jueves, 4 de mayo de 2017

PEPE “ARENCIBIA” EN EL RECUERDO.


José González “Pepe” conocido por “Arencibia”, nos dijo adiós definitivamente el sábado cuatro de Abril del 2013, “Arencibia” no era su apellido oficial, le conocíamos por ese apellido por que se educó desde la infancia en la casa de la familia los “Arencibia” en la calle el Calvario. Mansión que limitaba por la trasera de mi casa en la misma calle, con su hermoso y cuidadoso jardín. Pero Pepe nació y se crió en una casita en la calle El Calvario, que contenía entonces una ventana y una puerta, casita que mi padre Juan Álvarez Díaz adquirió en propiedad conjuntamente con otra de igual estructura para fabricar su industria de suministros y que en la actualidad es mi domicilio familiar.

Precisamente Pepe se crió con su madre que se conocía por “Rosalía”, y sus hermanos Carlos  conocido “Por el de la Campana” y Lalo que estudió conmigo en el colegio de San Fernando en la calle de San Francisco. Me cuentan que tuvo otro hermano, no recuerdo su nombre, que fue atropelladlo por un automóvil en la misma calle El Calvario en su infancia, y le ocasionó la muerte.

Pepe era un gran deportista, jugó al fútbol al igual que su hermano Carlos, jugaban de portero, el hermano menor Lalo fue árbitro.

En el baloncesto parece que, Pepe y Carlos también lo hicieron en la cancha de Franchi Alfaro frente a su casa, en pista de tierra. Pepe en el CB Independiente y Carlos en el CB. Calvario.

Su hijo Vivi (en la actualidad ocupa un puesto de Magistrado por oposición), también jugó de portero en el UD. Orotava y su nieto también fue guardameta del mismo club.

Pepe de ti tengo dos recuerdos inolvidable, el primero cuando trabajaba por tu cuenta como corredor y representante comercial, me llevaste en “auto stop” (típico transporte de mi juventud) a clase a las escuelas de comercio de Santa Cruz de Tenerife, la segunda, un día que me encontraba merendado en el bar del Liceo de Taoro, en la actual sede, con el amigo Inocencio García Torrents, saltaste de alegría, tras recibir una llamada telefónica que tu hijo y querido amigo “Vivi”, había superado las pruebas especificas en Madrid de oposición para Juez.

Mi amistad con  Pepe fue de toda la vida, le apreciaba y le quería, éramos como familia, ya que nos criamos y convivimos en la misma calle. Pepe trabajó muchos años con la firma comercial de La Orotava de doña Carolina Rivero. Así pues, Pepe, espero que en ese paraíso eterno disfrute de la tranquilidad y la esperanza que se te merece, aquí dejas aun gran magistrado tu hijo Vivi, y a una gran señora que en tu vida fue una gran compañera. Un abrazo Pepe y hasta pronto.

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL

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