Fotografías tipo postales de los estudios de M. Benarvest correspondiente
al año 1914. La de la izquierda es la batalla de flores o coso del carnaval
orotavense en los alrededores de la plaza de Franchi Alfaro de la Villa
de La Orotava, concretamente subiendo por la calle El Calvario.
La de la derecha es el comienzo del coso de la Villa de La Orotava,
en la calle Verde (actual Nicandro González Borges). Por fuera de las mansiones
de las familias; Ascanio y Codecido.
El músico que vemos portando en su mano derecha el Bombardino es el maestro
don Jesús Illada, un gran músico, compositor, y director que lo fue de las
Bandas de Música de Los Silos y San Sebastián de la Gomera.
Don Benito Pérez Armas, escribía en el desaparecido periódico tinerfeño,
-de las pinceladas del popular poeta "Crosita", "Gente
Nueva", en la publicación del veinte y cinco de Febrero de 1.900-,
de las filosofías carnavalescas. Decía que los carnavales son tan antiguos como
el hombre. Han existido en todos los tiempos. Los griegos, los hebreos y los
romanos tuvieron días de bacanales, de lespercales y saturnales (todo como se
ve, consonantes de Carnavales) según acredita la Historia. La Humanidad
ha necesitado siempre días de general alborozo. Los Carnavales son la locura
humana entre los pesares y convencionalismos de la vida. Y conste que
hallo oportuna la fecha. La Humanidad antes de que recuerden simbólicamente que
"todo es ceniza", exclama: "Bueno, pues por lo mismo ¡Viva el
placer!". He ahí la eterna lucha. El alma mirando arriba, á la única
verdad; el cuerpo aferrándose á los placeres de la carne, engañando con la
careta de una dicha fugaz....Bien dijo el poeta: “…Que aquí para vivir en santa
calma, / Sobra la materia, ó sobra el alma…".
En una conversación con el contable orotavense Don Antonio Herreros y
Herreros ex-gerente de la Cooperativa Agrícola Norte de Tenerife (F.A.S.T.),
plática acontecida de modo carismático en los depósitos comerciales propiedad
de sus primos Miguel y Antonio Herreros
y González de Chávez, me indicaba, que no
olvidase, que en el año 1914 los carnavales de La
Orotava fueron imperceptiblemente de auténtica
prosperidad, en el que sobresalían las artísticas carrozas y el deambular de
las mascaras, rondallas, parrandas etc..
Un 1914, considerado truculento en la vieja Europa y en el resto del mundo.
Una Europa cargada de pretextos, que iniciaba el siglo XX con un azaroso
conflicto, concretamente en las colonias alemanas y en los mares de
todo el mundo. Y la amenaza económica que representaba
Alemania para Francia e Inglaterra. Pero sin embargo el origen fue
el asesinato del archiduque Francisco Fernando, heredero del
imperio austrohúngaro. El pueblo Español se
mantuvo imparcial, el turismo europeo que cumplimentaba el Puerto
de la Cruz, dejó de reintegrarse, pero las fiestas seguían
celebrándose en nuestros pueblos tinerfeños, obviamente en La Orotava y
en el Puerto de la Cruz. No parece indudable que empiece a transcribir los
carnavales de antaño de la Orotava, por la década de los sesenta, y
continué escribiendo por las décadas de los cincuenta, cuarenta y
treinta, para finalizar en los que fueron unos
auténticos carnavales de arte, confeti y serpentinas. Lo
comedido sería emprender en el preámbulo del siglo y consumar al final.
Pero la información ha sido tan exorbitante que me ha
llegado perezosamente, indudablemente lo que importa es dictaminar
los hechos de esa época eminente, se empiece por donde
se empiece, sea eficaz, en dispensa de todos. Las auténticas
fiestas de los carnavales, del comienzo del siglo actual aparecen publicadas en
el rotativo republicano tinerfeño de Don Leoncio Rodríguez y González, isleño
universal, amante de toda la tierra Canaria, fundado en el año 1910
"La Prensa". Material que tuve que deambular en la
hemeroteca capitalina. En La Orotava, en el mes de enero de 1914, se
constituía la corporación municipal, presidida por el
Sr. Salazar y Cólogan, y estaba formada por; Primer Teniente
Alcalde, Don Luís Llarena Monteverde. Segundo Teniente Alcalde,
Don Fernando Fuentes González. Tercer Teniente
Alcalde, Don José Monteverde y Lugo. Sindico, Don
Casiano García Feo y Don Diego Álvarez
y Casanova. Regidor interventor, Don
Abraham Morales y Delgado. Suplente Don Lorenzo Lugo y
García. Al mismo tiempo se había constituido un comité
para organizar las fiestas del Carnaval,
compuesto de los siguientes señores; Don Miguel
Herreros, Don Juan Hernández Betancourt, Don Félix
Reyes Martín, Don Antonio Frías García, Don Antonio Herreros
y Don José González. Este comité requería iniciar unas
fiestas cultas y patrióticas, esperaba merecer
una favorable acogida y cooperación entusiasta de los habitantes de
esta Villa, y a la vez invitaba a tomar parte en ellas a todos los
pueblos de esta isla y colonia extranjera para su mayor lucimiento y
completa realización del siguiente proyecto del programa a desarrollar durante
los días 22, 23, y 24 de Febrero de 1.914. Con
el orden del día siguiente; a las once
horas; aparición del "S.M.
Carnaval", recorriendo las principales calles de la población.
Acompañándoles las Bandas de Música de Tacoronte, La Victoria, Los
Realejos y la de esta Villa. De las trece a las diecisiete horas del día;
concurso de carrozas, automóviles y coches adornados, mascaras a pie y
montadas. Comparsas y Parrandas en las calles contiguas a la plaza de Franchi
Alfaro, rodeada de cómodas tribunas adornadas con alegorías de la fiesta.
El producto que estas puedan rendir era destinado a un fin caritativo o
patriótico. Se prepararon los siguientes premios; Para la mejor carroza, 250.-
pesetas. El mejor automóvil, 150.- pesetas. El mejor coche,
100.- pesetas. La mejor comparsa, 100
pesetas. La mejor parranda, 50.- pesetas. La mejor
mascara montada 50.- pesetas. La mejor mascara a pie
40.- pesetas. Además se expusieron las base del
concurso que consistían en los
siguientes términos; Para la adjudicación de los
premios se tendrá en cuenta la originalidad, arte y
oportunidad de las carrozas, automóviles, coches,
comparsas, parrandas y mascaras. Los premios serán
adjudicados por un jurado compuesto de personas
designadas por el comité organizador y la
resolución de dicho jurado será inapelable. Las comparsas deberán ser en
trajes especiales y compuestos por lo menos de dieciséis individuos. Las
parrandas deberán componerse de ocho individuos cuanto menos y traje a
voluntad. La batalla que se libre entre los concurrentes a esta fiesta, sólo
debe ser de confeti, flores y serpentinas no admitiéndose los huevos
talcos. La subvención municipal para los carnavales de la Villa de ese año
importaba un montante de quinientas pesetas, además se organizó un festival de
mascaras infantiles en la elegante plaza de Alfonso XIII. En el que se sorteaba
respectivamente entre los niños disfrazados que concurrían y las diferentes
agrupaciones de baile que se formaban, un bonito juguete cuyo valor aproximado
era de 100.- pesetas, y una cantidad en metálicos. Los
proyectos del carnaval fueron confeccionados por diseñadores orotavenses; el
S.M. Carnaval; figurín alegórico, era un proyecto de Don Juan Hernández
Betancourt. La Carroza del Casino Orotava, de Don José Monteverde y Lugo. La
Carroza del Liceo Taoro, de Don Ildefonso Pérez. La Carroza presentada por Don Manuel
Cruz en unión de otros señores, ideada por el mismo, cuyo desarrollo artístico
era de Don Francisco Granado. La Carroza de Don Juan Ruiz y Benítez
de Lugo, también en unión de otros señores, era
proyectada por Don Alfonso Ascanio. La Carroza de Don Inocencio
Hernández, fue proyectada por el mismo. Y la Carroza del comité,
procedía de un artístico proyecto de Don Nicolás Álvarez. El jurado
estaba formado; para carrozas, automóviles, coches y mascaras por: Don Felipe
Machado, Don Rafael Hernández Valencia, Don Antonio Marques de Guzmán Codecido,
Don Ignacio Llarena, y Don Ismael Guardia. De comparsas, rondallas y parrandas
por: Don Enrique Torres, Don Lorenzo Machado, y Don Francisco Miranda. El lunes
de Carnaval a pesar de la lluvia el gentío era enorme, llamando la atención la
gran concurrencia de forasteros que dedicaron muchas alabanzas a la
magnificencia de las fiestas. No así el martes del Carnaval que lucía de un Sol
dadivoso, y la multitud abarrotó los rincones más populares de la Villa. Una
época ilustre, de célebres festivales, en sustentáculo del arte, la
literatura y la filosofía. Una etapa en la
que se proyectó construir un teatro en La Orotava, que era un
pueblo que progresaba. Un coliseo dirigido por una asamblea
gestora, que abrió una suscripción para constituir una sociedad por
acciones. Esta comisión la formaban los
señores; Don Juan Merino,
Don José Monteverde, Don Francisco de Ponte, Don
Miguel Herreros, Don Adolfo Ascanio, Don Diego Ponte, Don Fernando Ruiz,
Don Francisco Duclos, Don Félix Ascanio, Don
Francisco Miranda y Don Juan Ruiz. Además
decidieron contratar algunos espectáculos en relación con las empresas de
la capital tinerfeña a fin de aumentar con
sus productos los recursos necesarios para llevar
a cabo la hermosa obra proyectada y que pronto honró
a sus iniciadores y a toda la Villa. Los trabajos dieron un
brillantísimo resultado, habiéndose puesto al habla con el
arquitecto Don Mariano Estanga. En el mes de enero
del año 1.914, actuaba en La Orotava con gran
éxito la gentil canzonetista "Ida Dermy",
habiéndosele prorrogado el contrato por dos funciones más, que se celebraron
con brillantez. En la biblioteca municipal orotavense ubicada en el antiguo
Casino de "Los Caballeros", aparece un categórico periódico
denominado "Heraldo de Orotava". Cercando las páginas de los
carnavales de la edición del cinco de Febrero de 1.921. Se
específica una inscripción de las autoridades municipales, para
dar cuenta de la Real Orden de trece
de Enero del mencionado año, en la que se prohibía la circulación
de máscaras con caretas puesta por las vías públicas en los
días del Carnaval, y en vista de que dicha disposición
es contraria a lo determinado en el articulo 43 de
las ordenanzas municipales, se acordó la prohibición
referida, permitiéndose únicamente las mascaras con caretas,
durante los días citados, en las plazas de Alfonso XIII(hoy del General
Franco o Ayuntamiento), y de la Constitución(o plaza del Kiosco). En la página
siguiente acatamos, que la comisión gestora de la nueva Sociedad ya
desaparecida "Circulo de Amistad 12 de Mayo", organizaba para el
lunes de carnaval una fiesta que seguramente resultó lucida. El Heraldo
publicaba el siguiente; a las cuatro de la tarde se verificaba en
la plaza de Alfonso XIII una batalla
de flores, serpentinas y confeti, a la
que concurrieron varios automóviles tripulados por
señoritas, representando a las distintas sociedades de esta población,
así como de otros pueblos de la isla. Acto seguido el afamado Orfeón La Paz de
la Laguna, efectuaba un selecto programa. La banda de música municipal
contribuía al mayor lucimiento del festival. El Heraldo de Orotava felicitaba
por anticipado a los entusiastas organizadores del mismo, y les quedaban muy
reconocidos por la atenta invitación que le dirigieron para asistir al baile de
disfraz que se efectuó el mismo día por la noche en el Teatro de esta Villa
como digno remate de fiesta.
Lo que está claro es, que queden sentenciados los artísticos
carnavales orotavenses del comienzo del siglo XX, que fueron celebres con unas
bellezas admirada, de reminiscencia para los que aun están vivos. Naturalmente
por el profundo respecto que me imperan las manifestaciones de Sr. Herreros y
Herreros, y mucho más las que mi pueblo de
La Orotava centra y concreta alrededor de sus carnavales. Nuestra
misión la tenemos clara y en ese empeño no cejaremos nunca mientras consigamos
información necesaria y oportuna.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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