso rincón de la
biblioteca de Pérez Minik, con su sillón vacío, de modo que cuando entramos en
el recinto y la contemplamos, nos imaginamos allí sentado al ensayista y
crítico enriqueciendo su erudición.
Leíamos a Dolores Campos Herrero desde
que ingresó en Canarias 7, un
proyecto periodístico que cristalizó en una época trascendental para la
convivencia de los canarios que, dicho sea de paso, se quedó a medias para
representar una aspiración noble que, por circunstancias que no vienen al caso,
se frustró. La suya era una delicadeza palpable, la que muchos años después,
trabajando ya en televisión, trasladaba a cada pieza, cuando la crisis de los
cayucos, cuando había que consultar a la Delegación del Gobierno las cifras,
las nacionalidades, el estado físico de los migrantes irregulares y el lugar
donde quedaban internados.
Campos imprimió naturalidad al drama, a
la tragedia que era un fenómeno inusual y de indudable impacto sociológico,
pendiente aún, por cierto, de una solución estable. Era difícil acreditar
sensibilidad pero Lola lo consiguió para hacernos ver que el drama iba más allá
de la reiterada llegada de ciudadanos de ambos sexos, de todas las edades, de
muy diversas nacionalidades, unidos por la ilusión de haber alcanzado la tierra
de promisión… que no era tal.
Si Pérez Minik, en sus libros y en sus
artículos, fue el autor capaz de auscultar la condición humana del insular
hasta situarlo en el centro de una convivencia solidaria y humanamente
enriquecedora y plasmarlo en “Isla y Literatura”, una obra fundamental para
entender su quehacer literario y su interpretación de la realidad que captaba
por muy distintas visiones que contemplara; Campos Herrero brilló con la
redacción atractiva y sencilla para exponer las aristas de un problema
transfronterizo que ni el Derecho Internacional ni la diplomacia ni el supuesto
poder de organizaciones, teóricamente unidas para prevenir y afrontar
coyunturas desequilibrantes, han podido estabilizar mediante políticas y
alternativas respetables y factibles.
A uno y a otra, a Domingo y a Dolores,
rendimos hoy tributo con propósito de seguir aprendiendo de su obra y de su
entrega. Para los periodistas canarios, una referencia. Para los destinatarios
de su mensaje, para los amantes de la literatura, de prosa efervescente como
fue la de Pérez Minik y de poesía latente como la de Campos Herrero, para los
lectores empedernidos y para los consumidores de información en general,
especialmente la de épocas muy distintas pero no menos atrayentes, con la
renovación de los lenguajes artísticos o la interpretación del surrealismo o
los versos esclarecedores, para todos ellos, confiamos en que este audiovisual
y estos testimonios resulten de interés y les acerquen a su producción
intelectual.
(Texto leído anoche en la introducción del acto
convocado por el Observatorio Domingo Pérez Minik en el TEA de Santa Cruz de
Tenerife)…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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