miércoles, 7 de febrero de 2018

EL BARRIO DE LA CANDELARIA DEL LOMO



Según el amigo desde la infancia de la villa de La Orotava;  ANTONIO LUQUE HERNÁNDEZ: “…La Ermita de la Candelaria del Lomo. Santuario erigido en el Lomo del Monturrio o de la Cruz de Pedraza, a la vera del viejo camino de Chasna, en uno de los límites históricos de la trama urbana orotavense. Pertenece a la parroquia de San Juan. Este recinto se levanta donde antiguamente se abandonaba la urbe para encaminarse a Chasna. La ermita originaria data de 1689 y fue auspiciada por el presbítero Manuel de Abréu y Aday, ministro del Santo Oficio construyéndose inicialmente como una tradicional ermita de pequeñas dimensiones, cuya espadaña campanario sobresalía como elemento arquitectónico destacable. Debido al abandono secular la fábrica mostraba en el siglo XX síntomas de envejecimiento, y el deterioro impuso una reforma integral de la construcción. Ello explica que la actual ermita sea un edificio totalmente renovado de estilo neo canario que pudo ser erigido gracias a las aportaciones económicas de los vecinos del Lomo de la Cruz del Monturrio. El proyecto fue firmado por el arquitecto Félix Sáenz Marrero, comprometiéndose a entregar las obras definitivamente en 1967, el 23 de abril, día en el que también se descubrió un busto que representa al prelado del Obispado nivariense Domingo Pérez Cáceres.
Busto del obispo Pérez Cáceres, se trata de una escultura de bronce sobre base de hormigón, decreciente, revestido por láminas de mármol. Las dimensiones del busto son: 60 cm x 70 cm x40 cm (alto, ancho y fondo). Por su parte, el pedestal mide 216 cm x 74 cm x 55 cm. Iconográficamente el homenajeado aparece ataviado con el hábito de prelado, singularizada por una gran cruz que pende sobre su pecho. Su autor fue Enrique Cejas Zaldívar, que había intervenido en el Monumento de los Caídos de la Plaza de España en Santa Cruz de Tenerife.
Según el convecino e historiador orotavense Antonio Luque Hernández, la Ermita de La Candelaria del Lomo, es un Santuario erigido en el lomo de la Cruz del Monturrio o de Pedraza, a la vera del viejo camino de Chasna. Su construcción fue concertada por el presbítero Manuel de Abreu y Aday, en su testamento de 15 de noviembre de 1689, ante García González Viera. La fábrica original tenía diez varas de largo por seis de ancho, y fue construida con buenas maderas y dotada con una campana. Esta ermita pertenece a la parroquia de San Juan, en ella se hacía una solemne función anual con procesión por las calles adyacentes, que costeaban los veci­nos, para la que adornaban el cuadro donde está pintada la Virgen; esa representación de Nuestra Señora es un óleo del artista Jerónimo Cabrera, copia de otro de Francisco Martínez, que poseía el capitán y teniente de corregidor Diego Martínez de Alayón. El año 1739 salió en procesión por primera vez esta imagen sacra desde la ermita a la calle del Castaño y de allí bajó a la que primero atraviesa al volver por la calle de la Estopa, regre­sando al santuario. El patronato de este santuario perteneció al historiador José Antonio de Anchieta y Alarcón (1705 -1767), en su calidad de heredero del fundador, y con el trans­curso del tiempo recayó en sus descendientes los Ossuna. Aparte de la pintura que repre­senta a la titular, se guarda en el lugar un meritorio óleo sobre lienzo del pintor orotaven­se Gaspar Monso de Quevedo (1616-1670), titulado la Penitencia de Santo Domingo, ade­más de dos lienzos de autor anónimo canario de la primera mitad del siglo XVIII que repre­sentan la Circuncisión del Señor y San Antonio. La vieja capilla, largo tiempo abandonada, fue ampliada y restaurada, según proyecto del arquitecto Félix Sáenz Marrero, con Ángel García Trujillo como maestro de obras, gracias a las limosnas del vecindario, a que el dueño de la finca Luís González de Ossuna cedió gratuitamente el solar y al entusiasmo del presbítero Domingo Hernández González (1893-1984), párroco de San Juan, quien por su celo y ejemplar labor sacerdotal, a su muerte ocurrida el 1 de octubre de 1984 fue sepulta­do en el presbiterio de este templo. La solemne inauguración del nuevo santuario se hizo el domingo 23 de abril de 1967, y ese mismo día se descubrió en el exterior un busto, en bronce, del inolvidable obispo de Tenerife Domingo Pérez Cáceres…”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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