Fotografía referente a la alfombra de don Felipe Machado y sus
colaboradores en la plaza del Ayuntamiento, en la década de los años veinte del
siglo XX. Curiosamente podemos observar los macetones que estaban colocados en
los baluartes de la mencionada plaza correspondiente al proyecto de Mariano
Estanga, que fueron destruidos al final del siglo XX de una manera no muy
ejemplar y sustituidos actualmente por otros que en nada tienen que ver con el
proyecto del eminente arquitecto.
En la década de los años
veinte se llegó a apuntar una apasionante idea, la unión de los cuatros pueblos
del Valle, formando una sola entidad, para la defensa de sus intereses, para
que sus peticiones o sus protestas, tuvieran la fuerza y eficacia que iba a
fructificar esa unión. No se dio el caso, de que por cualquier Ayuntamiento de
los pueblos que integraban entonces el Valle, que solicitaran alguna ventaja
material o consignarse alguna queja, como la que se aconteció el día doce de
Febrero de 1921, con unos acuerdos tomados por el Ayuntamiento del Puerto de la
Cruz, indicaban a la vez, alcanzar el apoyo de los otros ayuntamientos, por
estimar, con razón, que tales peticiones y protestas debería de ser tenida más
en cuenta. Se advirtió que no existía ninguna incompatibilidad de un pueblo con
otro, respecto de las mejoras que cada uno aspiraba a obtener para su mayor
adelanto, porque todos tenían como fin el engrandecimiento del Valle. Hasta la
Naturaleza, esa gran maestra de la verdad, que dijo un gran pensador, parece
manifestarlo elocuentemente, a los cercanos entre dos grandes cordilleras que
nacen en la alta cumbre y termina en el mar. El Valle de la Orotava por su
posición geográfica, por la riqueza de su suelo, por la salubridad de su clima
y otras muchas condiciones más, estaba llamado a ser un gran centro de
producción y de turismo, superior a los muchos que existen en el mundo, si bien
a esas circunstancias naturales había que unir las materiales, como son, puerto
suficiente al desarrollo comercial de la región, vías de comunicación rápidas.
Y al objeto de lograr dicho complemento, para hacer de esta parte de la isla un
emporio de riqueza y de progreso, precisaba que la unión o mancomunidad se
realizara.
Indudablemente, no se
llevó a cabo, cada pueblo actuó bajo su propia autonomía, claro está que este
ultimo y celoso método, llevó a este bendito Valle a la miseria y al retroceso,
porque los tres pueblos, jamás llegaron a un consenso de planificar la
impresionante organización que el Valle requería, terminando por dañar
totalmente a la majestuosa naturaleza, que aquellos sabios viajantes apuntaban
hacía el progreso de la humanidad.
BRUNO
JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
No hay comentarios:
Publicar un comentario