Nació en La Orotava en 1966, su padre Manolín trabajo en mi
casa en la industria de mi papá Juan Álvarez Díaz, tenía un carro de madera
para transporte de mercancías, y su abuelo don Antonio García que fue el que
construyó y explotó el añorado y desaparecido Teatro - Cine Atlante.
Ha sido periodista de diferentes medios de comunicación de prensa, radio y
televisión. Trabajó durante 13 para la Cadena Ser en diferentes
etapas. Ha sido director de Onda Cero- Teide Radio (1992-7994) Y de Azul Radio
(2004). Presentador de diferentes programas, de 2002 a2003, en Radio MyD
sobre temas relacionados con el turismo, también dirigió el espacio sobre
turismo 'El patio' en Radio Club Tenerife (Cadena SER) entre 1995 y 2000. En
televisión ha trabajado para Canal 7 en diversos programas y en tertulias de
corte político. Fue editor de los informativos de fin de semana de ese mismo
canal entre 7996 Y 1997. Fue director de Azul Televisión (2001-2002), donde
también presentó programas informativos y tertulias. Actualmente participa como
tertuliano en el programa 'Buenos días, Canarias' de la Televisión
Canaria.
Muchas gracias. Buenas noches. Permítanme, en primer lugar, expresar mi
agradecimiento a don Pedro Rodríguez, director de Apartamentos Masaru, por su
invitación a participar en estas interesantes jornadas, gratitud que hago
extensiva a don Juan Galarza, compañero entrañable que me suele tener presente
en sus pensamientos y que, en esta ocasión, se acordó de mí y, además, me dio
traslado de su interés con argumentos irrefutables: "No puedes decir que
no". En tercer lugar, quiero tener un recordatorio especial para don
Javier Bernal, director general de Tropical Hoteles, persona a la que debo los
pocos conocimientos que tengo sobre el sector turístico, que, en cualquier
caso, son superiores a los que resultan de sumar las medias de los periodistas
de Tenerife. Y pido perdón por la petulancia.
Arranco mi disertación precisamente en este punto, y lo hago, lo adelanto,
de manera crítica. Sé poco de turismo, como les decía, pero aún resultando
escasos esos conocimientos, se me permite comparecer ante ustedes esta noche.
Quiero suponer que se ha cursado la invitación porque puedo aportar algo al
debate, mientras que yo sólo estoy seguro de mis no conocimientos.
Porque, hablemos claro, el panorama de los medios de comunicación y su
atención al sector turístico me resulta, francamente, insuficiente y
desalentador. Es probable que los agricultores o los industriales, los
comerciantes o los importadores de coches, los constructores o los ganaderos
tengan quejas más o menos similares. Pero también estaremos casi todos de
acuerdo, salvaguardando el debido respeto que nos merecen todas las patronales,
en que esa gente que se dedica a esos sectores no tiene nada que ver, ni hay
parangón posible, con la influencia económica y social del sector turístico en
las islas.
No les voy a decir a ustedes, precisamente, lo que supone el turismo en
nuestra economía. Han tenido la oportunidad de debatir en mesas redondas
anteriores sobre lo que ha venido ocurriendo hasta la fecha y sobre las
amenazas y fortalezas en el futuro. Lo único que lamento es que ese debate,
necesario, moderado, enriquecedor, equilibrado, partidista y nada fatalista no
se haya trasladado a los medios de comunicación, más interesados, muchas veces,
en cuestiones que a nosotros nos parece que tienen una apariencia menor.
No digo que no aparezcan referencias en los medios; sólo digo que no se ha
trasladado de la manera que, a mi juicio, a lo mejor se merecían las
intervenciones. ¿O es que lo dicho aquí sobre las líneas de bajo coste, por
poner un ejemplo, o el desarrollo sostenible no merecía más de una de opinión
en medios, en tertulias o en columnas más o menos sesudas?
Es complicado, sin duda, diferenciar lo fundamental de lo accesorio cuando
se elabora una información, y ésta es una tarea más que corresponde a los
periodistas. Pero también creo, y valga la comparación, que todos nosotros llevamos
un seleccionador nacional de fútbol dentro y siempre tenemos la alineación
perfecta con la que ganar el mundial. Debemos hacer recuento a la hora de
establecer y fijar criterios informativos, de establecer noticias de apertura
de un periódico, de dar la debida relevancia a un hecho noticioso. Me da la
sensación de que todos tenemos algo en nuestro interior de redactor-jefe o de
director. A mí eso me resulta especialmente molesto y sucede en las islas por
las razones que diré.
Para preparar esta intervención, he tenido la oportunidad de hablar con
algunos compañeros de medios, y en todos existe el convencimiento de que
tratamos de manera más o menos adecuada el turismo. Con lo cual, se añade a
todo lo anterior una perversión, y es que nos damos por satisfechos. Vivimos
con una cierta autosatisfacción de que hacemos lo que debemos. Y entonces,
claro, uno tiene a veces la fatal costumbre de ir a los hechos y de analizar lo
que está sucediendo. Me permiten que, a grandes rasgos, lo haga para todos los
medios.
A día de hoy, si hablamos de la prensa, no hay un periódico, no ya que se
dedique exclusivamente al sector turístico, sino que tenga en sus páginas de
economía, al menos, una página, de manera fija, destinada al sector turístico,
donde se dé cabida a las cuestiones que hemos dicho, que ustedes han debatido y
que yo celebro que así haya sido. Con un añadido, que también me parece
consustancial a cómo funcionan los medios de comunicación, esto es, que,
habitualmente, se encarga al redactor de economía que sepa también de turismo.
Si viene de la Facultad de Ciencias de la Información, lo
normal es que no sepa de economía; si viene de la Facultad de
Económicas, lo normal es que no sepa de turismo. Con lo cual, estamos teniendo
en las redacciones gente que no es sino el fruto de la universidad que nos ha
tocado vivir en los últimos años y que ustedes, mejor que yo, conocen,
precisamente porque no es que la universidad tenga un conocimiento extenso del
sector turístico. Por lo tanto, digo que, cuando se le encarga al redactor de
economía que se ocupe del turismo tendrá que empezar de cero y llegará un
momento en que tendrá relaciones con algunos periodistas y se dará cuenta de
cómo hay que empezar a explicarlo todo y, cuando digo todo, digo todo. Es
cierto que no sería justo obviar que luego muchos medios de comunicación tienen
articulistas que escriben de turismo. Pienso en Luciano Lemus, en Antonio
Pastor, en Lorenzo Soriano, en Antonio Tejera Gaspar, en Randolph Revoredo o en
el mismo moderador de este foro, Miguel Ángel González Suárez.
Nada que objetar si no fuera porque todos son algo, aparte de articulistas.
Son consultores y articulistas, son profesores y articulistas, son jubilados y
articulistas. Es decir, que nadie... No hemos conseguido tener un grupo de
expertos en turismo que pueda hacer de eso una profesión. Es algo que parece
mentira que se esté dando aquí.
Digo, por tanto, que hemos empezado por los periódicos. Si hablamos de la
radio, les adelanto que es un solar. José Antonio Pardellas sigue manteniendo
un programa que hizo en su día con Miguel Ángel González Suárez, lo que pasa es
que ya no es un programa, sino una sección dentro de un programa que no tiene
ubicación fija en la parrilla. Antes tenía una periodicidad fija, un horario
fijo, y tampoco me consta que lo siga haciendo, aunque José Antonio Pardellas
tiene el interés de seguirlo manteniendo. Está la radio que hace Miguel Ángel
González Suárez, que es la tercera vez que lo cito, y está la radio Onda CIT
Radio Turismo, condenada a convertirse en una radio genera lista, porque,
supongo, es lo que toca. Puede ser que no haya un mercado para esta actividad,
pero yo quiero creer que no es sólo eso. Toca hacer radio genera lista, ¿no?
Yo tengo una experiencia y quiero que me permitan que se las cuente.
Hablábamos del programa El patio. Surge por Javier Bernal, que, corno saben, es
una persona de peso en el sector turístico y además está vinculado a la
Cadena Serpor los intereses de ambas empresas. Bernal habló con la dirección y
dijo que quería hacer un programa de turismo. Luego le dijeron a Javier que
necesitaba un tipo de radio. Me lo encargaron a mí, porque siempre he tenido
fama en Radio Club Tenerife de que era el que más sabía contar cosas de las que
no tenía ni idea, que se notaba menos en mí eso del desconocimiento. Y por eso
comencé yo a hablar de turismo.
Es verdad que en aquel momento no fui capaz de pronosticar, siquiera, que
era un terna que me interesaba y que al final, efectivamente, se convirtió o
terminó siendo un programa de corte técnico, más que de otras cuestiones de las
que también hablaré más adelante y que se ponen sobre la mesa cuando se habla
de turismo. Fue así y Javier Bernal tuvo que dejar, por cuestiones
profesionales, el programa en la primera temporada. La siguiente ya yo hacía de
director y presentador, y se mantuvo el programa, contra viento y marea, porque
la dirección de la casa en aquel momento no creía... Nunca he sabido si en la
radio, si en el programa o si en mí, pero no le tenían mucha simpatía. Una vez
me fui, me parece que sobrevivió con Puchi Méndez cinco o seis meses, y así
terminó aquella temporada. Y se acabó, desgraciadamente, porque, además, yo
creo que era un programa necesario.
Les decía que quería hablar también de otras cuestiones, de lo que está ocurriendo
en las televisiones. Tampoco hay mucho margen para ser optimistas. No hay
espacios dedicados ex profeso, en la forma en que yo los entiendo al menos, al
sector turístico. Se podrá decir por parte de ustedes que hay programas
dedicados al turismo y tendrán razón siempre. Pero es que no hablo de un
programa que potencie el turismo interior o de espacios que nos enseñen las
bellezas que, por otro lado, muchos de nosotros ya conocemos en las islas. Me
quiero centrar en un tipo de programa que a mí me gustaría que hubiese en la
televisión y que no hay; en el que se pueda hablar de la promoción exterior, de
la marca única, de las líneas de bajo coste, de la posibilidad de dotar la
Reserva de Inversiones y de financiar con ella la renovación de la planta
hotelera. Es decir, de todo eso se puede hacer un programa de televisión.
Nosotros lo hemos hecho, y puede durar una hora perfectamente. Pero es que si
encima yo no lo hubiese hecho en la radio. En Baleares también nos han sacado
ventaja en este asunto. Hosteltur tiene programa en Canal 4 y tengo datos aquí.
Ya han cumplido cien programas; es decir, llevan dos temporadas haciéndolo. El
año pasado tenían una media de 50.149 espectadores, según Sofres. ¿Son unas
cifras para nosotros inalcanzables? Entiendo que no.
Tampoco hay revistas especializadas en las islas. Existen algunos intentos,
muchas veces desde las instituciones públicas. Y es cierto también que Ashotel
mantiene la suya, de reparto entre sus asociados, que está bien. Pero hay
algunos intentos con distribución muy minoritaria. A escala nacional, las
revistas se ocupan de lo que ocurre aquí, pero no han conseguido a sus
corresponsales en las redacciones de los medios de comunicación locales, lo que
resulta inusual. Por ejemplo, esto lo sabe muy bien Gloria Salgado, que ha
estado en otras conferencias. Ella tiene una trayectoria en el Cabildo y en
Editur y no es una crítica que ella deba ser la corresponsal, sino que los
medios de comunicación van a montar una publicación y no se dirigen a los
medios de comunicación locales ni buscan periodistas en los medios de
comunicación locales, sino que buscan a alguien que sabe de turismo, pero fuera
del periodismo.
Digamos que éste para mí sería el esbozo general de cómo están algunas
cuestiones, con independencia del debate que podamos entablar de éste y otros
asuntos más tarde. Dicho esto, la pregunta siguiente es: ¿por qué se ha llegado
a este punto? Yo creo que, básicamente, por cuatro razones. La primera,
relacionada con los periodistas, Sin ánimo de generalizar, que sería injusto,
sin duda, muchas veces se ha detectado un escaso interés en la mejora
profesional de los propios periodistas.
Hace unos años, en 2002, en el Cabildo Insular de Tenerife se hizo un
intento de jornadas gratuitas dirigidas a todos los redactores de los medios de
comunicación. En éstas, durante cuatro tardes, creo recordar, se enseñaba lo
básico, o sea, desde distinguir una cama extrahotelera de una hotelera. Se
llegó a decir que se terminó incluso ayudando a interpretar las cifras estadísticas,
que, eso es verdad, es de máster. Pero, efectivamente, hasta eso se intentaba
hacer. Aquello estuvo bien como un intento que necesitaba continuidad, pero los
resultados yo creo que fueron relativamente decepcionantes, porque, como les
contaba antes, cuál es el trayecto muchas veces dentro de las propias
redacciones. Muchos de aquellos que asistieron... Fueron 14 personas, y, si
hubiese ido uno por medio, no hubiesen cabido en la sala que cedió el Recinto
Ferial. Pero digo que, por esa trayectoria, al final esos periodistas ya no
estaban dos meses después dedicados al turismo ni a la economía, ni nada. Es
posible que alguno estuviera en información regional; otro, en la local, y
otro, seguramente, en la deportiva, que es mucho más divertido.
Las propias empresas periodísticas. Creo que ha faltado fe en el sector.
Quizá por no ser a lo mejor tan problemático como otros; no son tan quejicas
como otros, al menos en apariencia; es decir, seguramente, si valoramos y
comparamos esto con lo que sucede con la agricultura, por poner sólo un
ejemplo, vemos que no hay una comparación posible, ni por peso en la economía
ni por nada: por peso medido en términos de PIB regional e incluso dentro de la
propia isla. Sin embargo, ellos tienen múltiples ocasiones de manifestarse y,
sin embargo, de turismo hay poco o nada. Por eso digo que ha faltado, tal vez,
visión a los medios de comunicación, y también creo que ha faltado,
seguramente, políticas comerciales más agresivas y menos convencionales.
La segunda razón guarda relación con los empresarios del turismo, y me lo
van a permitir, porque ya que hablo mal de los medios y de los periodistas,
también lo diré de los propios empresarios, a los que en muchos de los casos no
se les pide que participen con publicidad en todas las cuestiones. Miguel Ángel
lo debe saber perfectamente. A veces es complicadísimo hablar con ustedes para
obtener una valoración de algo que está ocurriendo, sobre un hecho puntual. Ya
sé que son personas muy importantes, a las que tengo la mayor de las estimas,
Pero, a veces, son más complicados de conseguir que los ministros. A lo
mejor es más fácil llamar a algún ministro que a un empresario del sector
turístico.
Luego está también el asunto de la publicidad y no sé por qué nos hemos
ganado entre todos una especie de desconfianza, y creo que es verdad que pueda
haber periodistas que se acercan al sector turístico con alguna voluntad de
conseguir algo y que nuestra mala imagen también dependa algo de eso. Pero sólo
no es eso. Es decir, yo creo que ha faltado una mayor complicidad, y vuelvo al
caso de Hosteltur, que es extensible a otros medios de comunicación. En
Baleares, al final, han sabido hacer piña, y los asuntos son de todos. En los
medios de comunicación, hay periodistas que se consideran dentro del sector y,
sin duda, lo están, que yo lo vi. Aquí eso no lo veo, que un periodista que
consideramos de Tenerife sea parte del sector. Igual no hay periodistas. Y en
tercer lugar, la tercera y última razón, enlaza con los políticos, que creo que
tienen su parte alícuota de culpa. Yo soy alérgico, y se los adelanto, a
ampliar las competencias de los políticos, porque siempre eso trae malas
noticias, pero quizá les hubiera correspondido hacer un esfuerzo mayor y más
continuado en el tiempo por ese tipo de cuestiones, para crear entre todos una
corriente de simpatía dentro de los propios medios de comunicación. Porque
cuando se han dirigido a los medios de comunicación, habitualmente ha sido para
invitarlos al fiestorro de Fitur, ¿no? Y luego a la vuelta todos hablamos bien,
y parece que eso es el turismo. Hemos dado entre todos una mala imagen sobre
esas cuestiones. Creo que, con lo que se han gastado en invitaciones a ferias,
se hubiese conseguido tener unos buenos redactores de turismo en Tenerife. Y ya
casi para ir concluyendo, para luego dar pie a que se pueda establecer un
debate sobre lo que sucede en los medios de comunicación en la relación
estricta con el sector turístico. Yo sí esperaba esta intervención. Lamento
mucho decepcionarles, pero lo que no tengo son soluciones. Creo que soy capaz
de definir por qué hemos llegado hasta aquí, con independencia de que luego,
seguramente, podamos discutir sobre el particular, sobre las soluciones de
futuro. Y ojala me pueda ir de aquí esta noche diciendo: "Ah, pues mira,
desde el sector se tienen las cosas claras sobre lo que se debe hacer para que
las cosas no sigan igual de mal" Por lo tanto, si les parece, luego,
porque se me quedan algunas cosas en el tintero, las podremos analizar en el
debate. Ahí las podremos confrontar.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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