En el muro del FACEBOOK del amigo de la Villa de La Orotava
JESÚS ROCÍO RAMOS, aparece un magnífico y extraordinario trabajo suyo que
comparto con su permiso, adaptado por ÁNGELA PÉREZ ROCÍO, que se titula “AQUELLOS BAILES CON GUITARRA”: “…De pequeño le oía decir a mi
madre, que cuando ella era moza, iba a los bailes que se celebraban con
guitarras en la casa de Siño Miguel Reyes, en la calle de Meneses, y como ella
vivía en la misma calle le quedaba cerca. Iba con la prima Carmita y sus
amigas; se divertían mucho.
Ya pasado el tiempo, yo en mi
juventud, fui con los amigos a muchos bailes de esos, amenizados con guitarras
y como no teníamos un duro y no había que pagar, no faltábamos a esos sitios.
Como ya lo he contado en otras ocasiones mi primera vez fue en casa de Doña
Maria Castilla en Sta Catalina (señora de Ramón el de Matilde) y seguía en casa
de Siño Hilario donde estaba la sociedad del U.D. Piedad. Eran los tocadores: José
el rubio, Ángel e Higinio el guardia. También en casa de Manuel Machín en la
Cañada, donde los tocadores eran Benigno Rocío, Arsenio el millito y su primo
Manuel, entre otros y al conocido por el Manicomio que estaba pegado al
transformador de la calle León, y también en el camino de Chasna casa María del
Carmen la de Marcos hija de Luisa Amara.
Allí tocaba la guitarra Eugenio
frontil, y un tal Israel, con un pequeño acordeón que venía desde Arafo y era
el delirio de Rogelio el de venta, y en casa de mi hermana Onelia; madre mía
que tiempos. Recuerdo que tenía un pequeño motor para la luz que se averiaba y
el baile seguía con la luz de un petromax. Los tocadores era Eugenio, Américo
el puna, y con el violín Rosendo.
Cuando celebraban los bailes,
nos íbamos de casa para ayudarles y bajábamos andando a las tres de la
madrugada por el camino de Chasna, alumbrandonos con un petromax, porque en
aquel tiempo no había en camino de Chasna luz, agua potable, ni servicio de
guaguas.
Más tarde en casa de María del
Carmen (casa de Marcos) se convirtió en una sala famosa de bailes. Rogelio
emigró a Venezuela y de regreso mi cuñado le traspasó el negocio y fabricó en
un solar en frente de su negocio e hizo una sala de baile, donde actuaron
muchas orquestas, entre ellas, la Copacabana. Ya en ese entonces cobrando, hoy
afortunadamente gracias a Dios todo ha cambiado a mejor, pero así lo viví y así
se los he contado…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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