lunes, 26 de junio de 2017

EL RECORDADO CARRITO DE HELADOS PORTUENSE



Década de los años cincuenta del siglo XX, muelle pesquero del Puerto de la Cruz, Ginés Oliver y sus helados de vainilla, fresas y fresas y vainilla. Siempre le faltaba el de chocolate, el predilecto de aquella chiquillada.
Me cuenta el amigo del Puerto de la Cruz; ANTONIO PÉREZ CARBALLO: “… Don Ginés era peninsular, creo que era Mallorquín.…”
La verdad que este oficio radicaba en todas las fiestas mayores y patronales de la isla por esa misma época, la producción de estos refrescantes y sabrosos helados eran de procedencia casera, utilizando para su distribución un pequeño carrito, a veces los bidones los llevaban al hombro, anunciando con el eco festivo “Ay helados…”
Los bidones que eran de fabricación artesanal, eran de doble forro de madera para incluir hielos de la fábrica, la última capa interior estaba forrada de chapa metálica con un tapón metálico color plata. Y el protagonista siempre llevaba un vestuario blanco cubierto con gorrito tipo de soldados americanos.

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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