miércoles, 24 de mayo de 2017

FIESTAS MAYORES DE LA OROTAVA, AÑO DE 1955



Fotografía correspondiente a la Romería de San Isidro Labrador y Santa María de la Cabeza del año 1955, propiedad de los archivos particulares de mi amigo desde la infancia en la Calle El calvario de la Villa de La Orotava; MANUEL FARIÑA HERNÁNDEZ.
La panorámica está sacada casi desde el anexo de mi domicilio actual en la Calle El Calvario de La Orotava. Primeras fotos en color que aparecen por este territorio que tardaban un mes por revelarse en Madrid, las cuales se mandaban a través del correo corriente.
Vemos mezclas de colores en el vestir de magos y magas, prevalece el negro y el rojo, pero lo más importante del desfile histórico que se desarrolla desde el año 1936, es el orden, equilibrio, respeto en el vestuario y en el jolgorio.
Muchos espectadores, más que romeros, todos en orden y atentos al paso de los romeros. Destacando la calle como era entonces, con la mansión del recordado Hotel Suizo, entonces propiedad de don Pedro y doña Ciriaca Fuentes, la casa de los Castro y muchas más que formaban el armonio y lo natural de los habitantes de aquella década prodigiosa.
Según el amigo y convecino de la Villa de La Orotava heraldista, escritor, investigador Antonio Luque Hernández. Fiestas Mayores no Fiestas Patronales, porque la Villa de La Orotava está desde su origen bajo el patronazgo de la Santísima Trinidad —de ahí el nombre del Hospital, primera fundación benéfica del lugar, ya funcionaba en 1511—. En la antigüedad las fiestas mayores eran las de la Circuncisión y la Invención de la Cruz. La de Corpus adquirió protagonismo sólo a partir de la consolidación de las Alfombras de Flores y la de San Isidro es mucho más moderna.

Recatando unos valiosísimos escritos del recordado e inolvidable cronista oficial de La Orotava, ex-maestro nacional Benjamín Afonso Padrón, que publicó el desaparecido semanario orotavense "Canarias", aludidos a las fiestas mayores de la Villa del año 1.955, que comienza diciendo: La Octava del Corpus Christi es para esta Villa de La Orotava, la más feliz coyuntura en lo que a demostración de su fe y de su arte se refiere. Y hablando del arte, de los artistas, del material natural que utilizan; la flor, el brezo. El olor aromático que embellece las pinas calles de la Villa en homenaje a la majestad divino que los orotavenses confeccionan desde la madrugada para luego al caer la tarde, verlas morir, Benjamín Afonso Padrón expresaba: Que millares de personas recorren sus pinas calles admirando la original y magnífica tapicería floral, que es arte delicado conservado a lo largo del paso de las generaciones, con tal celo, que cada año se observa dentro de la ya característica perfección, un afán de superarse, de elevarlo al límite de todas las posibilidades de realización artística del hombre. Por ello, este arte originario de esta Villa de La Orotava, lleva impreso un sello de magnificencia tal, que el espíritu se siente como transportado a regiones de ensueño, en las que ha surgido una maravillosa ciudad, entre aromas de innumeras flores, cuyos pétalos son colores de la mágica paleta de un ser misterioso -acaso el ser que pudiera ser símbolo de nuestra raza profundamente religiosa- que pinta sobre el lienzo vegetal del brezo de los montes, sugestivas estampas eucarísticas, que se inmolan en las calles, entre el palpitar fervoroso de un pueblo que vive bajo los resplandores áureos de la Custodia. Las alfombras de flores han sorprendido a mi espíritu deambulando por el campo de las inquietudes artísticas para ungirlo con los efluvios de su armoniosa belleza. Desde aquel instante en que por primera vez vio a la Orotava con sus regias galas florales, comprendió que había venido a habitar a un pueblo de geniales artistas que tienen a gala -ojala aconteciera así en todos los pueblos del mundo- derramar en sus calles el numen de su inspiración, para que la pisada de Cristo por el Camino espinoso de nuestro pecado, sea acariciada por los pétalos de las flores, en los que vive el ósculo piadoso de las generaciones.
Continuando con la descripción de las fiestas patronales, mensaje que manifiesto a todos mis paisanos de La Orotava, dejando al recordado Benjamín Afonso Padrón para posterior acabar con su narrativa sobre la Romería de San Isidro, y así calar en la actualidad, y afirmar del actual alfombrita Don Domingo Expósito encargado de la elaboración del colosal tapiz de la plaza del Ayuntamiento. Don Domingo Expósito es licenciado en Bellas Artes por la Universidad de La Laguna, sus comienzos profesionales los realiza como profesor de Dibujo de BUP y COU en un colegio privado. Más tarde fue nombrado concejal de Cultura y Deporte del Ayuntamiento de La Orotava. Su inclinación artística lo empuja a trabajar en la confección de alfombras en distintos municipios tinerfeños para acabar, a finales de 1.991, como director de la academia municipal de dibujo de La Orotava y autor también de los tapices de la plaza del Ayuntamiento.  Con respecto a la opinión del público general que espera consolidar el gran tapiz de la plaza, Domingo argumenta: La Verdad es que el público es bastante crítico. Hay que tener en cuenta que por un lado es una tradición que lleva cerca de un siglo aquí en La Orotava y por otra parte mi experiencia y la del equipo. En corto tiempo que hacemos el tapiz de la plaza, no se puede pretender que en este espacio tan corto se pueda alcanzar la maestría de un equipo que llevaba cerca de cuarenta años haciéndolo. Lo que más se habla en la calle relativa a los presupuestos de las alfombras que a veces ha accedido abjurarse de cuantioso, el actual alfombrista Domingo Expósito, afirma: Que la verdad es que se hace difícil calcularlo, puedo decir que antes, el presupuesto rondaba los tres millones de pesetas, pero ahora, la gente que trabaja lo hace de una forma desinteresada y lo que reciben a cambio es una gratificación por parte del Ayuntamiento que consiste en dos o tres cenas que tienen lugar antes, durante y después de las fiestas.
Cuscoy, decía  que en la Villa  nació la costumbre de cubrir las calles con  alfombras de flores en la festividad de la Octava del Corpus Christi. Es un arte inimitable que revela  una fina sensibilidad. Las Calles en cuesta ofrecen una mágica perspectiva en colores: largos tapices y bellas obras  con temas eucarísticos, totalmente confeccionados con pétalos se tienden sobre el empedrado. En la Plaza  del Ayuntamiento se confecciona un gran tapiz en el que solamente  se emplea tierras de colores. Pero estas tierras no son teñidas sino que sus colores son naturales y casi todas ellas proceden de Las Cañadas del Teide. Los tonos mates y  las delicadas tintas le comunican al tapiz una  suavidad de gobelino. Así definía el villero universal  Don Luís Diego Cuscoy el arte de su adamadura, porque La Orotava era su  remembranza inagotable.
Al Corpus y a las flores que le custodian, le cantó el imperecedero poeta de Icod de Los Vinos Emeterio Gutiérrez Álbelo, poeta ilustrativo, romántico, apasionado por las vivencias y costumbres de nuestro terruño. Participó en  numerosas fiestas de arte y juegos florales: “…Corpus  Christi. / Cuerpo /  de cristal /  y de  fuego. / Búcaro de  amapolas. /  Haz  de espigas, ardiendo. /  Alfombras de fragancias / sobre  la voz del Viento. /  Pan  redondo /  y supremo. /  Arco /  Tenso /  con su flecha  de luz, /  clavada en el misterio. / …”
El Corpus era resaltado por el triunfante juglar Emeterio,  porque su arte constituye una muestra original de gran belleza, que refleja la inclinación estética del canario. Mientras que, las calles de la Villa  se  cubren de alfombras o tapices de flores para el paso del Divino Redentor. Las  arenas multicolores extraídas de los celebren azulejos del Teide cubren ese  gigantesco  y original tapiz de la histórica y encantadora placeta del Ayuntamiento. La Orotava se aborrascará de su arte consuetudinario.
Dejando el arte  de las alfombras de la  Villa, nos equidistamos en la segunda parte de las fiestas patronales de La Orotava del año 1.955, accedemos a otro artificio de aires campesinos y folklorista que es la Romería de San Isidro, el "Canarias" tituló "Tesoro de Belleza, de Equilibrio, de Alegría", observándose fotografías de artísticas carretas de un original motivo típico, entre ellas citan las proyectadas y dirigidas por los orotavenses; Don Ambrosio Díaz Afonso y la Señorita dª. Leonor Ascanio y Monteverde. Si las alfombras de flores gozan de justa fama, no le va tampoco a la zaga en popularidad, la Romería de San Isidro, esa maravillosa estampa viviente que es relicario de nuestras tradiciones. La Romería, así como las alfombras, ha sido cantada por nuestros poetas, ha ido de pueblo en pueblo en alas de la fama para así, cuando ella surge a la llamada de la fecha, toda la isla sé de cita en la Villa de La Orotava y sus calles silenciosas se pueblen de rumores, con San Isidro y Santa María de la Cabeza. Mucho se ha escrito de las Alfombras y de la Romería, no obstante, el tema es inagotable porque sus facetas no tienen número. El cronista Benjamín Afonso Padrón decía de la Romería, las más bonitas de Canarias, como dice la copla: Que siempre nos llega de lejanas tierras un recuerdo, unas palabras de quienes vinieron a esta Villa para admirarla; y aunque el tiempo pase queda en el espíritu la remembranza de la jornada de la Romería.
Una carta del mantenedor de la Fiesta de Arte del mencionado año 1.955, Fiesta que organizó el citado Semanario "Canarias", Don Santos Beguiristain, Canónigo de Pamplona: Y en medio como un belicismo sueño, la misión maravillosa de la Isla y del Valle, Las Cañadas y de las Fiestas. Mucho me encantó la procesión Eucarística; pero más, mucho más -en su propio orden- la Romería de San Isidro. No saben Uds. el delicioso tesoro de belleza, de equilibrio, de alegría, que delata esa parada encantadora... Y hasta Septiembre, si Dios quiere. Hemos de completar la exploración vertical de la isla, tocando el Teide. Las frases del culto eclesiástico no pueden ser más encomiásticas ni sinceras. En ellas no viene como un mensaje cariñoso. El sentimiento de admiración de quien nos concedió el honor de ser el artífice del brillante cierre de una velada literaria cuyo éxito no radicó principalmente en los organizadores, sino en el acogimiento que el público la dispensó y en el verbo cálido y fervoroso del ilustre Canónigo. Aquellas palabras del quimérico mantenedor de la Fiesta de Arte del año  1955 Sr. Beguiristain, -Ilustre Canónigo del Colegio Mayor Universitario de San Pablo de Madrid, Canónigo de Pamplona, tan conocido, entonces, por su arrolladora y convincente elocuencia de que ha dado prueba en innumeras ocasiones, tal como en los actos del Congreso Eucarístico de Barcelona del mencionado año, en que con su palabra fue verdadero propulsor del entusiasmo de los millares de congresistas-. Pues son la aureola de una fiesta de Romería, que sus ojos contemplaron cual si se posaran en la corriente de un río maravilloso: este río de romeros que cada año surge de las entrañas de la Tradición, en la jornada festera del Corpus y San Isidro Labrador. San Isidro patrón madrileño ansioso de pasear por las calles de La Orotava. Lo hemos visto en esas banderolas que han montado guardia a la puerta de su Ermita. Y en ese regocijo festero que va apoderándose de la PLAZA FRANCHI ALFARO Y DE LA CALLE DEL CALVARIO: Si canto, me dicen loco; / y si no canto, cobarde; /  Si bebo vino, borracho; / y si no bebo, miserable. /
El amigo de la infancia de la Villa de La Orotava;  EVARISTO FUENTES MELIÁN ALÍA “ESPECTADOR”, remitió entonces estas notas: “…JUNIO AÑO 1955. Mis FIESTAS MAYORES DE LA OROTAVA JUNIO 1955. (SEGÚN MIS NOTAS DIARIAS).  CONTEXTO AMBIENTE. Yo, con 16 añitos de edad, ya jugaba de vez en cuando de peón al pericón (juego de cartas también llamado del envite entre seis, tres contra tres) y a la ronda en el Liceo viejo  en algunos bares. No tenía la edad, pero me dejaban entrar con mi pandilla, casi todos mayores que yo, habían cumplido ya los 18.
MIÉRCOLES 15 JUNIO 1955
Vísperas de las Fiestas. Cabalgata de Gigantes y Cabezudos.
JUEVES 16 JUNIO 1955,
Octava del Corpus Christi. Por la mañana ayudo, con mi amigo Santiago  Estévez González, a hacer la alfombra del Colegio Salesiano, en la calle trasera de la Parroquia. Por la tarde vamos a la zona urbana de La Parada, a Casa Segundo y tomamos algo. Luego recorro las alfombras con mis amigos Evelio, Lorenzo y compañía.
VIERNES 17 JUNIO 1955
Por la tarde, fútbol amistoso (En estadio Los Cuartos, en cancha de tierra): UD Orotava 1 CD Tenerife 2. Más tarde, paseamos por la plaza del kiosco, me monto en los cochitos de choque, vamos a los ventorrillos y luego vemos los fuegos artificiales desde el mirador superior del edificio del cine Orotava, Rascacielos de don Casiano, que aún no estaba totalmente  terminado. (En aquel año, era el edificio más alto de todo el Valle, y posiblemente de todos los pueblos de la isla; todavía no se había iniciado la construcción de los hoteles del Puerto de la Cruz). Me acompañan a ver los fuegos desde aquel mirador con impresionantes vistas, mis amigos: Juanito Hernández García; Isaac Valencia Domínguez; Eugenio Zárate y Machado;  y Evelio González Guardia (casi todos de mi 6º curso de bachillerato en los salesianos). Luego, vamos a la verbena en la plaza de Franchi Alfaro.
SÁBADO 18 JUNIO 1955
Por la tarde, baloncesto amistoso: Independiente (de la Villa) 22. Hernán Imperio (de la capital) 28. Después, vamos a los cochitos de choque y me monto con mi amigo Raúl (Rucadem) Hernández Ramos. Paseamos luego por la plaza.
DOMINGO 19 JUNIO 1955
Día de la Romería. A las 9 de la  mañana, voy a misa a mi colegio Salesiano.  En la Romería no me visto de mago, y la veo desde la calle de La Carrera y la del Calvario (no había puente todavía, el puente de la Carrera del Escultor Estévez,  se realizaría una decena de años más tarde).  Me encuentro con Raúl (Rucadem) y estamos por la plaza y luego nos montamos en los cochitos. Vamos al kiosco. Después de la hora de la cena, hay concierto de la Banda de Música, a las 11 de la noche, en el kiosco de la plaza de La Alameda.  Y a la 1,30 de la madrugada, regreso a mi casa en el servicio (especial para las fiestas) de La Calducha (guagua urbana Los Poyos- La Piedad), con Evelio (antes mencionado) que vive en el mismo barrio. (La Calducha se había estrenado el año anterior). Así fueron mis Fiestas Patronales de La Orotava del año 1955…”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABREU
PROFESOR MERCANTIL

No hay comentarios:

Publicar un comentario