Un avión ligero o avioneta es un avión que tiene un peso máximo
al despegue de 5.670 kg o menos.
Muchas de las aeronaves utilizadas para transporte de mercancías, fotografías
aéreas, vuelos de esparcimiento y vuelos comerciales de corta duración son
avionetas. Normalmente este tipo de aviones no necesitan una pista demasiado
larga para aterrizar o despegar. Claro La Calle El Calvario entonces no era
demasiada larga, era empedrada, tenía en los laterales (entre las aceras y la
vía) unos caudales por donde corría el agua de la lluvia, por lo que esa
espontanea avioneta piloteada por un piloto desconocido aterrizó por fuera de
la casa que me vio venir al Mundo. Quizá esta parodia sea menos seria y más
divertida de la que me endosó el amigo Rafael Cedres, sobre un tranvía en La
Orotava tirado por bueyes. Puesto que en esta segunda, los viajantes están
vestidos de paisano y no se le ven los pies, pero en esta de la avioneta, los
pilotos están vestidos con su uniforme y casco habitual, y se le ven los pies
en el suelo de la histórica calle orotavense.
Después de tanto volteo, yo decretaba la maravillosa fotografía
del “Tranvía” en la calle de Inocencio García Feo (antigua de La Iglesia), por
un dato curioso, pero supuestamente reivindicativo, en protesta de pedir que el
Tranvía tinerfeño de entonces llegase al norte de la isla, puesto que solo lo
hacía hasta su estación de Tacoronte.
Pero en la foto presente, corresponde a los Carnavales del año
1914, que tuvo su apoteósico coso en los alrededores de la plaza de Franchi
Alfaro de La Villa de La Orotava, antes la presencia de dos mil personas. Fue
el único que se celebró en la Villa debido que en ese año de 1914, el Puerto de
la Cruz no lo pudo celebrar, debido a un foco de infección gripal. Por lo que
ambos municipios acordaron celebrar el carnaval en la Villa.
El aviador es maestro orotavense Ananías
Hernández. Pocos meses después
sufrió un desgraciado accidente en el que perdió la mano. Y a partir de ahí se
convirtió en uno de los mejores maestros de obras de este pueblo. El que hacía
de mecánico fue Manuel Acevedo que trabajaba en telefónica y vivía en el
callejón de La Bicha, padre de Copelio antiguo trabajador del desaparecido Bar
Almeida de la calle El Calvario y suegro del ex alcalde de la Villa de La
Orotava don Cándido Acosta.
La avioneta la construyó aplicando en el fuselaje un bidón que
venía con cemento y era de madera.
Maestro Ananías Hernández gestó la idea referente al piloto francés MAURICE POUMET aterrizara
cerca del barranco de San Felipe en el Puerto de la Cruz con su monoplano “EL BOREL” avioneta
de similares características, en
el año anterior 1913.
El titulo por el que encabezo la fotografía que presento, es
totalmente anecdótico, me impresiona la panorámica, por su toma por fuera del
lugar donde yo nací en el año 1950, donde me críe, pase mi infancia y mi
juventud.
Vemos tres casas de la calle la orotavense calle El Calvario,
tres mansiones típicas canarias construidas con materiales autóctonos, donde
abundaban la madera de tea y el tejado de barro y paredes de piedras de casi
cuarenta centímetro de en grosor.
No puedo indicar quien o quienes habitaban estas mansiones en el
año 1914, puesto que la primera de la derecha que solo presenta parte de su
frontil izquierdo, la adquirió en propiedad mi padre Juan Álvarez Díaz en el
año 1941, según escrituras que conservo en mis archivos. Pero si le puedo
indicar quien y quienes vivieron estas mansiones en la época de mis vivencias.
La primera de la izquierda (solo se ve su parte derecha) la habitaban la
familia “Linares”; Edelmira y Jorge Linares, las segunda de la izquierda (en la
parte central) la pernotaban el matrimonio formado por Vicente Luca y Lola,
curiosamente no recuerdo ver los bajantes del agua de lluvia que están en la
fotos de estilo canarios fabricados en barros. Y la tercera de la derecha que solo
se ve parte del frontil izquierdo, vivía un servidor y mi familia.
De este mágico rincón tengo unos gratos recuerdos, extraordinarios
desde luego en mi vida puesto que pernotaba las tres mansiones por los mismos
tejados y los patios, en la mansión de los “Linares”, nació y vivió mi amigo de
la infancia Francisco Trujillo Díaz (Francis), su hermana Carmita y trabajaba
en calidad de chacha “África” (hoy en el Barrio de San Antonio). En la ventana
superior de la izquierda (no se ve en la foto), a diario y por las tardes -
noches se formaba una tertulia de señoras orotavenses; Concha González, Rosalba
Díaz, Victoria Álvarez, Mercedes Álvarez, Enriqueta Linares, Edelmira Linares.
En la mansión del centro, que me la curré en juegos infantiles con las hermanas
Flori y Loli (fallecida). Recuerdo ver en su ventana a doña Lola (madre)
leyendo el periódico al revés, era un caso extraño, como esa mujer leía al
revés, hasta que descubrí que no leía, si no oía las noticias por La Radio, y
las repetías como si la estuviera leyendo. Con el tiempo esa ventana
desapareció, reconvirtiéndose en un puesto de comercio que tomó en
arrendamiento el amigo y convecino de la misma calle Tino Santos Cruz
(fallecido). En la ultima mansión de la derecha, era mi vida, mi gratitud, en
ella nací, nacieron mis sobrinos (Carmen Aurora y Gilberto), murieron mis
abuelos maternos y murió mi padre. En el año 1966, mi madre se vio obligada a
vender, desagradecidamente por culpa de la economía del negocio familiar. Esto
me costó una vida, pero una vida que aún llevo clavada como una espina en mi
propio pecho.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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