Fotografía
referente al principio de la lagunera Avenida de la Trinidad, umbral del
artículo del amigo Javier Lima Estévez, y que se realizó en los cincuenta del siglo XX.
Para enlazar la Ciudad de Agüere, primero con el entonces nuevo inmueble de la
Universidad y después con la autopista del Norte.
El amigo de La Villa de La Orotava; JAVIER LIMA ESTÉVEZ.
Graduado en Historia por la Universidad de La Laguna, remitió entonces (2016) este
articulo histórico, que tituló; “UNA AVENIDA CON ESENCIA REALEJERA”.
Publicado
en la Opinión de Tenerife, el sábado
28 de Mayo del 2016: “…A lo largo de su amplia trayectoria
histórica, el municipio tinerfeño de Los Realejos ha sido lugar de nacimiento
de múltiples personas con trayectorias destacadas en diversos ámbitos. En ese
sentido, procedemos a destacar algunos aspectos de la vida y la obra del
coronel Baltasar Gabriel Peraza de Ayala y Machado (1701-1770).
Nació el 1 de marzo de 1701, siendo
bautizado en la Parroquia de Nuestra Señora de la Concepción del Realejo Bajo. Contrajo
matrimonio con Clara Petronila Interián de Ayala, siendo «señora-jefe y
representante de las Casas de Interián, patricias genoveses, y de Ayala, nobles
patronos del monasterio de San Diego del Monte», tal y como establece el
profesor universitario y excelso
investigador José Peraza de Ayala (1903-1988) en su obra Historia de las casas
de Machado y Monteverde en las islas Canarias. El enlace entre Baltasar Gabriel
y Clara Petronila se celebró en La Laguna, el 20 de agosto de 1727, teniendo
por descendencia a un único hijo que falleció siendo apenas un niño.
Al igual que sus antecesores, desempeñó una
amplia y fecunda carrera militar, obteniendo diversos cargos con ascensos y
reconocimientos a tal labor, siendo, según nos recuerda José Peraza de Ayala,
«una de las personas que mayor posición social y respeto general disfrutó en su
tiempo. Y no podía ser de otra manera ejerciendo como ejercía conjuntamente
importantísimos cargos, el patriotismo y talento de que dio pruebas en su
actuación, la ostentación que hizo de su riqueza, piedad y blasones».
Preocupado e inquieto por los sucesos de su tiempo, llegaría a presentar
diversos informes y propuestas ante los acontecimientos que jalonaron el siglo
ilustrado canario. Asimismo, desempeñó en la isla de Tenerife el cargo de fiel
ejecutor y regidor; síndico personero general; diputado y mensajero elegido para
dar la bienvenida a Fernando VI ante su llegada al trono. Además, fue diputado
del Ayuntamiento y elector del síndico personero. En el ámbito de la
corporación municipal, actuó como diputado de Meses en los cabildos; de Corte; de
Fiestas y de Indias; de Montes y de Aguas y procurador mayor. A propuesta de
Juan de Urbina, comandante general de Canarias y presidente de su Real
Audiencia, el nombre de Baltasar Gabriel figuró para ocupar el cargo de coronel
en el regimiento de Los Realejos. Toda una serie de aspectos que, el
desaparecido investigador José Peraza de Ayala, desgrana a la perfección a
través de una amplia y concienzuda investigación en archivos y otras fuentes
documentales que se traduce en el estudio publicado en la Revista de Historia
con el título “El linaje español más antiguo en Canarias”.
El nombre de Baltasar Gabriel permanecerá
para siempre unido a la bulliciosa ciudad Patrimonio de la Humanidad, pues, en
La Laguna mandó a construir una hermosa vivienda y capilla anexa consagrada al
culto de la Santísima Trinidad, ofreciendo el nombre a la popular avenida
lagunera que, con anterioridad, se le llamó «en recuerdo de este buen patricio “calle
de Peraza”». Un conjunto arquitectónico, cuya imagen sorprende gratamente por
conservar la esencia y el encanto de una construcción única, en el marco de una
avenida que ha ido evolucionando ante el imparable y frenético progreso.
Un legado que nos remite, en definitiva, a
la labor de un realejero cuya vida mereció todo tipo de distinciones y
reconocimientos a lo largo del convulso siglo XVIII canario…”
BRUNO
JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR
MERCANTIL
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