Fotografía que me entregó desinteresadamente su Señora; TERESA TRUJILLO Y
SU HIJA CORALINA HERNÁNDEZ, en la que representa a toda su familia, y a la
Mansión de Lercaro (La Mansión
Ponte - Lercaro que, en su afán de poder, parece querer romper el molde urbano
y se asoma, entre complaciente y orgullosa, a los campos vecinos, con su
gallarda presencia), correspondiente a
la Romería del año 1992 de La Villa de La Orotava.
Domingo
Hernández y Hernández “El Técnico”, carretero de carreteros, fue un artesano -
electricista de la Villa de La Orotava, elaborador de artísticas carretas para
la romería de San Isidro Labrador y Santa María de la Cabeza, motivándose en
bellos y nobles rincones villeros.
Según me
cuentan sus desconsoladas; esposa e hija, Teresa Trujillo y Coralina Hernández (que
me facilitaron las cinco mejores producciones): “…Sus inicios haciendo
carretas en la romería de San Isidro datan de 1966. En el año 1987 comenzó por reproducciones a
escala de edificios históricos y emblemáticos de la Villa de la Orotava,
llegando a una cifra tal que por su cantidad y problemas de ubicación ofertó a
las autoridades locales para la creación de un museo, pero ante la escasa
atención recibida derivó que esta colección fuese a parar a una entidad privada
dedicada a la explotación turística, concretamente la Casa de Los Balcones, que
adquirió en 1996 nueve reproducciones con idea de abrir un museo en la planta
principal de la Casa Lercaro de La Orotava. A día aún sin inaugurar…”
En su homenaje póstumo
de todo corazón, reproduzco el contenido histórico de seis de sus majestuosas producciones
romera y villeras, que hacían grande la Romería de La Villa, correspondientes a
los años; 1989, 1990, 1991, 1993, 1994, y 1995.
En el año 1989
presentó El
Templo parroquial y Matriz de Nuestra Señora de La Concepción (1768-1788). Es,
sin lugar a dudas, una de las más bellas expresiones del Barroco en Canarias,
declarada Monumento Histórico Artístico Nacional el 18 de Junio de 1948. La
piedra, sutilmente trabajada por el maestro cantero Patricio García, ha dejado en
la fachada del templo uno de sus más bellos exponentes. Imágenes, retablos,
orfebrería, etc. de los más insignes artistas de la época, están presentes en
esta joya de la arquitectura religiosa (Lujan, Estévez, Ruiz Díaz. etc.).
Balcón Las Calaveras año 1990, localizado en la fachada norte (calle Fernando Fuentes) del templo
parroquial San Juan Bautista en Farrobo de La Villa de La Orotava.
La puerta existente bajo este balconcillo que
en sus cojinetes centrales recoge varios motivos de calaveras con tiara,
bonete, mitra y corona real en clara referencia a su uso como primitiva capilla
mortuoria de la parroquia. Destacable
donde la tea es evidente.
En 1991
confeccionó el monumento en piedra bajorrelieve, de San Lorenzo (siglo XVI).
Reproducción de la portada de estilo Plateresco construida en 1519 y que
perteneció a la mansión del fundador y patriarca de la Villa de La Orotava, don
Bartolomé BENÍTEZ Pereyra de Lugo, cuya heráldica en piedra realza la dovela
central. Piedras que fueron halladas en labores de arado a principio del siglo
XX por Don Domingo Hernández Salcedo, así como el San Lorenzo de Piedra, que
tal vez perteneció al Convento de San Laurencio, nombre latinizado de Lorenzo,
que se incendió en 1801, y que Viera le llamó el Escorial de Canarias.
En el año
1993, presentó una carreta motivada en la hacienda de San Sebastián, erigida a
finales del siglo XVII en el camino de La Luz por el matrimonio compuesto por
Don Sebastián Montañés y Machado, nacido en Los Silos el 2 de Agosto de 1667 y
Doña Gabriela María Chaves del Castillo, casada en la iglesia de Santiago
Apóstol de Los Realejos el 28 de Octubre de 1692, remontándose el apellido
Montañés a mediados del siglo XVI, donde ocupó altos cargos en la
administración civil, milicia y del clero, reflejada en el libro “Las Familia Chaves
y Montañés” del amigo desde la infancia en la Villa, el Heraldista Antonio Luque Hernández. Así mismo de la obra
“La Orotava y sus fiestas” de don Manuel Rodríguez Mesa menciona que: En el
folio 523 del “LB. 8º de Ent.” De Lla Concepción de la Villa, puede
leerse que el 15 de Octubre de 1761 “se hizo fiesta en la hermita..., sé Vendijo i fue el
Veneficio, se cantó misa y prssºn...” y que los cuatro ducados que costó la ceremonia los pagó “Da theresa
tholosa, biuda de Dn francºMontañés”.
En 1994,
presenta la reproducción de una hacienda agrícola muy peculiar por su estilo y
que luce en el naciente del Valle de Taoro, situada en la finca “El Pino” (San
Pablo), vinculada a la familia “Ascanio”, de gran arraigo orotavense y
propietaria de importantes cultivos plataneros en el Valle. Data esta
edificación en su primera Inscripción Registral, de fecha 17 de Septiembre de
1867 perteneciendo entonces a Don Pedro de Vergara del Castillo y
posteriormente a Don Tomás Ascanio y Aponte quien traspasa su propiedad a Doñas
Antonia y Don Enrique Ascanio Estévez en el año 1891 y más tarde a Don Tomás
Ascanio y Méndez de Lugo en 1930 y por último a Don Antonio Ascanio y
Monteverde en el año 1944, su actual propietario. En los años finales de la
década de los ochenta fue restaurada a su estado actual por su hijo Antonio
Ascanio Sotomayor y Doña Sophie Baillon quienes la adaptaron a una cómoda
vivienda familiar. Aunque en años anteriores fue dedicada principalmente a usos
agrícolas hay que señalar en su anecdotario que, con motivo de la gran epidemia
cólera - morbo del 1893 fue utilizado, dada su estratégica posición en la
carretera de acceso al Valle de La Orotava, como puesto de control sanitario.
En el año
1995, presenta a la Ermita - Mayorazgo de San Felipe Neri situada al final de
la calle del Agua que fundara el presbítero Luis Rizzo Grimaldi y Lugo el 23 de
Junio de 1676, como figura en el friso de la portada de cantería sumamente
elegante, es prácticamente desconocida en sus datos, exceptuando las Sinodales
de los obispos del siglo XVIII en las que destaca las jubilosas festividades
del Santo de su advocación, se sumaban en 1741 las de la desaparecida virgen de
le Merced como nos cuenta Rodríguez Mesa en su libro “La Orotava y sus fiestas”.
Esta Ermita fue adquirida a principios de este siglo por Don Francisco Pérez y
en la actualidad pertenece a los herederos de Doña María Delfina González de
Chávez Pérez, parece ser que perteneció a los marqueses de la Quinta Roja hasta
principios de este siglo, (1840-1880). Figurando entre los propietarios Don
Diego de Ponte del Castillo, VIII Marqués, el de la triste historia del
sepulcro vacío, víctima de la intransigencia como lo cita Manuel Linares,
natural de Guía Isora, en su obra “Un libro más” editado en La Habana, donde
asentó, a finales del siglo pasado.
Su
último año trabajando por la Romería de su villa, se produjo en la edición
correspondiente al año 1997, coincidiendo con la celebración de los 150 años de
las Alfombras de Flores. Para ello realizó la réplica de la Mansión de las tres
hadas (Leonor, Teresa y Pilar) orotavenses creadoras del arte floral, la casa
de los “Monteverde” (en la que se aprecia el afán de sus primeros
dueños en dejar constancia pétrea de inquietudes histórico-artísticas y sus
relaciones europeístas), y como
entonces no le ayudaron, y después de tanto sacrificio y lucha por la romería
orotavense, pasó a dejar de trabajar. Su señora esposa Teresa Trujillo me lo ha
recordado: “…Me gustó mucho el comentario de cada carreta
y también que hayas hecho alusión de porqué no tiene las maquetas, o no las
tenemos, aunque si tenemos una que nunca salió en una romería, es la casa de
Monteverde…”
BRUNO JUAN
ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR
MERCANTIL
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