En el Popular Barrio
de Toscal Longuera de La Villa de Los Realejos, podemos visitar un conjunto
histórico artístico que dio origen al desarrollo económico y poblacional de
esta zona costera del municipio. Se trata de la Hacienda de La Gorvorana,
construida al borde de la calle que actualmente lleva su nombre.
El capitán don
Francisco Gorvalán, que acompañó al Adelantado Fernández de Lugo en la
conquista de Tenerife, puso en cultivo estas tierras, elevando en medio de
ellas la hacienda. En 1699 se constituye en mayorazgo bajo la administración de
don Baltasar de Vergara y Grimón, que perteneció a los marqueses de ACIALCÁZAR,
para luego pasar a los marqueses de BREÑA Y MEJORADA. Dotada con abundantes
aguas de riego, LA HACIENDA DE LA GORVORANA era considerada durante el siglo
XVIII como la propiedad más rentable del Realejo de Arriba.
La casa, transformada
en épocas posteriores, con aportes de los siglos XIX y XX, aún mantiene la
distribución original: amplio portalón que da paso a un patio, espacio que
articula todo el edificio. En la planta baja se abrían las habitaciones de
labor, las caballerizas y las dependencias para la servidumbre y comerciantes.
A través de una escalera exterior se accede a la segunda planta con balcón
cerrado. Las habitaciones nobles se techaban con armaduras mudéjares
actualmente cubiertas de yeso. Destacando la ermita, que posee en su interior
un pequeño retablo, dorado y policromado, perteneciente al siglo XVIII, con la
imagen titular de Nuestra Señora de Guadalupe.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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