El amigo del Puerto de
la Cruz; AGUSTÍN ARMAS HERNÁNDEZ
remitió entonces (01/05/2017) estas
notas que tituló; “TENERIFE Y LAS CRUCES”: “…Mayo es el mes de
las fiestas de la Cruz. Entre nosotros se dice: “el mes de las Cruces”. Es
conocido que pocas bodas se realicen en “el mes de las flores”.
¿Superstición? Quienes asistimos en el Puerto de la Cruz al I Congreso
Internacional de Parapsicología nos pudimos dar cuenta del auge que van tomando
las supersticiones, en parte debido a los mismos parapsicólogos y ocultistas.
Muchos objetores, especialmente un sacerdote muy conocido en el Valle, tuvimos
que debatirlas.
Sin embargo, quizás no todas estén infundadas, pues
grandes personajes, como el Emperador César Augusto, no se calzaba el pie
izquierdo antes que el derecho. Probablemente tengan razón los que dicen: “Si
crees en las supersticiones, entonces se te cumplen; pero si no crees en ellas
entonces, no”. Me parece que la mayoría de los casos así es.
Cuando Fernández de Lugo, con sus castellanos plantó
el Santo Madero, el 3 de Mayo de 1492, ese lugar se convirtió luego en el
Puerto y más tarde en la ciudad de Santa Cruz. Signo de esperanza para los
pobres Guanches, que según el profeta Isaías, “vivían en tinieblas y la sombra
de la muerte”.
Pues no bastaba invocar a Achamán y hacer cabalas en
los tiernos baifos, para conseguir la salvación. Es cierto que iban unidas la
espada y la cruz, pero ha sido también voluntad divina proteger a los indefensos
misioneros. Por algo permitió el Señor que los Apóstoles llevaran dos espadas
al huerto de Getsemaní. Según la tradición, una es la espada del Papa que debe
quedar envainada; y la otra la del Emperador, que debe estar con frecuencia
fuera de la vaina. Cuando aparezca próximamente el Gran Monarca de las
profecías, cambiaremos nuestra mentalidad actual.
Los valientes Castellanos, nuestros antepasados,
plantaron también la Cruz en el Valle de la Orotava, y ahí tenemos “ la Cruz
Santa ” y nuestro “Puerto de la Cruz ”. Nos dicen los historiadores que, en
principio, la conquista de Canarias e Indias Occidentales, se debió más al
deseo de salvar a los paganos que el afán de conquista, también es de admirar
el poder del Romano Pontífice, quien (el español Alejandro VI) en 1493, dividió
el mundo pagano entre Castellanos y Portugueses.
En nuestra ciudad turística se restauró una Cruz
muy venerada, por iniciativa de los concejales. Es admirable el poder de la
Cruz pues aunque nos sea amargo el cargarla, ella produce la salvación. Por
otra parte, quienes no se casan en Mayo no se libran de llevarla, ni pienso yo
que sean más desdichados quienes se emparejan en el bello mes de las flores.
En nuestra ciudad portuense, las capillas de la Cruz
son una de las más peculiares. Recordaré sólo las de Chorro Cuaco, Mequinez,
Las Lonjas, y la Cruz Verde. La Cruz del Pino es la que se restauro al
final de la calle Pérez Zamora. Después de todo, la religión es invencible,
puesto que el alma humana es inmortal. La fe está resurgiendo en China, en
Rusia, en Polonia, y resurgirá en nuestra patria, muy pronto, debida a las
señales, claras, que nos llegaran del Cielo. Y cambiarán muy pronto según
anuncian algunos videntes y Parapsicólogos…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
No hay comentarios:
Publicar un comentario