LAS COSAS DE LA VIDA

En el muro del FACEBOOK del amigo de la Villa de La Orotava JESÚS ROCÍO RAMOS, aparece un magnífico y extraordinario trabajo suyo que comparto con su permiso, adaptado por ÁNGELA PÉREZ ROCÍO, que se tituló “LAS COSAS DE LA VIDA”: “…Lo que les voy a contar me sucedieron a mí de joven. En el patio de mi casa, salió una enredadera, la cual echaba una batatita que donde caía pegaba de inmediato y se extendió por todos los sitios, en los poyos, en las macetas, etc. Yo las arrancaba, y volvía a salir; se metía en las rendijas de las paredes, y era muy difícil de arrancar, porque se quedaba la barata dentro, y volvía a salir. Me tenía aburrido.

Se me ocurrió echarle petróleo, y contra, por fin me vi libre de ella. Ya pasado el tiempo me salió en las axilas un (chirindrino). Fue tan grande la infección que el brazo lo tenía atado a la cabeza. No podía bajarlo, ya tenía un bulto rojo, y un malestar tremendo, pero tenía miedo de ir al médico porque sabía que me iba a contar.

Una amiga de mi madre le dijo que buscara unas hojas de la enredadera “x”; empecé a buscarla, y casi no la encuentro. Nadie la conocía por ese nombre. Imaginen mi sorpresa, cuando me la trajeron, y vi que era aquella que yo tan mal había tratado. Había que coger un par de esas hojas, las majabas, y la mezclabas con una cucharadita de manteca de ganado que la consigues en la venta de Siña Pepa la de Ramón Leal (en La Piedad). Después la ponías en otra hoja entera, y te lo ponías en la parte afectada, te lo vendabas, y así tal cual fue como me lo dijo.

Me lo puse por la mañana, y por la tarde se me reventó. Fue tanto lo que salió de allí, que yo estaba asustado. Creí que iba a perder el brazo, pero fue santo remedio. A los dos días estaba curado, solo me quedo unas pecas, pero me dejo pensando y comentando que cosas pasan en la vida, tal mal como yo trate a esa enredadera, y al fin el bien que me hizo.

Es una enredadera silvestre. Sigo sin saber el nombre, pero según me comunica mi amigo Jesús E Díaz Pérez es Boussingaultia cordifolia Ten; es la que muestro en la imagen…”

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL