martes, 23 de mayo de 2017

FIESTAS MAYORES DE LA OROTAVA DEL AÑO 1965 (I)



Según el amigo de la infancia de la Villa de La Orotava heraldista, escritor, investigador; Antonio Luque Hernández. Fiestas Mayores no Fiestas Patronales, porque la Villa de La Orotava está desde su origen bajo el patronazgo de la Santísima Trinidad —de ahí el nombre del Hospital, primera fundación benéfica del lugar, ya funcionaba en 1511—. En la antigüedad las fiestas mayores eran las de la Circuncisión y la Invención de la Cruz. La de Corpus adquirió protagonismo sólo a partir de la consolidación de las Alfombras de Flores y la de San Isidro es mucho más moderna.

Fotografía correspondiente a la bella y gentil entonces señorita; Angelita Ascanio y Cúllen, elegida reina de las fiestas mayores orotavenses correspondientes al año 1963. Delicado y elocuente resumen de la mujer de La Orotava, que, como reza la copla, muestra en su rostro rosas y nieves, galas tradicionales de las hijas de esta tierra.
Pregón del entonces excelentísimo señor alcalde - presidente del Excelentísimo Ayuntamiento y de la Comisión de Fiestas de la Villa de La Orotava DON JUAN CÚLLEN Y LUGO: “…NUESTRAS FIESTAS DEL CORPUS Y SAN ISIDRO. De nuevo nos encontramos en la proximidad de nuestras grandes fiestas, que anualmente dedicamos al Santísimo Corpus Christi y a nuestro Patrono San Isidro Labrador, y ya nuestra Villa pone sus mejores deseos y trabajos para que éstas superen a las de años anteriores. Los que tenemos la suerte de verlas desde nuestra infancia, siempre las encontramos diferentes, aunque la tradición nos haya trasmitido los actos centrales, como son nuestras Alfombras de Flores y la magnífica Romería de San Isidro. Y es que cada año ese deseo de superación que da a nuestras Fiestas la nota característica de ofrecer algo nuevo, algo desconocido, propio de la obra de todo artista, hace que cada año sintamos nuevas emociones al contemplar esos Tapices de flores, ofrecidos en holocausto de nuestro Señor, que durante breves momentos cubren nuestras calles y plazas. Este año por acuerdo del Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo vamos a tener en esta Villa un magno acontecimiento como es la celebración del primer Congreso Arciprestal Eucarístico. Este gran honor nos ha sido concedido por el gran amor a la Eucaristía que tiene nuestra Villa, de lo que siempre hemos dado buenas pruebas, heredado de nuestros predecesores. Por ello tenemos toda la gran obligación de colaborar en que sus actos estén a la altura que se merece. La clausura del Congreso se ha querido hacer coincidir con el día de la Octava del Corpus Christi, día auténticamente Eucarístico en nuestra Villa. Después de la solemne procesión del acto de clausura con la representación de un Auto Sacramental. La plaza del Ayuntamiento, momentos antes cubierta con un magnífico tapiz confeccionado con tierras de distintos colores, portadas desde las Cañadas, servirá de marco de ese grandioso espectáculo, en el que se pondrá el interés y cariño que la magnificencia del día y de los actos que se celebran impone.  Todos estos acontecimientos nos traerán muchísimos visitantes que como es ya habitual, serán atendidos con nuestra tradicional hidalguía. Nuestra Villa se viste de gala en estos días de sus fiestas mayores para recibirte; para lo cual te invitamos a que nos visites esperando que no quedarás defraudado. ..”
Palabras del entonces párroco – arcipreste del templo parroquial de Nuestra Señora de la Concepción de La Villa de La Orotava DON LEANDRO MEDINA PÉREZ: “…Venid, adoremos al Señor. El Jueves Santo, en que la Iglesia conmemora la institución de la Eucaristía, no nos basta para festejar a Jesucristo -Dios Humanado- en el misterio de Amor de la perpetuación real de su presencia entre nosotros. La severidad y austeridad de la Liturgia de la Semana Santa -aunque nosotros nos pasamos de raya en los adornos de nuestros Monumentos- nos permite la explosión de entusiasmo que intenta brotar, pero que apaga la tristeza del anuncio de la Muerte. De ahí la necesidad de un conmemoración Eucarística en ambiente de Gloria, entre los aires jubilosos del Aleluya pascual, como un eco interminable del triunfo de la Resurrección y el premio de la Ascensión y entrada en los Cielos. Podríamos decir que, en el Jueves Santo, la Eucaristía es Sacrificio: la sombra trágica de la Cruz se está proyectando sobre ella. Es Amor, indudablemente; pero es Amor heroico que se fragua en el supremo dolor, En el Jueves de Corpus Christi, la Eucaristía es Banquete, mesa de familia que se reúne para conmemorar un gran acontecimiento, sin sombras de nubes. Y en el Banquete hay flores, música, alegría, calor de familia unida: Amor desbordante, comunicativo, expansivo... En la Mesa del Banquete se festeja al Homenajeado, se cuentan y cantan sus 'glorias, se alaban sus proezas, se recuerdan sus generosidades, los bienes de que ha colmado a todos los miembros y la admiración, van aprendiendo de los labios de los mayores...
Esa es la festividad del Corpus Christi: la que nos une como miembros de una gran familia, cuyo Centro es Cristo, vivo entre nosotros, bajo los velos de la Eucaristía. El, Imagen y Voz del Padre, nos reúne en la Mesa familiar, donde El mismo se da en Comida y en Bebida, haciendo patente su Amor, y dando ocasión de que, al hacer memoria de la historia de sus amores, nosotros le presentemos... nuestros homenajes de reconocimiento. Y se los presentamos... a nuestra manera, con lo mejor que somos y tenemos: narrando para el Señor -para alabarle-- la historia de sus grandezas; cantando para nuestros pequeños la aventura de sus proezas; pregonando para todos los misterios eternos e insondables de su Amor. Y lo hacemos con la luz y la música mágicas de las flores y las tierras No bordamos las alfombras sobre el suelo buscando nuestra gloria y nuestro honor. No; son un canto al Señor, agradecidos por sus muchas maravillas. Ellas, nuestras alfombras, son nuestras Trompetas clamorosas de invitación: "Venid, adoremos al Señor... “Son nuestras Cítaras de júbilo, solemnes y agradecidas. Son nuestro Salterio de alabanzas a su memoria. Son nuestro Romance de enseñanza para los pequeñuelos, lección viva de Historia Sagrada y Catecismo. Es nuestra cita para, unidos con gran familia, en torno a la Mesa Eucarística, cantar al Amor de los Amores. Y este año, con mucha más razón. Nuestra Villa será, del 20 al 24 de junio, la sede del PRIMER CONGRESO EUCARISTICO ARCIPRESTAL DE LA DIOCESIS DE TENERIFE. Romperemos la marcha y abriremos la primera página de una nueva Historia de la piedad Eucarística de Tenerife. Nuestro Arciprestazgo de La Orotava, y junto a nosotros, toda la Diócesis de Tenerife, rendirá homenaje de Adoración, de Alabanza, de Amor a Cristo en la Eucaristía. Este año, como nunca: "Venid, adoremos al Señor... "
Palabras de DON FRANCISCO MONTERO GALVACHE, miembro de la Real Academia Hispano Americana de Cádiz: “…La Orotava, Milagro. Siendo tanto no lo es todo en La Orotava el privilegio -si no se ve no se cree-- de guardar en sí el secreto del color más florido. Y florido no por 'su categoría botánica sino por el don, diríase que casi milagroso -y valga la licencia, Señor, porque es mucho lo que La Orotava nos puede-- de su absoluto cromatismo. Aquello de que de lo pintado a lo vivo va un trecho que vayamos con Dios, en La Orotava se rompe y pierde verismo, porque la Villa es igual a cuanto de ella pudiera ser pintado con pinceles. Es, así porque ha sabido conjugar la más radiante modernización -dígalo su jardinería urbanística, su turismo o cualquiera de sus establecimientos cara a los tiempos -e- con el severo mantenimiento de la vida familiar y social más entrañable. Si a sus cielos abiertos la vida truena de actualidad vigentísima, bajo sus teas seculares bajo los artesonados más brillantes, discurre un sentido patriarcal, solemne, de un modo de vivir que yo creo es ya escueta y exhaustivamente orotavense. La Villa es símbolo de la hidalguía y anda la virtud tanto en el señorío de más vitolas como en la sencillez artes o menestral del más puro hombre de la calle y del trabajo. Luego, eso de las flores -que es lo suyo en cuantía que no hay tierra que pueda echársele encima- tiene en La Orotava caireles de relumbres casi infinitos, así en La Paz o en Franchi Alfaro, pónganse por plazas aderezadas con gracia gentil, como en las jardinerías repicantes y famosas de su Hijuela del Botánico; y todas ellas, flores a la potencia enésima, evocan, porque son memoria y llaman al Aroma de los jardines de Arautápala, de los jardines mágicos de las Hespérides. Podría, de otra parte, haberse bastado con tener en sí el cetro de la Flor, tanto en su botánico ímpetu fragante como en su hipérbole cromática y pintora, y ya habría sido la Villa el lugar más hermoso de la Tierra. Pero no es así y La Orotava toma la flor y la vierte, como por una delta de oración, en la mar eucarística del Corpus de cuya Octava tiene el paraíso, y por eso Dios la bendice y aclama como a tierra del mundo la más rezadora, reverencial y bonita. Aquello, entonces, de las Alfombras de los "pasillos" o de los "corridos", constituye una escenografía inmortal. No hubo pintor que ataviase colores más rugientes ni claroscuros más suaves y yo diría que La Orotava, en sus fiestas famosas, es como la historia de la Pintura universal vertida a los suelos, donde arenas teideanas y cañaveras auríferas forjan labran, los cuadros más rotundos. Y todo ello, además, para que pase y pise el Santísimo Señor. Puertas ferradas, aleros salideros, nobilísimas, prueban la permanencia de un estilo único de un modo impar de la vida. Villa entre azules, La Orotava es un puro milagro que cada día renueva su verdad y se convierte en asombro. Sus alfombras nacen de las manos de sus hombres pero el aura y el estilo nacen de los ángeles. Y debe ser así porque cuando las vísperas va uno y a la medianoche de la Octava se queda bisojo viendo y remirando perfecciones florales no cree que la luz de la mañana siguiente pueda decir aquí está todo hecho y perfecto. Y sin embargo es así. Los ojos estarán ya ante el panorama que sólo un privilegiado entendimiento estético es capaz de elaborar. Póngasele a todo la gentileza más exquisita e inimitable; agréguesele el horizonte más azul, el Teide más terso y gigante, las músicas más acariciantes, y todo en alegría, y la Villa será con nosotros…”
Palabras del orotavense DON DOMINGO HERNÁNDEZ PERERA: “… Ecos de Romería. Al alba se van poblando los caminos de la Villa. Todos conducen a la ermita del Santo. Mozos y mozas, viejos y niños. Calzón corto y almidonada camisa. Faldas de verticales policromías. Graciosos sombreros orlados de áureas espigas. Carretas engalanadas. Jugosos frutos de la tierra. Viejas colchas caladas. Arreos que huelen a membrillo, a cofre de fruta y a espliego. Bucólica música de esquilas. Perfume penetrante de la tierra. Airosa sencillez y gracia de las mozas campesinas. Y coplas, viejas coplas y estribillos: folía s, isas, tajarastes, malagueñas, seguidillas... Voces encendidas que ascienden, volcán arriba, henchidas de mensaje y salutación, en el limpio azul del cielo. Aires vernáculos. Danzas típicas de ancestrales ritmos. Alegría del campo que invade todos los rincones. Y en el aire, la filigrana de la copla y los sutiles arabescos de la isa. Color y luz,. Toda la infinita policromía del Valle metida, como de rondón, en las calles  animadas de la Villa. Y la luz, divina luz que baña de gloria nuestros campos. Desfile luminoso y colorista. Y la Orotava hecha campo. Campo y urbe unidos, fundidos,  confundidos. Toda la gracia campesina en el alma, emocionada, de  la Villa. Pasa la Romería. Es la tierra, la tierra que pasa, feraz, próvida, desbordante de energías. Es el alma campesina que pasa cantando y bailando. Es la isla que eleva, de todos sus ámbitos, en mil rumores, un canto omnipotente de vida, de fe y de esperanza.

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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