El amigo y
convecino de la Villa de La Orotava; ÁNGEL GARCÍA GONZÁLEZ remitió entonces
(27/03/2023) estas notas y fotografías que tituló: “JUAN ALONSO
BAUTISTA TRUJILLO ( La Orotava 1942 – 2023)”: “…JUAN ALONSO
BAUTISTA TRUJILLO ( La Orotava 1942 – 2023 )
La primera vez que lo vi fue en la sacristía de San
Juan un Jueves Santo, el de casulla con sobrecuello para llevar uno de los
ciriales y servidor con uniforme infantil de la Hermandad del Columna para
llevar el incensario y ambos expectantes a que Don Domingo se asomara al
exterior para comprobar que “el cielo no estaba lloroso” , para ordenar la
salida .
Cuando ya tuve pantalones bajos, volvimos a
coincidir como Hermanos del Columna en las largas procesiones de la época, con
estación en la Iglesia Matriz, con el consiguiente cabreo de Don Domingo por la
cantidad de redomas que quedaban abandonadas en la misma por la mala costumbre
de comodones cofrades de la Villa Abajo, lo que obligaba al día siguiente a
mandar un propio a buscarlas, para la procesión del Santo Entierro.
Pero antes, en el terreno deportivo, nos encontramos
en 1955 cuando se fundó el Plus Ultra por la fusión del Orotava y el Águila Tinerfeña.
Jugamos el primer partido en el Peñón con Juan de portero titular y servidor de
extremo, en sustitución de Puchades que había marcado los dos goles del valioso
empate. En la alineación Juan figuraba como Trujillo, después de un tira y encoje entre el
entrenador Chile, que quería llamarlo Juanito Alonso, y el presidente Toste,
que no quería problemas con Bernabéu pues el Real Madrid tenía un portero con
ese nombre . Al siguiente partido el
nombre se lo puso su compañero de colegio Otilio , que jugaba de delantero y
que estaba aprendiendo inglés pero no sabía contar sino hasta siete y siempre
señalaba a Juan con el dedo y decía Seven ,
y en canario Seve , que muchos creían diminutivo de Severiano , el
conocido dulcero de la calle Castaño.
De las cuatro temporadas que Juan estuvo en el Plus Ultra,
tuve la suerte de estar con él la primera y la última, en la que fuimos
campeones de Tenerife y viajamos a Lanzarote, hospedándonos en una escuela con
camas del cuartel con un pequeño espejo y tres clavos en la pared según
estaturas , y frente a uno de ellos me afeitó por primera vez los cuatro pelos
que tenía en el bigote , con tal destreza ,que más nunca me volvió a salir el
pelo.
Juan militó tres temporadas en la UD Orotava, que
dando campeón en la 1961-62 y más tarde
se lo llevó Sedomir a la UD Realejos, donde estuvo desde 1963 hasta 1968. En
este período nos enfrentamos en muchas ocasiones, pero el partido más emocionante,
a mi entender, fue la final del Trofeo Gobernador Civil a beneficio de la
Navidad de los Humildes, disputado en enero de 1965 entre Orotava y Realejos,
que habían eliminado a Tacoronte e Icodense respectivamente y en la que tras un
empate a cero, se jugó una prórroga , una primera tanda de penaltis y en la
segunda falla Cabrera y marca Basilio el décimo para el Orotava . Ni que decir
tiene que los porteros Juan y Tomás
Escobar fueron los héroes del partido.
En 1968 Juan dejó el fútbol federado y se vino al
Veterano Villa fundado un año antes, para entretenernos los sábados con un
partidito y la merendola correspondiente, con el correspondiente permiso de la
santa esposa, pues poco a poco habíamos ido pasando todos por la vicaría. Y así
fueron pasando los años, donde Juan fue destacando como un hombre alegre y
equilibrado al mismo tiempo. Solo lo ví cabreado una vez y fue en un merendero
de Los Pinos, ya bien servidos, pedimos la penúltima a Matías, que se negó en
rotundo por la hora que era, y le vaciamos a Juan la garrafita que tenía
comprada aparte, pues al día siguiente tenía que brindar a los albañiles que le
iban a “amosaicar” su primera casa. Pero a cambio recibió dos merecidos galardones:
en 1992 el ingeniero Isidoro Sánchez lo nombró “el brazo eléctrico del equipo”, ocultando por caridad cristiana
que el codo formaba parte del brazo , Y en 2007 , el profesor teguestero
Patricio Díaz, asombrado por palabras bien dichas pero mal interpretadas que
salían de la ilustrada boca de Juan , lo nombró “ reciclador e inventor de
vocablos canarios”, títulos ambos que Juan tenía colgados en la venta de Ana en
La Piedad.
Y en un guachinche, fue donde Juan y otros
compañeros nos vimos por última vez. Fue en septiembre pasado en Casa Ramón en
Los Gómez donde estuvimos repicando, como lo hacía Juan cuando tocaba el
tajaraste en la torre de su San Juan , Pero parece que allá arriba al parecer
se fundieron los plomos y por mano de su abuelo Alonso , que fue rematador de
los recibos de luz de la Planta Vieja, lo han mandado a buscar como remedio
certero.
La Orotava, 27 de marzo de 2023
Tu amigo que no te olvida, Ángel García González…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROIFESOR MERCANTIL
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