En las fiestas mayores de la Villa de
La Orotava del mediado de los años cincuenta del siglo XX, en la gran Romería
de San Isidro, como dice la copla, pone su fin al final de la Calle El Calvario
de La Villa de La Orotava. En la panorámica, vemos tres puntos característicos
de la Romería de San Isidro y Santa María de La Cabeza de la Villa: Arte, orden
y verticalidad en la bajada por la calle El Calvario.
Si las alfombras, es el arte efímero
de los artistas orotavenses en su homenaje a la Divina Majestad, que han ido
superándose años tras años, desde la recordada academia de dibujo municipal
hasta la actual escuela de alfombristas. En la romería empezó con artista al
igual que en el arte flora, en la confección y diseños de las carretas, los
mismos que destacaban en el alfombrísmo lo hacían en el paseo romero, aquellos
inolvidables Ambrosio Díaz Manzano, Victoriano Martín Raya y otros tenían un
punto de mira en el arte tanto en el floral como en el romero.
En esta extraordinaria y gigante
fotografía de aquellos años idos, podemos observar; arte en estas dos carretas tipismos
(La Lechera y la cesta), orden entre el carretero, romero y público en general
y verticalidad que baja al ritmo de la copla por la calle que en la historia le
ha hecho grande en la ciudad. La Orotava.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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