En estos tiempos de pandemia, sobreviviendo a ese
bicho atómico mortífero.
El
amigo desde la infancia de la Calle El Calvario de la Villa de La Orotava;
CARMELO SANTOS VILLAR, remitió entonces (29/10/2020) esta imagen referente al HOTEL
HESPÉRIDES Y CALLE DE LA CARRERA EN EL TIEMPO.
Panorámica tomada al final del siglo XIX, en el último
tramo de la calle La Carrera de la Villa de la Orotava, cruce con la del
Colegio. Ambas calles históricas, alumbrante del arte efímero de la Villa, tal
como le vemos en la fotografía.
En ese caserón existían antes la orden de
los Jesuitas, que se habían establecidos en La Orotava en el año 1600,
empezaron a construir la casa en el año 1696, lo que más tarde sería "El
Colegio de los Jesuitas". La obra era un proyecto bastante sencillo aunque,
la construcción de la iglesia en el interior de la casa causó diversos
problemas por querer situarla por donde pasaba la canal del molino de arriba.
Al final tuvieron que modificar la situación inicial de la iglesia.
Evidentemente nos cuenta el erudito realejero José Viera y Clavijo; a morir en
Canarias el padre Luís de Anchieta, -natural de La Laguna y sobrino remoto, del
otro venerable apóstol del Brasil,- y que fue sepultado en el monasterio de San
Idelfonso de las monjas de San Bernardo, sus compañeros de la orden jesuitas se
volvieron a la península, quedando en La Orotava el padre Araujo con el hermano
Cuéllar, quienes al cabo de cinco años de residencia consiguieron, a instancias
del obispo y del general, que se celebrase cabildo en La Laguna para admitir, o
no, la nueva fundación del colegio, en que hubo, como siempre, protestas y
contradicciones.
Los Jesuitas fueron expulsados en 1767
pasando posteriormente el mencionado caserón a manos del obispado, engrosando
el patrimonio eclesiástico.
Más tarde la casa pasa a ser propiedad del
estado, que la utiliza como ayuntamiento hasta 1841 y que a consecuencia de un
incendio queda prácticamente destruida quedando solamente las paredes por ser
de piedra y barro. En el incendio se perdieron gran parte de los archivos históricos
de La Orotava, salvándose únicamente los pertenecientes al Siglo XIX
Después de su reconstrucción la casa es
comprada en 1858 por un terrateniente de Güimar, llamado Gonzalo Díaz Flores,
arrendándola, una década después para la instalación de un hotel. Primero fue
una Fonda española y a finales de la década de los setenta pasó hacer una Fonda
inglesa que se llamó “Hotel Hespérides” teniendo en esa época gran importancia
como centro turístico, alojándose en él varias personalidades de ese momento como
Francis Richard Burton, conocido aventurero, escritor y filólogo inglés, uno de
los grandes exploradores del siglo XIX por su energía, actividad incasable,
prodigiosa erudición, facilidad para aprender todas las lenguas y para
adaptarse a todo género de vida. La Real Sociedad Geográfica de Londres y la de
París le concedieron la medalla de oro, en premio a sus descubrimientos, además
como orientalista merece citarse la traducción que hizo de “Las mil y una
noche”. Además de Burton se hospedó en el laureado Hotel Hespéride, la
prestigiosa pintora inglesa Marian North, nacida en Hastings y muerta en
Gloucestershire(1830-1890), pintora que sobresalió en la pintura de flores,
siendo en este género una de las mejores artistas que ha existido. Sus flores
están ejecutadas con tal perfección, que ha prestado gran utilidad en el
estudio de la botánica.
El hotel se cerró en 1901 y dos años
después (1903) la compra Don José Brier. Claro está que basándose en este noble
apellido, los orotavenses la conocen por la “Casa de Brier”.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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