Fotografías propiedad del amigo ZOILO LÓPEZ
BONILLA. Natural de la
Cuesta (La Laguna) - Puerto de la Cruz, actualmente residente en el Bajo
Ampurdán-Cataluña.
El
amigo del Puerto de la Cruz; SALVADOR GARCÍA LLANOS remitió entonces
(18/02/2020) estas notas que tituló; “RAFA, CON ESE DON”: “…Tenía Rafa, Rafael Cobiella Suárez, ese don de la reserva, el de la
discreción, el de observar y de intervenir lo justo, si había que precisar
algún momento o algún personaje de las vivencias que se relataban. La última
vez que hablamos, por ejemplo, en la esquina del 'Dinámico' de toda la vida que
da a José de Arroyo, donde contábamos hazañas juveniles en el banco de la uve y
ahora reparten fortuna en un quiosco, hace un par de semanas, mientras
aguardaba al coche que había de trasladarle:
-Cada vez que estoy aquí y
miro, me encuentro con Tito Pérez y tu padre, en un paréntesis de sus vasos de
vino.
Otra. Hace unos meses, en el
curso de un almuerzo que compartimos en La Vera, donde nos fue presentado el
anteproyecto de remodelación del hotel Taoro, vaticinó:
-Tienen que lograr que el Taoro
sea un sitio señorial, que todos se afanen para visitarlo.
Para entonces, ya había dado
sobradas muestras de sobrellevar con entereza su visible enfermedad. Rafa era
el de siempre, el Rafa sonriente, el hombre amable y cercano al que se le pedía
un favor y le gustaba hacerlo. El conversador que parecía ausente pero estaba
allí, al tanto de lo que se fraguaba. Sus compañeros de una tertulia que
llamaron 'La Pinza' lo saben muy bien. Como lo sabe su amigo del alma, Juan
Cruz Ruiz, el Maestro, que ha escrito un texto enternecedor sobre los valores
de la amistad y de la predisposición humana para hacer el bien.
Rafa se sonreía cuando su
padre, don Celestino, me llamaba como el abuelo paterno:
-Ahí viene don Graciano a buscar
el periódico.
La cercanía de la vecindad
contribuyó a estar cerca el uno del otro desde la adolescencia. A la consulta
del sapiente e inolvidable galeno entrábamos como si de la familia se tratase.
Después, pese a la diferencia de edad, seguimos caminos distintos pero siempre
con respeto y tolerancia. Tanta, que durante el ejercicio de la actividad
pública, cuando había alguna declaración, se permitía bromear pidiéndonos el
significado de algún vocablo.
Seguramente, porque se acordaba
de aquella ocasión en que publicamos una necrológica de Esteban de León
González, repartidor de Diario de
Avisos, internado en una de las clínicas familiares, sobre el que
circuló la noticia de su fallecimiento una tarde de miércoles santo. Hasta tres
fuentes en un trayecto de quinientos metros nos lo transmitieron. Pero no era
cierto: Esteban, a quien dijimos adiós en el título del obituario, se había
caído de la cama pero sobrevivió. Rafa, que estuvo presente en el proceso de
recuperación y había leído el cariñoso texto, cada vez que nos encontrábamos,
bromeaba:
-¿Te acuerdas cuando mataste a
Esteban?
Era la tónica de su desenfado.
Sus amigos ahora han entristecido de verdad. Sabían lo que había. Y redoblaron
su afecto. Le echarán de menos...”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
Nuestro más sentido pésame para sus familiares y amigos.
ResponderEliminarD.E.P.