En la revista digital “BASKETMANÍA” del amigo AGUSTÍN ARIAS, en su página
dedicada a ELLAS, me llama la atención una clásica fotografía de un equipo de
baloncesto Femenino con vestuario blanco (copos de nieve), cintos y faldas.
Sin pensármelo, me implanto en ella curiosamente para saber de qué quinteto
se trata y la época que estuvo activo, llevándome la sorpresa de reencontrarme con
una señorial grafica inédita tomada en el Colegio de la Asunción de la capital
tinerfeña del CB Medina Orotava, en sus últimos días de los setenta del siglo
XX.
Un club del Baloncesto Femenino entonces dependiente de la Sesión Femenina
Local, la que disponía de un delegado oficial, y nombraba un entrenador
titular.
Durante una década la Villa llegó a disfrutar de este conjunto que militó
en la máxima categoría provincial, codeándose con sus rivales de talla,
entonces el CB. OM, al que le venció en su cancha de Franchi Alfaro.
Un conjunto en el que destacaban: la fuerza y velocidad de Lourdes, la
dirección de Candelaria Ruiz y el juego en la pintura de las recordadas
jugadoras; Cándida Rosa y Milagrosa
García.
Pero desgraciadamente llegó el triste final, el día 21 de marzo del año
1976, se produjo una tragedia brutal en su cancha de Franchi Alfaro, la que nos
relató en la prensa tinerfeña el doctor otorrino don Francisco Raimundo Pérez
Delgado: “… Plácida.
Villa de la Orotava, 21-3-76. Santas Perpetua y Felicidad. Cancha Franchi
Alfaro. 12 de la mañana. Preliminares del partido CB. Medina Orotava - M.
Arrecife: Ambiente cordialísimo entre las chicas lanzaroteñas y tinerfeñas. No
sólo por la tradicional hospitalidad que se dispensan las gentes de ambas
islas, si no porque, de cara a la clasificación, el encuentro a disputar era a
filarmónico ni fú ni fá. Habitual promedio de 30 tranquilos seguidores. Si se
suspendía el partido por incomparecencia del árbitro (moda de la temporada por
la escasez de personal), atravesarían la calle como otros domingos,
entraría en el polideportivo Salesiano se sumarian al otro promedio de cien
aficionados que prefieren el encuentro de los chicos. El guardia municipal de
turno, fuerza, pública que se considera por estos pagos y para estos menesteres
suficiente para velar el orden (¡hasta. la fecha nunca ha pasado nada!),
cumplía rutinariamente su deber, alternando su presencia física en ambas
canchas (tiene la pega de que cuando está en una no puede ver lo que sucede en
la otra. Pero lo oye perfectamente y no precisa más de 15 segundos a paso
normal para trasladarse al lugar preciso). Llega el hombre del traje gris.
Comienza el encuentro. Empieza a silbar ciertamente imparcial. Pero en un
escamante tono altanero, mucho mirar sobre el hombro, no concediendo las más
mínimas explicación en las jugadas dudosas... ¿soberbia? ¿Desahogo de mal humor
ajeno a cuanto allí sucedía? Es opinión comúnmente aceptada, que quien
juzga un partido de baloncesto, si tiene inteligencia normal y un mínimo de
rodaje, puede distinguir fácilmente el 80 %, de las veces, sin temor a
confundirse, teatro de realidad. Otros porcentajes pueden darse naturalmente en
superdotados e idiotas. Muchos por propia experiencia y otros por razones
obvias también aceptan comúnmente que, cuando el choque se produce contra un
poste (en este caso de hierro y sin acolchar) en principio de teatro nada de
nada.
Y es lo
último, en Jugada fortuita, fue lo que te sucedió a la pequeña hermana de
Ventura de La Rosa. Pero el señor de Gris en ribete de sadismo amparado por el
reglamento, permitió que siguiera la jugada no imitando a muchos de sus
colegas, más humanos, que en estos casos no dudan en interrumpir el juego, por
si las moscas. Y luego, de recochineo como, viera que el entrenador Toño acudía
a interesarse por, la mayor o menor importancia del golpe pues... técnica que
te pego, faltando poco para ser respondía con un puñetazo, afortunadamente auto
dominado. Penalización del conato de agresión: ¡40 partidos y 10.000 pesetas de
multa! y también para la jugadora Auxiliadora que estaba cerca de la mesa, e
igualmente muy auto dominada puesto que al estallar el cronometro surgió de
blanco el negro asfaltico y no el gris silbático: ¡ 16 partidos y multa al club
de 25.000 pesetas! Súbitamente atacado de
coribantismo (¿picadura de viuda negra?), el árbitro huyó despavorido. Se
supone que bajo la influencia de la subsiguiente importante calentura,
provocada por la ponzoña tarantulera, redactara esa historia para no dormir de
modo y, manera que no admitiera vacilaciones para que esos señores a dos mil
kilómetros del lugar de los tragicómico sucesos, comprendieran la necesidad de
cargarse inmediatamente a este modestísimo equipo. La sección especializada del
periódico deportivo "As” aprovechó, regocijada, la oportunidad para
insistir, sobre su conocida tesis según la cual los jugadores y aficionados
tinerfeños no somos otra cosa que una “jarcas" de energúmenos. Total:
R.l.P. del Medina Orotava. Tus desconsolados seguidores perdonan contigo a
quiénes te dispensaron en vida tan despiadada justicia terrenal y confían que,
D.M. las iras no lleguen hasta el. Drago de lcod, y que tu desdichado hado
no resulte estéril…”
Inédita fotografía del CB. Medina Orotava en la Asuncionistas de Santa Cruz
de Tenerife, de izquierda a derecha de arriba abajo: Inmaculada González Martín,
Carmita de la Rosa, Candelaria Ruiz, Mary Carmen Sánchez, Cándida Rosa,
Lourdes, Angelita Hernández, Auxiliadora González Martin, Lourdes Sacramento y
Floricel.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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