Fotografía correspondiente a la Romería de San Isidro Labrador y Santa
María de la Cabeza de La Villa de La Orotava, pasando por la calle El Calvario
en el mes de junio del año 1957.
Archivo particular de mi amigo desde la infancia de la Calle El Calvario de
La Villa de La Orotava; MANUEL FARIÑA HERNÁNDEZ.
Las fiestas de la Villa de La Orotava recogen distintas tradiciones del
municipio y enaltecen sus costumbres. Unas fiestas en las que se entremezclan
lo religioso, la tradición y el tipismo.
Las fiestas en honor al Corpus Christi, San Isidro Labrador y Santa María
de La Cabeza han "echado" algo más que raíces en La Villa, se han
convertido en todo un testimonio de un pueblo histórico.
La festividad del Corpus Christi tiene su origen histórico en el año 1264,
cuando fue instaurada por el Papa Urbano IV, con el ánimo de conmemorar y loar
el milagro de la Consagración Eucarística. Está antropológicamente emparentada con
la evolución cíclica de las estaciones, con la llegada de la primavera en la
que acontece la renovación de la naturaleza.
La implantación de la festividad del Corpus Christi en Canarias se hizo
paralelamente a la conquista, de manera que todas las poblaciones del
Archipiélago Canario celebran desde entonces la consagración de las Formas.
Esta festividad se celebraba en La Orotava desde sus orígenes como
población, pero empezó a tomar renombre a partir del año 1847 cuando algunos
miembros de la familia Monteverde, bajo la inspiración de Leonor del Castillo,
hicieron una alfombra de flores para festejar el paso de las Andas del Corpus
frente a su casa particular.
Las alfombras constituyen una de las manifestaciones artísticas más
representativas de estas fiestas. Tapices de flores y arenas volcánicas que se
confeccionan para la celebración del Corpus Christi, en su octava jornada.
Su origen se remonta al año 1847, siendo herederas directas de aquella que
auspiciara Leonor del Castillo frente a la Casa Monteverde.
Desde la segunda mitad del siglo XVII, La Orotava viene celebrando la
festividad de San Isidro. Antiguamente cada 15 de mayo, los labradores
celebraban una fiesta en la ermita de Nuestra Señora de la Piedad, situada a
las afueras del pueblo. Es en el siglo XVII cuando se le denomina de San Isidro
Agrícola.
Desde entonces, mucho cambió esta fiesta y de ser un homenaje de los
labriegos a su Santo pasó a ser controlada por la aristocracia. Se ha perdido
la costumbre de levantar arcos y elevar un globo. Actualmente se celebra en el
mes de junio y la feria de ganado y la romería son los actos de más afluencia
de público. Es de destacar que las carretas son tiradas por bueyes, se viste el
traje de mago (vestimenta tradicional del campesino) y las mujeres adornan los
balcones y las ventanas con alfombras, manteles y mantones.
El sábado por la mañana se celebra la tradicional Feria de Ganado. En este
evento ancestral se intercalan tradición, folclore y religiosidad. No es una
mera concentración y exhibición de ganado, sino que además, ese día se realiza
la bendición de los campos y los ganados. Las figuras de San Isidro Labrador y
Santa María de la Cabeza, los santos protectores, salen en procesión hacia su
Santuario, después de la misa.
El preludio de la Romería de San Isidro es la conocida popularmente como “LA
SUBIDA DEL SANTO O DE LOS SANTOS PATRONOS”, una celebración que cada año
irrumpe con fuerza en La Villa. Durante la víspera del día grande, cientos de
villeros acompañan a los Santos Patronos en la noche del sábado, desde el
Santuario del Calvario hasta la Parroquia de Nuestra Señora de La Concepción.
El traslado se denomina "Subida del Santo" y termina con una
exhibición pirotécnica.
En La Orotava también se celebran los carnavales. Una fiesta que ha
conseguido convertirse en una atracción más para visitantes y vecinos del
municipio.
Durante los carnavales se programan diferentes actos como el desfile y
festival infantil, además de la Gala para los más pequeños, y la Gala de
elección de la Reina del Carnaval y damas de honor, que cuenta cada año con una
gran afluencia de público y un gran espectáculo.
Por otro lado, también se desarrollan otras actividades como el festival de
murgas, el rally de coches antiguos y el entierro del popularmente conocido en
el municipio como Crispín. Esta fiesta termina con el gran coso apoteosis del
Carnaval y el festival Drag Queen.
La Semana Santa de La Orotava es especial y posee tres características que
la diferencian de las demás. En primer lugar, no existen ni carros, ni
costaleros, sólo hay “cargadores”. En segundo lugar, no hay grupos
escultóricos, excepto tres casos que son indivisibles: La Oración en el Huerto,
El Nazareno con el Cirineo y La Piedad. Y la más importante de todas; en La
Orotava hay una única Semana Santa. Cada templo celebra sus cultos
correspondientes, pero no se solapan unos a otros. No existe una Semana Santa
por parroquia, sino una la Semana Mayor Villera.
La Semana Santa de La Orotava es una cadena de fervores y evocaciones. Son
días de recogimiento y, pese a los años, aún mantiene viva la devoción y la fe.
Miles de personas salen a la calle para venerar a sus imágenes.
Sus hermandades son el fiel reflejo del trabajo y la constancia. La
hermandad del Calvario, creada en 1864, es la más numerosa de cuantas desfilan
en la Semana Santa. Su promotor fue Diego Benítez de Lugo y Monteverde, y se
dice que las elites reformistas de carácter republicano o masón, formaron parte
de esta cofradía.
La cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno fue fundada en 1871 y se
encarga, precisamente, de la organización del cortejo procesional del
Encuentro.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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