Como Sultana
que hechizó de amores, / Y entre perfumes de cien mil delicias, / Los poetas se
llegan con primicias, / Que te ofrendan al son de sus loores, / Tú los recibes
entre mil primores, / Y amorosa sus frentes acaricias / Con el aire que
pasa, cual albricias, / Perfumado el aroma de tus flores. (Agustín Armas
Arocha. La Cruz Santa 1947)
Divisando
viejos alarde en revistas locales, ya desaparecidas que habitan en mí
hemeroteca me llama la atención un escrito en el "Canarias" del
veinte y ocho de mayo de 1.955, sobre la evocación acaecida en la Villa
de 1901-1.927. Evidentemente, el 15 de junio de 1.901, se celebran en esta
Villa norteña, los primeros juegos Florales de Canarias. La reminiscencia de
este soberbio acaecimiento es recordado hoy por nuestros ascendientes, y creo
que continuará siendo un fundamento de auténtica egolatría para los orotavenses
la remembranza de esa fiesta de arte y poesía. El logro acompañó a los
organizadores del acto, que fue un acontecimiento en el archipiélago,
resultando insuficiente el viejo Teatro Power (tristemente desaparecido en la
década de los cincuenta) para acoger a tantos espectadores. El folleto
conmemorativo dice: que el 15 de junio de 1.901, se efectuó en La Orotava, por
primera vez en esta provincia, la poética fiesta que inmortalizaron los
trovadores provenzales del siglo XIV. Las flores que el renombrado Valle de La
Orotava ofrece por todas partes y que sus habitantes recogen anualmente para
hacer artísticas alfombras y celebrar con ellas la solemnidad de la octava del
Corpus, sirvieron en esta ocasión además, para simbolizar con Juegos Florales
la eterna poesía del jardín de las Hespéride, para convocar en noble lid a
todos los poetas, y para demostrar cuál es la altura intelectual de la región
canaria. La comisión organizadora, constituida por los Sres. Marqués de Celada
(Presidente), Don Nicolás de Ponte y Urtusáustegui (vicepresidente), Don Juan
Cúllen y Machado (Secretario) y los vocales señores Don Tomás Zerolo, D.
Ignacio Llarena, Don Vicente Miranda, Don Cándido León, Don Tomás Salazar y Don
Tomás Ascanio, publicó desde el 15 de Noviembre de 1.900 las bases del
certamen; puntualizando los temas en verso y en prosa sobre que habían de
versar los trabajos que se presentaron. Sesenta trabajos (37 en verso y 23 en
prosa) se recibieron en la Secretaria de la Comisión, antes del 15 de Mayo
último. Cumpliendo también la Comisión organizadora con la base 5ª de la
convocatoria, designó para formar el Jurado calificador a los Sres. Don José
López Martín, Arcipreste de la Santa Iglesia Catedral de Canarias y literato, Don
Domingo Martínez Navarro, Magistrado jubilado, Don Patricio Estévanez y Murphy,
periodista, Don Bernardo B. de Lugo, Abogado y literato, y Don Manuel de Osuna
y Van den Heede, Abogado y Académico. El jurado se constituyó, nombrando
Presidente y vicepresidente respectivamente a los Sres. Don José López Martín y
Don Manuel de Osuna. Asimismo la referida comisión obtuvo el asentimiento de
las bellas y distinguidas señoritas María Teresa García y Pallasar, Juana de
Ascanio y Montemayor, Reyes González de Chávez y Rojas, Isabel Zerolo y
Fuentes, Josefina Benítez de Lugo y Brier y Catalina Monteverde y Lugo, para
formar la Corte de Amor de la Reina las preciosas niñas Luisa y Concepción,
hijas de Sr. Don Gonzalo Díaz Flores.
Conforme se
había anunciado en los periódicos de la provincia, a las 8 y media de la noche
del 15 de Junio se dio principio al acto de los juegos Florales en el Teatro de
La Orotava. Ofrecía este local aspecto sorprendente: la multitud de luces
eléctricas, la profusión de flores, las mujeres hermosas, elegantemente
vestidas, que de todos los pueblos de Tenerife, de otras islas y varias
extranjeras, habían llegado atraídas por la novedad y poesía de las fiestas; el
numeroso público escogido; hasta el correcto traje de etiqueta de los hombres,
todo indicaba que se trataba de una gran solemnidad. En el fondo del palco
escénico y en estrados colocados al efecto se veía bajo dosel de flores el
trono que había de ocupar la Reina de la Fiesta, a los lados las artísticas
sillas de la época, destinadas a las damas de la Corte de Amor y en sus sitios
respectivos los heraldos y los pajes. A la derecha se hallaba el Sr. Don
Nicolás de Ponte y Urtusáustegui. Quien, por enfermedad del Sr. Marques de
Celada, ocupaba la presidencia; a su derecha la primera autoridad militar del
Cantón Don Santiago de Zárate y Monteverde, a su izquierda el Alcalde de La
Orotava Don Luís Llanera y Monteverde y el Secretario de la Comisión Don Juan
Cullen y Machado, siguiendo a estos los vocales Don Ignacio Llarena, Don Tomás
Salazar, Don Tomás Ascanio y varias autoridades y representantes de otras
sociedades. En el lado de la izquierda ocupaba lugar preferente el Presidente
del Jurado Sr. López Martín, luego el Vicepresidente Sr. Usuna, los demás
miembros Sres. Benítez de Lugo y Estévanez, el vocal de la junta y Mantenedor
Don Tomás Zerolo, representantes de la prensa y otras muchas distinguidas
personas. Antes de dar principio a la sección se dirigieron los Sres. Ponte,
Llarena, Ossuna, Salazar, Ascanio y Cúllen a los palcos de los Sres. de García
del Castillo, González de Chávez, Ascanio, Zerolo, Benítez de Lugo y
Monteverde, y ofreciendo el brazo a las señoritas elegidas damas de la Corte
las condujeron a sus respectivos asientos, mientras la orquesta interpretaba la
melodía titulada “Canto de Amor” por López Almadro. Inmediatamente comenzó el
acto haciendo uso de la palabra el Señor Presidente Don Nicolás de Ponte, quien
con lenguaje conciso y correcto abrió la sección. El Sr. Presidente del Jurado
dio lectura al dictamen de este Tribunal, el cual fue escuchado con religioso
silencio. Por disposición de la presidencia se pasó a la apertura del sobre.
Resultó ser el autor premiado con la Flor natural el ya laureado poeta Don
Antonio Zerolo y Herrera, quien usando del derecho otorgado en la convocatoria
de elegir a la Reina de Fiesta y en medio de la expectación de todo el público
se dirigió al palco de la señora Marquesa de San Andrés y Vizcondesa del Buen
Paso, ofreciendo a esta distinguida dama la flor que acaba de obtener. Calurosos
aplausos resonaron en el local y la Reina de la Fiesta, acompañada de su Corte,
pasó a ocupar el trono, mientras la orquesta dejaba oír los acordes de una
marcha triunfal. Acto seguido pasó a la tribuna el Señor Zerolo, quien leyó la
composición “Excelsor”, siendo interrumpido diferentes veces por los aplausos
del público. Continuó luego la apertura de los sobres de los demás autores
premiados, que resultaron ser los Sres. Don José Tabares Bartlet, el citado Don
Antonio Zerolo, Don Miguel Sánchez Vera y Don Luís Rodríguez y Figueroa y se
procedió a la lectura de sus composiciones. Igualmente se dio a conocer al
público una octava real enviada fuera de concurso por autor desconocido, en la
cual se encomia a la Orotava.
Seguido el
mismo procedimiento para conocer los nombres de los autores cuyas obras en
prosa fueron dignas de premio, aparecieron ser los Sres. Don Benito Pérez
Armas, por su novela titulada “De padres a hijos”, Don Leoncio Rodríguez y
González, por la novela “Alma Canaria”, Don Mario Arozana por el cuadro
psíquico-dramático titulado “Luchas del alma”, y Don José González Gómez,
maestro de Instrucción primaria, por su trabajo “Creación de una granja modelo
en el Valle de la Orotava”. Después le fue concedida la palabra al Mantenedor
Sr. Don Tomás Zerolo, el cual pronunció un brillante discurso lleno de preciosa
figuras poéticas. Así que terminó de hablar el Mantenedor, el Sr. Don José
López Martín, Presidente del Jurado, correspondiendo galantemente a la alusión
de la presidencia, dejó de oír su fácil y autorizada palabra.
Y tras breves
frases pronunciadas por el Sr. Ponte, dando discreta y oportunamente las
gracias a cuantos habían prestado su concurso para la celebración de los JUEGOS
FLORALES, terminó este solemne acto, del cual quedó altamente complacida la
concurrencia, y dejó a la Orotava elevada a gran altura en la escala
intelectual de los pueblos.
En la noche
del veinte y nueve de Junio de 1.927, se celebró en el mismo Teatro de La
Orotava la velada literaria- musical que, como homenaje a la “FIESTA DE LAS
FLORES” , preparó el también desaparecido periódico de La Orotava “La Voz del
Valle”. El teatro admirablemente decorado por los artistas señores Perdigón y
Fernández, presentaba un aspecto brillantísimo, figurando entre la concurrencia
distinguidas familias de esta Villa. En el palco escénico, tapizado con una
artística alfombra que representaba el escudo de la Villa de La Orotava y
cubierto todo de flores naturales y damascos, se levantó el trono para la reina
de las fiestas, la bella señorita Eladia Ascanio y Monteverde, y su corte de
honor, formada por las encantadoras señoritas Nieves Lugo y Benítez de Lugo,
Ángela Melían Machado, María Cúllen Lugo, Juana García Bartlet, Concepción del
Hoyo Machado y Micaela Pérez Fariños. Todas lucían espléndidas “toilettee”, y
con su belleza dieron un extraordinario realce a la fiesta. Abrió el acto Don
Antonio Lugo y Massieu, que después de hacer resaltar la significación del
homenaje a las flores que había organizado “La Voz del Valle”, se extendió en
consideraciones sobre el origen de la fiesta del Corpus y las tradicionales
alfombras con que todos los años se engalanan la Villa de La Orotava. En las
dos partes en que se componía el programa de la velada, leyeron notables
trabajos literarios los poetas señores Gutiérrez Albelo, Álvarez Cruz,
Hernández Amador, Rdo. P. Armendáriz, Verdugo y Rodríguez Figueroa y los
escritores Don Luís Diego Cuscoy y Don Agustín Espinosa, que fueron muy
aplaudidos por el auditorio. El joven tenor Emilio Baudet cantó con mucho gusto
la canción del gitano de la zarzuela “La Linda Tapada”, que el público premió
con muchos aplausos. La parte musical de la fiesta estuvo a cargo del notable
concertista Aurelio Naclares, que acompañado al piano por el profesor señor
Marrero (Don Rafael), interpretó un magnifico programa de obras clásicas,
constituyendo sin duda uno de los números más salientes del programa. El señor
Nanclare ejecutó con gran maestría el aria de la suite en re, de Bach; el
minueto en re mayor, de Mozart; la jota de Sarasate, y el fado de J. Hierro,
que tuvo que visar en medio de grandes aplausos del público. La nota cumbre de
la fiesta la dio la soprano dramática de la Opera Cómica de París, señora Faure
(conocida en el teatro lírico por Madame Reville), que encontrándose de
temporada en La Orotava se prestó galantemente a tomar parte en la velada. La
presencia de dicha señora en escena fue acogida con gran ovación, y todo el
público quedó sorprendido ante la magnífica escuela de canto y la voz de la
distinguida artista, que provocó un verdadero entusiasmo en toda la sala. Cantó
dos trozos de “Boheme” y “Madame Buterfly”, acompañándole al piano Don Antonio
Sosa y tuvo que presentarse varias veces al palco escénico para corresponder a
la cordial acogida que le dispensó el público de la Orotava.
Cerró
brillantemente el acto el magistral de la Catedral de La Laguna, Don Heraclio
Sánchez, que pronunció un elocuente discurso, exaltando las bellezas del Valle
de La Orotava y su Fiesta de la Flores. La fiesta constituyó un éxito rotundo
para sus organizadores y muy particularmente para el director de “La Voz del
Valle”, Don Antonio Herreros.
BRUNO JUAN
ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR
MERCANTIL
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