Impresionante
tapiz de flores naturales de distintos colores confeccionado en la década de
los años veinte del siglo XX, exactamente en la esquina del final de la calle
Colegio y La Carrera de La Villa de La Orotava. Rodeado de entonces niños,
jóvenes y mayores de distintas capas sociales de la Villa, tanto de los
pertenecientes a “Coburgos” como a “Plebeyos”, tal como se diferenciaban en
aquellos años idos.
El
tapiz pertenece a la Casa “Brier”, fue confeccionado durante muchos años por el
artista orotavenses en el arte efímero y en las carretas de LA Romería de San
Isidro Ambrosio Díaz Manzano, que con el tiempo le sucedieron; Félix Hernández
Álvarez, Luis García Mesa (arquitecto) y Angelito González (que todavía sigue
en la brecha).
La "Casa Brier", que la vemos a la derecha de esta extraordinaria
fotografía, fue en el tiempo el centro de la orden de los Jesuitas, que se
habían establecidos en La Orotava en el año 1600, empezaron a construir la casa
en el año 1696, lo que más tarde sería "El Colegio de los Jesuitas".
Los Jesuitas fueron expulsados en 1767 pasando posteriormente la casa de
“Brier” a manos del obispado, engrosando el patrimonio eclesiástico. Expulsión
que se produjo en España, mucho antes de que el Rey Carlos llegase a ser
tercero de España, ostentando todavía el título de gran duque de Toscana, y
principalmente desde los primeros años de su reinado en Nápoles, sentía una
oculta aversión contra la influencia y poderío del clero, y especialmente de
algunas órdenes religiosas, sobre las cuales realizó obra de saneamiento,
principalmente en la de los jesuitas.
La casa más tarde pasa a ser propiedad del estado, que la utiliza como
ayuntamiento hasta 1841 y que a consecuencia de un incendio queda prácticamente
destruida quedando solamente las paredes por ser de piedra y barro. En el
incendio se perdieron gran parte de los archivos históricos de La Orotava,
salvándose únicamente los pertenecientes al Siglo XIX.
Después de su reconstrucción la casa es comprada en 1858 por un
terrateniente de Güimar, llamado Gonzalo Díaz Flores, arrendándola, una década
después para la instalación de un hotel. Primero fue una Fonda española y a
finales de la década de los setenta pasó hacer una Fonda inglesa que se llamó
“Hotel Hespérides” teniendo en esa época gran importancia como centro
turístico, alojándose en él varias personalidades de ese momento como Francis
Richard Burton, conocido aventurero, escritor y filólogo inglés, uno de los grandes
exploradores del siglo XIX. Y la prestigiosa pintora inglesa Marian North,
nacida en Hastings y muerta en Gloucestershire (1830-1890), pintora que
sobresalió en la pintura de flores, siendo en este género una de las mejores
artistas que ha existido.
El hotel se cerró en 1901 y dos años después (1903) la compra
Don José Brier, abuelo del actual dueño de la casa. Claro está que basándose en
este noble apellido, los orotavenses la conocen por la “Casa de Brier”. Desde
entonces hasta la actualidad la casa ha sido utilizada como residencia
familiar.
Detrás vemos también una importante Mansión de La Villa de La Orotava
conocida por “MANSIÓN MOLINA”, número 4 de la Calle de San Francisco de la Villa.
Edificada por Francisco de Molina y
López de las Doblas, ubetense establecido en La Orotava, donde casó el 31 de
agosto de 1593 con Isabel de Lugo y Valcárcel, hija del regidor Francisco
Benítez de Lugo y de su segunda esposa, Isabel de Cabrera. Tiene dos plantas, en su fachada destaca la portada
plateresca de cantería, de líneas sencillas, con pilastra cajeadas, sobre las
que aparecen círculos. El balcón descubierto, muy estrecho y de bellos
balaustres torneados, tiene base de cantería con dos remates laterales.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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