Magnifica y
espectacular alfombra – tapiz de flores de los Monteverde del principio del
siglo XX, en la Villa de La Orotava. En ese lugar se confeccionó el primer
tapiz de arte efímero para el Corpus de La Villa, dirigida por Doña Leonor del
Castillo de Monteverde.
La historia de
estos tapices florales se remonta al año 1846, en el que tuvo la feliz idea una
dama del distinguido y rancio solar de La Villa, doña Leonor del Castillo de
Monteverde, quién hizo una alfombra de flores frente a su casa solariega, en la
calle del Colegio. A doña María Teresa Monteverde y Betancourt correspondió
hacer el diseño de aquella obra floral.
Fue trazada
sobre el pavimento, tarea ésta en la que colaboró también doña Pilar Monteverde
y del Castillo. Sobre esta primera alfombra de flores pasaron las andas del
Corpus en 1847, iniciándose con ello lo que andando los años, vendría a ser la
famosa fiesta de las alfombras, que tanto renombre internacional ha adquirido
para La Orotava y, por extensión, para Tenerife.
Con el
transcurso del tiempo los dibujos se fueron perfeccionando, y ya en 1849
figuraban, aparte las generales líneas ornamentales, dos palomas perfectamente
logradas. Por el 1851, esta Alfombra de la casa de Monteverde presentaba el
simbolismo de las virtudes cardinales con la siguiente leyenda: "Creo,
Amo, y espero". Ya se notaba una notable mejora de contrastes,
lograda con el sombreado a base de la menudo hoja del brezo sometida
a diferentes grados de torrefacción, con lo que se obtenían tonos diversos;
esta de ahora ya se hizo sobre brezo verde cortado en trozos pequeños.
El año 1853,
un sirviente de la casa, apellidado, según se dice, VALLADARES, tuvo la idea de
hacer a continuación de la alfombra y a lo largo de la calle unos círculos con
flores de diversos colores, cuyo ejemplo fue seguido más adelante, dando así
origen a los tapices llamados "corridos".
Posteriormente
a partir de 1865 otras distinguidas familias siguieron el ejemplo, incrementándose
tan piadosa y artística costumbre hasta alcanzar el auge e importancia que en
la actualidad posee.
Con el tiempo el
espectacular tapiz de la casa de los promotores, crecía en calidad artística,
hasta llegar a la que observamos en la fotografía. Impresionantes artistas, que
dibujaban en sus históricos bocetos hasta llegar a destacar trasparencias y
realizar “SANGRE DE CRISTO EMERLACAME” en la que se observan transparencias, en
un cáliz en la atalaya derramando sangre en flor sobre un ángel.
BRUNO
JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR
MERCANTIL
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