viernes, 12 de mayo de 2017

DON LUCIO LORENZO HERNÁNDEZ CASTRO IMPRESOR Y MÚSICO EN EL RECUERDO



Nació en la Villa de La Orotava al final de los años noventa del siglo XIX. Fue músico clarinete bajo de la Banda Música Municipal de La Orotava, bajo la dirección de don Tomás Calamita y Manteca. De profesión impresor, trabajó en principio en la impetra de don Antonio Lugo Massieu en la calle de La Carrera. Posterior se independizó en su propio taller en la calle El Calvario, trasladando su industria de impresión a la capital tinerfeña en la década de los años cuarenta del siglo XX.
Presidente del CF. Estrella de La Orotava que se unió al CF. Europa también de la misma Villa para recomponer el Orotava CF. Al principio de los años treinta del siglo XX.
Socio y directivo de la Sociedad Cultural Liceo de Taoro, en el mes de junio del año 1936 colaboró con su amigo entonces presidente de dicha sociedad don Cesar Hernández Martínez, para poner en marcha por primera vez en la historia la Romería de San Isidro Labrador y Santa María de la Cabeza de la Villa tal como la vemos en la actualidad.
En el año 1955, fundó la Banda de Música de La Agrupación Musical de La Orotava, con sus amigos; Eulogio Borges Coello, Cesar Hernández Martínez,  y Ambrosio Díaz Manzano, más otros villeros; Juan Estévez Álvarez, Francisco Dorta Hernández, Antonio Sosa Hernández, Manuel Hernández Rodríguez, Benjamín González Pérez, Amadeo Hernández Lorenzo  y José Estévez Méndez. Siendo vocal número 3.
Al principio de los años cincuenta del siglo XX, bautizó el entonces famoso por el buen vino y el buen comer,  Merendero o Guachinche de Santa Catalina con el nombre de la “Baronesa”.
Casó con doña Lola García, con la que tuvo los siguientes hijos; Lorenzo, Nieves, Rafael,  Nazario (Chile), Angelita, Lola, Aureliano, Máximo, Maruchi, Francisco y Candelarita.
Fue vecino de mi casa, éramos como castillos frente a frente, al final por culpa de la diabetes quedó totalmente ciego, siempre me llamaba para que le ayudase a cruzar la calle, por lo que me daba una peseta.
Falleció en el mes de diciembre del año 1959, a su entierro le acompañó la Banda de Música de la Agrupación Musical de La Orotava, dirigida por su amigo don Ernesto Corra Negrín.
A titulo anecdótico, según me cuenta su hijo Máximo. Cuando nací en el mes de julio del año 1950, aquel entorno de la orotavense calle El Calvario se convirtió en una novedad, por la llegada de un varon. Para poner mi nombre, se reunieron en una bodega de La Villa de Arriba (posiblemente “La Baronesa”); MI padre Juan Álvarez Díaz, mi abuelo materno Bruno Abréu Rodríguez, don Lucio Lorenzo Hernández Castro, y el portuense don Manuel Taño. Después de perras de vinos y discusiones, no llegaron a un acuerdo. Propusieron  ponerme los cuatros nombres de los allí presente; Juan, Bruno, Lorenzo, Manuel. Antes la negativa de mi querido padre Juan Álvarez Díaz, que dijo que este niño era un homenaje a su suegro, por lo que me quedé en “Bruno Juan”.

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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