Esta
fotografía tomada en los estudios fotográficos “Francisco Roda” (personaje
este, que se dedicó muchos años a la fotografía. De origen Catalán, tenía sus
estudios en la calle de San Agustín en lo bajo del desaparecido e histórico
Hotel Victoria, y en los días de festividades, en el jardín de dicho Hotel
(actualmente del Marquesado de la Quinta Roja).
Remitida
entonces (22/12/2013) por la amiga en la
calle El Calvario de la Villa de La Orotava; CARMEN PÉREZ Y PÉREZ (NININA).
Entendemos por un personaje popular, La Antropología como disciplina
científica incluye en su perfil disciplinar e concepto amplio de cultura que
contiene las tradiciones como herencia de los pueblos. Estos rasgos se han ido
prolongando lenta y prolongadamente, en cada comunidad del país, en cada
asentamiento, en cada barrio, que los hace únicos, irrepetibles, donde tienen
un lugar privilegiado los personajes populares, confiriéndole al paisaje un
rostro propio.
La historia no pudiera contarse sin la historia de sus personajes
populares, como símbolos de identidad local y parte insoslayable de su cultura,
sin embargo el valor que atesoran para la comunidad es desconocido por la
población, principalmente por las nuevas generaciones.
Por lo que se propone como objetivo de investigación: Conocer los rasgos
distintivos de los personajes populares que los distinguen como símbolos de
identidad local. Lo novedoso del trabajo es que se realiza por primera vez un
estudio íntegro de los personajes populares como elementos distintivos de
los valores locales de la cultura popular tradicional y símbolos imperecederos
de identidad comunitaria.
Urbano Torres era uno de esos populares de la Villa de La Orotava, que
poseía elementos distintivos de los valores locales y que se caracterizaba por
cantar en las noches de luna llena la celebré canción “por el camino
verde...", de vagabundo, del tomar unas copas del mal vino con todo el
respeto, le era suficiente para que la chiquillada de entonces en la Villa se
aprendiera la célebre canción.
Era natural de La Orotava, tuvo dos hijos; Manolo y Gustavo, vivían en la
calle El Agua (actual Tomás Zerolo), por debajo del templo y convento dominico
de San Benito.
Albañil de profesión que daba todo por el arte de la albañilería, pero en
el tiempo del disfrute siempre con su “por el camino verde...", le cantaba
a la comunidad orotavense denominada “Coburgos”, por las calles y callejones de
históricos casco villero, de esquina a esquina, de caserón a caserón, le daban
calderillas para que se callara, pero a la vuelta seguía cantado “POR EL CAMINO
VERDE..."
Frecuentaba dos famosos merenderos - guachinches de antaño, en el camino de
los Cuartos al lado de la segunda araucaria (desaparecida), en casa de Segundo
Sacramento, y en la zona del Barranquillo de Araujo, en Casa de Luis Martín
conocida por casa del “Barandilla”.
La foto que está tomada en los estudios al aire libre de Roda en los
entonces Jardines del Hotel Victoria, bajo los árboles centenarios, que han
desaparecidos, pertenece al mes de enero de 1920. Como era tradición en
aquellos años idos, por las fiestas mayores y por la semana Mayor, el entreno del
vestuario y la toma de la fotografía.
A este hombre popular de La Orotava, que ya no está entre nosotros, sigue
entre los corazones de los villeros con el recuerdo de su afinación sonora
"por el camino verde...".
El amigo; MOISÉS RAYA PÉREZ, remitió entonces (22/12/2013) estas notas: “…Mi padre Argelio
Raya me pide que le envíe la siguiente información acerca de Urbano Torres del
que usted se refirió en un artículo en septiembre: Urbano Torres, tal y como
usted dice, era de profesión albañil y un gran personaje de La Orotava.
Vivió dos casas más arriba de la mía, en La Calle del
Agua (justo en la casa donde vive actualmente Antonio y su mujer Chicha). Lo
conocí cuando más o menos yo tenía 9 años. A pesar de beber y ponerse bastante
alegre, no le faltaba el respeto a nadie. Lo de él era canta el "...camino
verde que va a la ermita...". Sobre las 11 o las 12 de la noche se ponía a
cantar en la calle por fuera de su casa, otras veces unas cuantas casas más
arriba o más abajo. Al terminar de cantar se ponían a conversar con una persona
imaginaria y terminaba por reírse a carcajadas, y otra vez, a cantar de nuevo.
A pesar que en ocasiones cantaba otras, lo suyo era casi siempre el
"Camino verde", parada y carcajada. Recuerdo que subía la calle hasta
cerca de Santo Domingo, y allí se ponía también a cantar, luego bajaba un poco
más abajo de su casa y lo mismo. Luego su mujer, "Carmen la de
Urbano", tal y como la conocíamos, se levantaba y lo llamaba. Se reía y
cuando le parecía entraba en su casa. Tenía una gran resistencia, ya que
después se despertaba temprano sin ningún tipo de resaca, ni falto de fuerza.
Su resistencia era increíble, ya que llegaba a trabajar y no paraba hasta que
terminara. Lo sé porque trabajó, a mediados de la década de los 40, en una casa
que mi padre tenía enfrente de la que vivíamos y a la que finalmente nos
trasladamos. Era una persona muy solicitada por su buen trabajo y su
dedicación. En el artículo pone que Carmen y Urbano tuvieron dos hijos, pero es
un error, ya que ellos tuvieron 9 hijos: - Laudelina. Era la mayor y muy guapa,
parecía una estrella de cine. Se fue a vivir para Santa Cruz. - Sanda (así la
llamábamos). También se fue para Santa Cruz. - Urbano. Enfermó y murió más o
menos con 17 ó 18 años. - Mauro. Hoy en día vive en el Puerto de la Cruz. -
Emérita. Murió también enferma, creo que con unos 14 años. - María del Carmen.
Vive en Santa Cruz. - Los mencionados Manolo y Gustavo que viven por la zona de
Tejina. - Fernando. Murió con 5 ó 6 años también enfermos. Un saludo, Argelio
Raya.…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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