El amigo del Puerto de la Cruz; SALVADOR
GARCÍA LLANOS remitió entonces (04/09/2019) estas notas que tituló; “FRAGA, EN
CAMELLO”: “…Un lector habitual se ha interesado vivamente la referencia que hicimos
días pasados a la segunda visita al Puerto de la Cruz del que fuera ministro de
Información y Turismo, Manuel Fraga Iribarne, y de la que se han cumplido ya
cincuenta y siete años. Se produjo el 1 de septiembre de 1962.
La fuente es el Libro de
Efemérides que estaba al cuidado del entonces cronista oficial del municipio,
Nicolás Pestana. Hizo su entrada -según puede leerse- a las cinco de la tarde,
acompañado del capitán general de Canarias, Ramón Gotarredona Prats; y del
gobernador civil (entonces también jefe provincial del Movimiento), Manuel
Ballesteros Gaibrois, así como de otras autoridades y jerarquías provinciales.
El relato de Pestaba señala que
“el señor ministro y séquito visitó en primer lugar el histórico Castillo San
Felipe; y seguidamente, la zona turística de Martiánez, siendo recibido en la
puerta del Gran Hotel Tenerife Playa por el Excmo. Ayuntamiento en pleno y por
el propietario de dicho hotel, don Cándido Luis García Sanjuán”.
Dice el cronista que en uno de
los amplios salones del hotel se exponían los planos y proyectos de obras
realizadas y otras cuya inmediata realización requiere la ayuda del Estado. El
alcalde, Isidoro Luz Carpenter, acompañado por la corporación que presidía “fue
explicadnos detenidamente la esencia de cada “ministrante” proyecto (El
entrecomillado es nuestro), entre ellos el de mejoras del litoral marítimo de
Martiánez como el más urgente de ser ministrado”.
Independientemente del rango de
la actuación, elevada a la que podía ser excelencia de entonces, parece
evidente que los portuenses querían tratar esta franja del litoral con una
clara voluntad transformadora. Téngase en cuenta que ya lucían “las piscinas de
Gilbert”, como se decía en lenguaje coloquial. En su configuración, cobró forma
el Lido San Telmo, un local que dio vida a todo el sector y a la incipiente
industria hotelera.
El Ayuntamiento ofreció un
brindis, naturalmente, una copa de vino español, terminología empleada hasta
bien entrada la democracia en invitaciones, recepciones y otros actos públicos.
Fraga siguió la actuación de las rondallas típicas de la Sección Femenina “de
la FET y de las JONS y de Educación y Descanso, que fueron largamente
aplaudidas, terminando con una exhibición de lucha canaria a cargo de valiosos
luchadores del pueblo de La Victoria de Acentejo”.
El cronista Pestana señala que
el señor Fraga Iribarne se mostró sumamente agradecido por todas estas
atenciones, manifestando que “se encontraba verdaderamente asombrado por todos
los adelantos turísticos hechos en la ciudad durante los últimos años años que
han transcurrido desde que la visitó por última vez”.
La referencia de Pestana
termina con el apunte de que Manuel Fraga e Isidoro Luz se subieron a un
camello en plena avenida de Colón. Era uno de los camellos de Lázaro, uno de
los personajes más populares de la época y pionero en este tipo de atracciones.
Baeza da testimonio gráfico de ello, con una graciosa instantánea en la que
puede verse a Enrique Talg Wyss, al periodista Luis Álvarez Cruz y al sacerdote
José Siverio Pérez…”
BRUNO
JUAN ÁLVAREZ ABVRÉU
PROFESOR
MERCANTIL
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