CRISTÓBAL GONZÁLEZ Y GONZÁLEZ, nació en la Villa de La
Orotava en el mes de junio del año 1951 y
falleció a los 68 años de edad en la
misma el día 20 de abril del 2020. Muchos años de encargado general de la Casa
de Los Balcones de la Villa de La Orotava, siempre se presentaba en la elección
de la Romera Mayor de la Romería de San Isidro y Santa María de la Cabeza de la
Villa, en el Liceo de Taoro el viernes de las Fiestas Mayores, para obsequiar
en nombre de La Casa de Los Balcones a la Romera de turno con un traje de Maga
de La Villa de La Orotava.
Fue compañero de Pupitre en la Academia Mercantil Atlántida,
en la calle El Calvario en los cursos 1961 – 1962. Y 1962 – 1963, cuando
estudiaba primero y segundo de bachillerato por libre.
Recuerdo que llegamos a fundar un club para divertimos los
días de fiestas en el cuarto de la azotea de casa, con un grupo de amigos y
compañeros de pupitre de la Academia Mercantil Atlántida.
Cuando regresé al Colegio de San Isidro de la Villa de La
Orotava, para culminar el Bachillerato, como alumno oficial, te perdí la pista,
pero años después ya como profesionales en nuestros trabajos nos saludábamos
amablemente, e incluso recuerda que tu hijo Fabián estudió música en la filial
del conservatorio con mi hijo Juan Félix.
Contrajo matrimonio con la dama orotavense; “Soila González”.
Tuvieron dos hijos; Fabián y Tatiana González y González.
Cristóbal siempre te recordaré como un esposo ejemplar y un
padre extraordinario, así como una persona maravillosa, comunicativa, humana, y
fraternal. Tuviste un corazón enorme desde tu puesto de trabajo en La Casa de
Los Balcones, con todos los que acudían a tu ayuda, de aquí y forasteros, hasta
con los extranjeros. Siempre fuiste fiel con tus amigos y enemigos.
Cristóbal, ahora que está en la gloria descansando, sigue
igual que aquí, donde viviste y disfrutaste. Descansa merecidamente en ese
paraíso eterno de esperanza y misericordia. No olvide que aquí dejas a tu querida
acompañante y ejemplar esposa “Soila” y
a tus hijos; Fabián y Tatiana que te querían y seguirán queriéndote.
Un abrazo amigo y compañero de pupitre. Hasta siempre.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
Muchas gracias, estimado Bruno, por tus palabras sobre mi padre. Siempre te tuvo en alta estima, recuerdo perfectamente cuando me contó la historia del gimnasio en la azotea. Ante todo era una buena persona, un gran padre, un marido ejemplar, y un enamorado de su villa, pasión que transmitía a todo aquel con quien se cruzara. Un abrazo y gracias de corazón. Att. Fabián González
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