miércoles, 3 de mayo de 2017

EL PUERTO SE ENRAMA JUNTO CON LAS CRUCES



Artículo que remitió entonces (2015) mi amigo desde la infancia en la Villa de La Orotava, actualmente residente y vecino del Puerto de la Cruz; SEGUNDO SACRAMENTO DOMÍNGUEZ, que tituló; “EL PUERTO SE ENRAMA JUNTO CON LAS CRUCES”: “…Esta tradición centenaria, con la que cada día 3 de mayo se da cumplida cuenta de la dedicación que los vecinos del Puerto tienen por sus cruces, apostando por sus adornos florales y engalanando aquellas que tienen más próximas a su residencia habitual y que muchas veces son “herencias” familiares.
Varias se encuentran en ermitas en las que determinadas familias, ancestralmente, se encargan de su ornamento; otras en las paredes de los edificios por las distintas calles y otras en casas particulares. El trabajo de ornamentación y embellecimiento comienza el día antes y en la noche del día 2 de mayo ya pueden ser visitadas por quienes lo deseen.
Las ermitas como Chorro Cuaco, la Cruz de las Maretas, la Cruz de las Lonjas de la familia de los Pérez, la Cruz de Tere Figueroa, la de Roberto, la de los Pérez y la Ermita Cruz del Pino, entre otras muchas, lucieron sus mejores galas para ser admiradas por los visitantes que durante este día recorren las calles del Puerto.
Felipe Barreto Hernández sigue sorprendiéndonos, como cada año, con sus ramos de flores cuyos pétalos confecciona con escamas de pescado, perlas e hilos de plata y oro, que son el deleite y la incredulidad de quienes lo visitan en su casa de la calle Enrique Talg, por el tamaño de los pétalos, la forma y el colorido que consigue con los mismos.
Religiosamente, esta celebración parece tener su origen en el hallazgo por Santa Elena de la cruz donde murió Cristo, pero lo cierto es que el arraigo popular de la fiesta proviene de ciertas celebraciones de los romanos.
Esta fiesta, en su vertiente popular, está muy extendida por toda España, aunque con variaciones muy significativas de unos lugares a otros. A pesar de ello, la celebración ha presentado siempre, en todas sus manifestaciones, una serie constante de elementos comunes, como es el hecho de que el centro de la fiesta sea precisamente una cruz, de tamaño natural o reducido, que se adorna. A su alrededor se vive la fiesta, con bailes, juegos y coplas. A veces hay procesiones, de carácter religioso o pagano…”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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