Fiestas
mayores de la Villa de La Orotava, del final de la década de los años cuarenta
del siglo XX, en los anexos a la parada de Taxis de Los “Ricos”, en la esquina
de las calles El Calvario y García Beltrán. Máximo Hernández García (Castro) y
Miguel Ángel Barbuzano González, ambos con estreno del nuevo y habitual
vestuario para el disfrute de las fiestas de la Villa.
Miguel
Ángel Barbuzano González, que fue concejal del Ayuntamiento de Santa Cruz de
Tenerife por el PSOE, Consejero del Cabildo Insular de Tenerife por ATI y dos
veces Senador en Madrid por CC. Fallecido muy joven, perito industrial y
reflexivo político de los de antes. Era primo segundo mío, mi padre Juan
Álvarez Díaz que era primo hermano de su madre Anita González Díaz (casi una
hermana), traía a La Orotava desde la calle de La Marina de Santa Cruz de
Tenerife donde residían a Miguel Ángel para que disfrutara de las fiestas y de
sus largas vacaciones escolares.
Máximo
Hernández García que conocemos por Máximo “Castro”, entonces vecino de nuestra
casa, contrastó amistad como un vecino más con el pequeño Miguel Ángel para
disfrutar de las fiestas mayores y de sus vacaciones escolares.
Máximo
que entonces era un enamorado de las procesiones infantiles (los niños que
jugaban con los Santos), quizá no tuvo tiempo de engalanar al chicharrero
Miguel Ángel de sumo sacerdote para que le expusiera los sagrados sermones en
los pequeños pulpitos que colocaba sobre los bancos de la plaza de Franchi
Alfaro, y ataviar sus chavalas
procesiones.
Esta
extraordinaria fotografía que me regaló mi vecino desde la infancia en la calle
El Calvario de La Orotava Máximo Hernández García, habla por sí misma, puesto
que tanto el propietario de la foto y el visitante ilustre (ambos aún con
pantalones cortos) de mí recordada casa o pequeña mansión de La Villa es una
quimera.
BRUNO
JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR
MERCANTIL
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