martes, 3 de agosto de 2021

DOÑA REGINA OLIVA EN EL RECUERDO


Hacía tiempo que buscaba fotografías de doña Regina Oliva, para poder escribir, tal como la conocí a lo largo de mi vida.

Gracias a su hija pequeña Regina Monasterio Oliva, he conseguido estas tan extraordinarias, lo suficiente para escribir de una gran mujer que fue una expendedora – artesana de productos totalmente autóctonos  canarios.

En la primera panorámica le acompañan sus hijas Cari (agente de policía local de la Villa de La Orotava) y Carmita (madre del gran puntal de la lucha Canaria orotavense Añaterve Abréu Monasterio). Y en la segunda su operaria de confianza en la elaboración de los calados.

Doña Regina Oliva era natural de Los Realejos, desde su juventud aprendió el oficio de los calados y bordados, fue ingresada por causa de una enfermedad en el Hospital de La Santísima Trinidad de la Villa de La Orotava, donde conoció al que fue su esposo y acompañante en la vida Miguel Monasterio, chicharrero – santacrucero del Cabo, que en principio estaba hospitalizado en dicho centro y posterior se convirtió en administrador del mismo. Se casaron y se fueron a vivir a la calle Salazar, trasladándose a la nueva Barriada de San Isidro en el Paseo de Las Araucarias, donde montó con su propio esposo una industria de Calados y Bordados en lo bajo de la Casona de estilo colonial -  plateresca, diseñada por don Mariano Estanga, que aún se conserva en el lugar conocido por “Los Poyos”. Producto del trabajo y la constancia y lucha en la vida, fabricaron en el mismo lugar un nuevo hogar que en la actualidad viven sus herederos.

La industria de Calados y Bordados en el famoso Barrio de La Orotava “Los Poyos” que conocíamos por “Casa Regina”, se convirtió durante tres décadas como el centro neurálgico empresarial y turístico de la Villa, paralela al Boom turístico del Puerto de la Cruz.

Recuerdo ver guaguas  repletas de turistas, que partían desde la primera ciudad Turística de Canarias estacionadas en el lugar, como visitas de cortesías y de rigor, para iniciar rutas turísticas a lo largo de la Villa de La Orotava, Las Cañadas del Teide y el Sur de la Isla entonces totalmente desconocido a través de largas y curvilíneas carreteras.

Doña Regina Oliva y su esposo don Miguel Monasterio, formaron un matrimonio ejemplar, digno de caridad, de ayudar a los demás, puesto que recuerdo, cuando me desplazaba a su casa a dar clases particulares a sus hijos y presenciar en ese digno hogar acontecimientos sociales y humanitarios jamás visto en mi vida.

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL


 

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