Histórica fotografía orotavense, que llama la atención, por el contenido de
la misma. Se trata del Cristo de Velázquez, plasmado en la calle La Carrera de
la Villa de La Orotava, en la década de los años sesenta del siglo XX. Por el
escultor, dibujante y alfombrista villero Ezequiel León Domínguez (fallecido).
Todo un tapiz confeccionado en flores, que representa una de las mejores
obras del artista andaluz, que ha sido la mejor alfombra de flores jamás
lograda en la Villa. El tapiz pertenece al alfombrista orotavense
Antonio Pérez Betancourt y fue difundido mundialmente a través de la portada
del prestigioso diario madrileño ABC.
El Cristo de Velázquez es una obra de carácter religioso escrita por Miguel
de Unamuno, dividida en cuatro partes, donde
analiza la figura de Cristo desde
diferentes perspectivas: como símbolo del sacrificio y la redención, reflexión
sobre los nombres bíblicos (Cristo mito, Cristo hombre-Cruz, Cristo-Dios,
Cristo eucarístico)
Siguiendo, en cierto modo, la estela de fray Luis de
León. Significado poético y simbólico de la imagen del Cristo pintado por
Velázquez, que durante su primer viaje a Italia entre 1629 y 1630 pudo estudiar las obras de los
grandes maestros. Sus estudios del desnudo a partir de obras clásicas se
pondrán de manifiesto en La fragua de Vulcano y La túnica de José, pintadas
allí. Esos estudios habrían posibilitado el magistral desnudo de este cuadro,
por la fusión que demuestra de serenidad, dignidad y nobleza. Es un desnudo
frontal, sin el apoyo de escena narrativa, con el que Velázquez hace un alarde
de maestría y consigue que el espectador pueda captar la belleza corporal y la
serena expresión de la figura.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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