Histórica Cruz de la calle de Las Lonjas del Puerto de la Cruz. Que remitió entonces
(03/05/2017), mi amigo y compañero de pupitre en el bachillerato del Colegio de
San Isidro de La Villa de La Orotava; Isidoro Rodríguez.
El amigo de la Villa de la Orotava; JAVIER LIMA ESTÉVEZ,
Graduado en Historia por la Universidad de La Laguna, remitió entonces
(02/05/2017), estas notas que tituló; “EL DÍA DE LA CRUZ Y JOSÉ AGUSTÍN ÁLVAREZ
RIXO”: “…El cronista portuense, José Agustín
Álvarez Rixo (1796-1883), autor de una numerosa obra que abarca múltiples
ámbitos del conocimiento, publicaría en su obra Anales del Puerto de la Cruz de
La Orotava (1701-1872), editada en 1994 con un amplio estudio de la profesora
universitaria María Teresa Noreña Salto y la colaboración de las archiveras
Emma Calero Ruiz e Hilda Hernández Molina, algunos detalles de interés sobre la
fiesta de la Cruz y su desarrollo en el Puerto de la Cruz durante el siglo XIX.
De esas apreciaciones rescataremos algunos datos para desarrollar el presente
artículo.
En el año de 1851,
registra una fiesta de la Cruz caracterizada por la belleza, al igual que en
años pretéritos, manifestando que ese año tocaría ser prioste al vecino Andrés
Espinosa de los Monteros, quien junto a otros artesanos del lugar,
interpretarían diversas melodías en instrumentos de viento “con gusto de la
concurrencia en la iglesia y procesión”. Álvarez Rixo, anotaría ese mismo día
su satisfacción por presidir “como primer magistrado en este año secular para
este pueblo, puesto que cumple dos siglos del establecimiento de su real
municipio, efectuando en dos y tres de mayo de 1651”. Curiosamente para el año
de 1854, anota que no hubo función ni procesión en torno a la Cruz, pues, al
parecer, correspondía costear a Antonio Perera como Prioste los actos. Sin
embargo, decidió no “conceder más de treinta pesos para gastos de iglesia”. Esa
cantidad de dinero sería considerada por los eclesiásticos como insuficiente,
decidiendo, finalmente Perera, no entregar nada.
La fiesta de la Cruz
del año 1855 sería importante, con bellas flores presentes a lo largo de las
capillas de la localidad. Álvarez Rixo registra la casualidad de coincidir ese
año el cargo de Prioste en la figura del primer alcalde, asistiendo a la
función parte de los miembros del Ayuntamiento. Como curiosidad, registra la
insistencia del párroco de continuar con una costumbre antigua del pueblo
mediante la realización de un elemento de cera.
En el año 1858, se
desarrollaría la función de la Cruz siendo “Prioste el niño don Luis González
de Chaves”. Dos años después, recoge el desarrollo de los actos marcados por la
celebración en un día de alegría con las cruces “enramadas y algunos fuegos
artificiales”, siendo Prioste Juan Domínguez Villareal. En 1861, la fiesta de
la Cruz se desarrollaría “con bastante enramada”, apuntando como “la calle del
norte lo estaba desde la carnicería hasta la cueva del Pino, con faroles y en
ella se quemaron varios fuegos de artificio” y respecto al año 1862 tan solo
señalaría las características similares a las del año anterior. Por su parte,
en 1864, la fiesta de la Cruz se desarrollaría con normalidad, siendo Prioste
Domingo Nieves y Molina. En otras ocasiones, tal y como anotaría en 1868, el
Día de la Cruz no tendría la difusión esperada como consecuencia de chubascos
inesperados y, tan solo un año después, recogería algunas características
asociadas a la celebración del día, lamentándose por no encontrar flores de
estación en la celebración religiosa desarrollada en la Iglesia. En el año
1871, registraría la presencia de la Banda de Música de La Orotava en el lugar,
mientras que, en 1872, apuntaría los actos desarrollados en torno a la
parroquia y el enrame al efecto.
Son, pues, diversas
anotaciones que nos sitúan ante el desarrollo de la festividad de la Cruz en el
municipio del Puerto de la Cruz durante una parte del siglo XIX, reflejando
algunas características sobre su desarrollo bajo diferentes circunstancias…”
BRUNO
JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR
MERCANTIL
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