Fotografía publicada en
el matutino EL DÍA, 7 de Mayo del
2015. Tomada en las Fiestas de San Pedro en Güimar del año 1965, en la que se
ven los pioneros del grupo. De izquierda a derecha; Enrique Lecuona, Rafael Perera,
José Antonio Álbelo, Julio Fajardo, Quique Martín "El Peta", Elfidio
Alonso, don Luis Ramos Falcón (con un traje oscuro y tocando un timple), Samuel
Afonso, Manolo Alonso "El Yoli" y Juan José García.
El amigo de la infancia de la Villa de La Orotava; EVARISTO FUENTES MELIÁN,
“ESPECTADOR”, remitió ENTONCES (2012) estas notas que tituló; “LOS SABANDEÑOS EN LA OROTAVA”: “…El lunes anterior a
las Fiestas Mayores (que no Patronales, A. Luque dixit) ya es tradicional el
concierto de Los Sabandeños en la plaza Franchi Alfaro orotavense. Antes era el
concierto de ‘La Escalera’, porque en la escalera de acceso se instalaban Los
Sabandeños; ahora es en un escenario situado en el centro de la plaza.
Fue el día después en que se anunció en la prensa española el ‘Rescate’.
Elfidio Alonso, codirector ahora junto con Benito Cabrera, quiso darle, llegado
un momento, un cariz político al concierto y propuso que la célebre
canción de Ana y Víctor ‘Derroche’, se la podríamos dedicar a la
entidad financiera que lleva por nombre Bankia… Yo aplaudí con
fuerza el mensaje ‘elfidista’ con otros pocos, quizá menos de un par de docenas
de palmetas en toda la plaza. Pero el público en general – un
conglomerado de gente que abarrotaba el recinto de la plaza y también varias
filas en aceras de algunas calles de alrededor--no se dio por enterado de este
mensaje de Elfidio. El pueblo llano está quizá poco politizado o
quizá ya harto de politiqueos, crisis, bankias, rescates y otras soflamas.
Este estupendo concierto anual de Los Sabandeños
tiene, a mi parecer, su mejor mentor en los aficionados y fans sabandeñistas de
La Orotava, Villa por antonomasia, que quiere al conjunto nacido en La Punta
del Hidalgo hasta el punto de dedicarle hurras espontáneos de aliento.
Son/somos villeros y también ciudadanos, pues el municipio ha sido
transformado por el alcalde Isaac Valencia, durante su ya largo mandato, en
ciudad cosmopolita y semaforizada, bastión norteño y envidia de los pueblos
limítrofes…”
El amigo de la infancia de la Villa de La Orotava: EVARISTO FUENTES MELIÁN,
“ESPECTADOR”, remitió entonces que tituló; “MANTA Y ESTAMEÑA, GOFIONES Y
SABANDEÑOS, TANTO MONTA”: “…Cuando los dos más veteranos de ambos
conjuntos se adelantaban a cantar o a hablar, se les notaba algo de cansancio,
estómagos oblongos, ya no somos veinteañeros, ya caminamos sin prisa pero
sin pausa, titubeantes, pero ‘entodavía’ hacemos camino al andar —que diría el
poeta--lentos pero con elegancia. Lo que más admiro de Elfidio es su ‘geito’
para saber aglutinar y separar obstáculos, para mantenerse en el candelero más
de medio siglo.
Un centenar de componentes, Sabandeños y Gofiones, por
vez primera juntos, celebraron un par de conciertos ‘muy’ extraordinarios en el
Auditorio de Tenerife, repetición de los celebrados días antes en el
Alfredo Kraus de Las Palmas. Yo estuve en el del sábado día 1º junio. La dirección
artística del evento conoce todos los resortes de un espectáculo de calidad,
sabe tocar en cada momento la fibra sentimental del respetable público, que
echó chispas con sus aplausos cuando se proyectaron las imágenes de la romería
herreña de la Bajada de la Virgen de los Reyes, simultaneadas con el homenaje a
Valentina cantado por mi amigo el perdomero de La Orotava. Veamos
parte del minutaje parcial que sobre la marcha fui anotando: ¡Canario lucha!;
El sorondongo; el tango titulado ‘Uno’, 9,21 horas; Ay, mi Gran Canaria, 9,52;
boleros, 10,00; un recuerdo a Nanino Díaz Cutillas, 10,17; pasodoble
Islas Canarias, 10.30 pm; la canción del Tenderete, en televisión ya tantos
años…Y, entre lo anecdótico, el ‘gorrpe’ de un grancanario sobre el ligeramente
dañado ‘Dedo de Dios’ de Agaete, que dicen que solo perdió una uña…
El sentimiento amoroso se reprodujo en la palabra (“Tú
tienes que ver conmigo”) o en la imagen de la pareja de bailarines en la
pantalla pisando rítmicamente arenas amarillas: muy bonito, hicieron el
amor decorosamente, maravillosamente.
Volviendo al principio, los cabreros y las cabras
ocuparon la pantalla durante un buen rato; yo que soy del Norte, me acordé de
nuestro alocado, desperdiciado, Chucho Dorta, que en su gloria esté.
¿Hubo política en el concierto?: sí, afirmativo.
Política medieval histórica, cuando el guanche rompió el gánigo en señal de
protesta por la deslealtad del invasor. Con un mensaje inmediato: que no se
vuelva a romper el gánigo, que no haya más controversias entre hermanos.
Para terminar mi perorata, un recuerdo semi secular:
hace cincuenta años yo también di serenatas, pero, como dijo Elfidio, hoy no es
posible darlas, a esas horas de la madrugada las chicas estarán probablemente
en el botellón. Al final, los competentes de ambos equipos, subieron por las
gradas a mezclarse con el público rebosante de alegría y rebosando físicamente
las localidades agotadas. Y entonces me acerqué a uno de los más jovencitos
grancanarios y le dije: tú no tienes edad para acordarte de que Elfidio era
flaco y veloz ala, con sus ganchos de izquierda, cuando jugada al baloncesto,
año 1956, en la cancha a cielo abierto de La Alhóndiga, calle de La Carrera,
junto al edificio principal del Ayuntamiento de La Laguna. Fueron tiempos
de serenatas y de sirimiris estudiantiles, lluvia horizontal de Aguere. Calle
de La Carrera, donde los isleños, canarios de todas las islas, nos mezclábamos
paseando entre clase y clase, con los amores prohibidos y con los
permitidos. Gracias Sabandeños, gracias Gofiones…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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