miércoles, 28 de octubre de 2020

HOTEL HESPÉRIDES Y CALLE DE LA CARRERA EN EL TIEMPO

En estos tiempos de pandemia, sobreviviendo a ese bicho atómico mortífero.

El amigo desde la infancia de la Calle El Calvario de la Villa de La Orotava; CARMELO SANTOS VILLAR, remitió entonces (29/10/2020) esta imagen referente al HOTEL HESPÉRIDES Y CALLE DE LA CARRERA EN EL TIEMPO.

Panorámica tomada al final del siglo XIX, en el último tramo de la calle La Carrera de la Villa de la Orotava, cruce con la del Colegio. Ambas calles históricas, alumbrante del arte efímero de la Villa, tal como le vemos en la fotografía.

En ese caserón existían antes la orden de los Jesuitas, que se habían establecidos en La Orotava en el año 1600, empezaron a construir la casa en el año 1696, lo que más tarde sería "El Colegio de los Jesuitas". La obra era un proyecto bastante sencillo aunque, la construcción de la iglesia en el interior de la casa causó diversos problemas por querer situarla por donde pasaba la canal del molino de arriba. Al final tuvieron que modificar la situación inicial de la iglesia. Evidentemente nos cuenta el erudito realejero José Viera y Clavijo; a morir en Canarias el padre Luís de Anchieta, -natural de La Laguna y sobrino remoto, del otro venerable apóstol del Brasil,- y que fue sepultado en el monasterio de San Idelfonso de las monjas de San Bernardo, sus compañeros de la orden jesuitas se volvieron a la península, quedando en La Orotava el padre Araujo con el hermano Cuéllar, quienes al cabo de cinco años de residencia consiguieron, a instancias del obispo y del general, que se celebrase cabildo en La Laguna para admitir, o no, la nueva fundación del colegio, en que hubo, como siempre, protestas y contradicciones.

Los Jesuitas fueron expulsados en 1767 pasando posteriormente el mencionado caserón a manos del obispado, engrosando el patrimonio eclesiástico.

Más tarde la casa pasa a ser propiedad del estado, que la utiliza como ayuntamiento hasta 1841 y que a consecuencia de un incendio queda prácticamente destruida quedando solamente las paredes por ser de piedra y barro. En el incendio se perdieron gran parte de los archivos históricos de La Orotava, salvándose únicamente los pertenecientes al Siglo XIX

Después de su reconstrucción la casa es comprada en 1858 por un terrateniente de Güimar, llamado Gonzalo Díaz Flores, arrendándola, una década después para la instalación de un hotel. Primero fue una Fonda española y a finales de la década de los setenta pasó hacer una Fonda inglesa que se llamó “Hotel Hespérides” teniendo en esa época gran importancia como centro turístico, alojándose en él varias personalidades de ese momento como Francis Richard Burton, conocido aventurero, escritor y filólogo inglés, uno de los grandes exploradores del siglo XIX por su energía, actividad incasable, prodigiosa erudición, facilidad para aprender todas las lenguas y para adaptarse a todo género de vida. La Real Sociedad Geográfica de Londres y la de París le concedieron la medalla de oro, en premio a sus descubrimientos, además como orientalista merece citarse la traducción que hizo de “Las mil y una noche”. Además de Burton se hospedó en el laureado Hotel Hespéride, la prestigiosa pintora inglesa Marian North, nacida en Hastings y muerta en Gloucestershire(1830-1890), pintora que sobresalió en la pintura de flores, siendo en este género una de las mejores artistas que ha existido. Sus flores están ejecutadas con tal perfección, que ha prestado gran utilidad en el estudio de la botánica.

El hotel se cerró en 1901 y dos años después (1903) la compra Don José Brier. Claro está que basándose en este noble apellido, los orotavenses la conocen por la “Casa de Brier”.

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL

 

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