sábado, 22 de febrero de 2020

ANTO. EL CARTERO OROTAVENSE QUE QUIERE SUBIR AL TECHO DEL MUNDO




Información que me remitió (22/02/2020), el amigo de la calle El Calvario de la Villa de la Orotava; JOSÉ RODRÍGUEZ MAZA (LIBRERÍA EL VIAJANTE).
ANTONIO PÉREZ (ANTO), nacido en la Villa de La Orotava en el año 1970 se plantea para este año 2020 un extraordinario reto, ascender uno de los 14 ocho miles del planeta, el MANASLU  convirtiéndose, en caso de lograrlo, en el primer orotavense en conseguirlo y en uno de los tres o cuatro canarios.
Y empecé a subir mis primeros cuatro miles: el Gran Paradiso (4061), el Breithorn (4164), el Cástor (4228), Monte Rosa (4554), el Weissmies (4017), el Mont Blanc (4810)...
El siguiente paso fue la cordillera andina. En varios años me recorrí toda Sudamérica, desde Otavalo en Ecuador, hasta el Calafate en el sur de Argentina, y siempre buscando otras culturas, otras formas de ver el mundo y por supuesto nuevas montañas. Ascendí algunos cinco miles como el Licancabur (5920) en Bolivia, o el volcán Láscar (5592) en Chile. Y también algunos seis miles como el Huayna Potosí (por varias Vias), el Illimani (6438), el Nevado Sajama (6542), el Acamarachi (6046), el Sairecabur, o el Llullaillaco (6739).
Cuantos más países conozco y más culturas descubro más quiero viajar. Siento la necesidad de empaparme de otras razas y de otras etnias, y por ello tras recorrer las principales cimas de Europa y Sudamérica me adentré en el continente africano, recorriendo pueblos bereberes a través del Atlas, donde además subí al Toubkal (4167) y el M'goun (4071) en Marruecos, y también Etiopia, con el monte Ras Dejen (4553) como techo. Y por supuesto el gran Kilimanjaro (5895) en Tanzania.
Tras muchos años de montaña y muchos viajes, la llamada del Himalaya era cada vez más fuerte e insistente, y mi primer destino tras dejar África (solo de momento) fue lógicamente Nepal. Una vez descubierta esta cordillera será muy difícil quitársela de la cabeza. Aquí las dimensiones se me escapan. Todo es inmensamente grande: los valles, las lagunas, a las escarpadas, los cañones, los glaciares...
Por aquel entonces, los grandes colosos de este país me parecían lugares lejos de mi alcance, así que seguí a mi ritmo, haciendo algún trekking que otro por aquí y otros países de Asia, como en la Cachemira India o en Irán, a la vez que aprovechaba para conocer otras visiones del mundo, como  el budismo, el hinduismo o el zoroastrismo. Entre una cosa y otra seguí subiendo motañas: Stok Kangri (6154), en India, el Mera Peak (6476) o el Island Peak (6189) en Nepal.
El siguiente paso eran los siete miles. En 2018, hace año y medio, logré ascender el primero, que fue el pico Lenin en Kirguistán (7134). Allí el mal tiempo hizo que casi tuviéramos que desistir de ascenderlo, pero una pequeña mejoría nos animó a aventurarnos, y casi in extremis conseguir cumbre.
La última montaña que he subido, de momento, fue el MUZTAGH ATA, en China, hace apenas seis meses. Tan cerca ya y tan lejos a la vez de un ocho mil.
Puedo decir que lo subí relativamente bien dentro de un tremendo esfuerzo por supuesto. Esto hace que me plantee ya, por lo menos intentar uno de los grandes colosos. Y en ello estoy ahora, buscando posibles patrocinadores que me apoyen en esta nueva aventura, ya que el costo de estas montañas se sale y mucho de mis posibilidades económicas….

BRUNO JUAN ÁLVAEZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

1 comentario:

  1. Muchísimas gracias, Bruno. Necesito publicitar mi proyecto para conseguir patrocinadores y tu blog es un medio genial. Y gracias también, por supuesto, a Jose Maza por... Todo.
    #antoillimanimera

    ResponderEliminar