Fotografía tomada por el amigo de la Villas de la Orotava; J. MANUEL LIMA
GONZÁLEZ.
Si me pongo a hablar y recordar de los seres populares que frecuentaban la
villa de La Orotava en mi infancia y adolescencia, muchos eran varoniles, pero
las féminas también hacían su presencia en estas aristocráticas y embellecedoras
calles de mi pueblo.
Aparece en mi retina, una señora, una dama, que supuestamente entonces su
hogar eran las calles, plazas y demás rincones.
Margarita me desborda de recuerdos, sentada como siempre en el lado norte
de la plaza de La Constitución.
Fue un personaje de la imaginación de un cuento infantil, por qué siempre
que la veía, algo quería decirnos, algo transcribía por su mente, algo se le
pasaba por sus labios.
Curiosamente se apoyaba a un bastón o palo, caminaba dando un paso adelante
y dos atrás, le costaba, pero llegaba.
Lo que no sé como conseguía el vestuario, el alimento, y como sobrevivía tanto tiempo en la intemperie y en la
imaginación.
Lo fácil de aquel tiempo era el recordado Hospital de la Santísima Trinidad
de San Francisco, o quizá cualquier lugar esotérico, escondido entre platanales
y barranquillos.
Lo que sí está claro que “Margarita” fue una dama orotavense de pro, que él
pueblo la quería de todo corazón.
Que este mensaje le honre como un merecido homenaje, ya que es historia en
La Villa de La Orotava.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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