miércoles, 3 de mayo de 2017

FRANCISCO SÁNCHEZ GARCÍA EN EL RECUERDO.



ANIVERSARIO DE SU FALLECIMIENTO: “FRANCISCO”: Era el 3 de mayo del año 2011. Un servidor estaba en mi cátedra de Contabilidad del IES Orotava Manuel González Pérez en el Barrio de San Antonio, cuando suena el móvil, mi hijo Quique desde el Conservatorio Profesional de Música de Canarias sede en Las Palmas de Gran Canaria, me trasmite la triste noticia, nos ha dejado para siempre Francisco Sánchez García, me quedé entristecido durante un minuto, enseguida me di cuenta que todo era normal y ahora me toca redactar, todo en pocas palabras para que todos los amigos, sepan comprenderte, nos comprendan. En primer lugar decir, que mi BLOG altruista y personal sigue de pies gracias al impulso desinteresado tuyo, siempre me decía, no pierdas esta afición que es divina, sigue, no la dejes.
Aquí me tiene Francisco desconsolado, escribiéndote con todo el corazón, no llegaste a tiempo de celebrar con nosotros las bodas de Oro del campeonato juvenil de Tenerife con el Juvenil Iberia de tu gran maestro don Chano que tu compañero Ángel García estaba preparando para el final del mes de mayo del 2011. No te preocupe, la celebrará en el otro sitio, en ese tan desconocido lugar, que está quizá mejor que aquí, allí tienes a muchos de los tuyos, aparte de tus padres Isidoro y Herminia, están tus maestros futboleros; Don Chile, Don Chano, Don Miguel Muñoz y Don Luís Molowny. Compañeros; Juanito Guede, Tonono, Tito del Pino, Marina, Arzola, Chuchito, Barona, Yeyo. Sobre todo un maestro espiritual que te pidió que fuese alcalde de la Villa de tu Villa el salesiano Don Víctor Rodríguez Jiménez, que bonita labor hizo por los Altos de La Orotava, depositó en ti la máxima confianza para que ese lamentable territorio lleno de almas humanas que lo estaba pasando muy mal hasta el final de la década de los años setenta del siglo veinte se convirtiera en un solar donde el nivel de vida cambiase rumbo hacía el progreso y la libertad.
Francisco no olvide que por ahí anda tu gran amigo y vecino del Puerto de la Cruz que compartió alcaldía el mítico Francisco Afonso Carrillo. Los dos eran el preámbulo de la romería de San Isidro, casi no la llevan hasta la plaza El Charco del Puerto de la Cruz. Adiós amigo y querido Francisco hasta pronto.
SU VIDA: Amigo desde la infancia de la calle El Calvario de la Villa de La Orotava que en la segunda Republica Española se llamó “14 de Abril”, era el ídolo en el fútbol, pues le vi jugar con 14 años en el legendario Juvenil Plus Ultra de don Chile y con quince años en el UD. Orotava, jugaba muy bien de delantero centro, hacía perfectamente la pared por si solo apoyándose del defensa, iba muy bien hacía el marco tanto con los dos pies que con la cabeza, era extraordinario, pero estoy con su pensamiento, los estudios de leyes primero en la Universidad de la Laguna y después en la Complutense de Madrid, eran sus primordial objetivo, dejaba su deporte querido en el segundo plano el fútbol de su vida, a esto le añadimos las lesiones prematuras, por tanto jugar en varios deportes, puesto que en un solo domingo, llegó a jugar en tres deportes diferentes, por la mañana a balonmano en San Idelfonso de Santa Cruz, al medio día en la Terraza del cine Atlante a baloncesto y por la tarde a fútbol con el UD. Orotava era evidente, pero su profesionalidad la adquirió, simplemente a finalizar su carrera de leyes en Madrid, que finalizo aun siendo joven, por lo que le dio tiempo de debutar en la primera división del fútbol español con la camiseta amarilla de la UD. Las Palmas.
En el año 1967, terminó la carrera de derecho en Madrid, se viene a la Orotava, el Real Madrid le cede al UD. Orotava para que jugase hasta el fin de la temporada, tal como lo venía haciendo desde que se fue a estudiar a la Complutense de Madrid, el Real Madrid se lo cedía a la UD. Orotava a titulo de préstamo mientras pasaba sus vacaciones en la Villa. Al finalizar la temporada el UD. Orotava no se clasifica para jugar la liguilla interregional de Canarias, pero si lo hace el CD. Puerto Cruz, que en aquella época tenía un señor equipo en el fútbol regional. El UD. Orotava se lo cede al CD. Puerto Cruz, para que jugase la liguilla, en la ciudad turística hace amistad con el gran jugador local Tito del Pino, que tengo que traerlo a mi sección, por lo que espero contar con la colaboración de mi buen amigo Salvador García para recopilar información de este jugador portuense y ranillero. Al finalizar la liguilla, se incorpora de nuevo a la disciplina del Real Madrid, este se le cede a titulo de préstamo a la UD. Las Palmas a través de las gestiones de Luís Molowny entonces preparados del equipo amarillo, y en la ciudad grancanaria debuta en la primera división, recuerdo estar en el inolvidable carrito de golosinas de la plaza de la Constitución propiedad de Eusebio, oyendo la retrasmisión del partido de primera división desde el estadio del Mestalla, entre el Valencia CF. Y La UD. Las Palmas, en ambos equipos se enfrentaban por primera vez y en la primera división del fútbol español, los primos hermanos;  Nolito Hernández Sánchez por el Valencia CF. y Francisco Sánchez García por la UD. Las Palmas, ambos marcaron importante gol para sus equipos, lo que el resultado final fue de empate a dos tantos.
En la temporada siguiente 1968 – 1969, un servidor estudiaba Preuniversitario en el Instituto Cabrera Pinto de La Laguna, Francisco Sánchez, está vez ficha por el CD. Tenerife en la Tercera División, en muchas ocasiones me desplazaba desde la Laguna a la Orotava con él cuando regresaba de los entrenamientos matutinos. En la temporada siguiente se retira como profesional en el fútbol, trabaja en el despacho de Carmelo Mesa en el Puerto de la Cruz, y ficha por la UD. Orotava en la segunda regional, para llevarla de nuevo a la primera regional e inaugurar el césped del Estadio Los Cuartos.
Del  amigo Francisco tengo una anécdota que he traído en varias ocasiones a mi sección periodística, sucedió en un encuentro del Club Baloncesto Águila del Valle AA AA Salesianos de la Orotava frente a una selección de jugadores de Viejas Glorias de la Orotava, en la cancha de la plaza de Franchi Alfaro, él jugaba con las viejas glorias y un servidor en el Águila del Valle, casi finalizando el encuentro, con el  electrónico igualado, le doy un balón a Francisco para que meta el aro, tanto fue la sorpresa que mi entrenador Paquito Polo corrió tras de mis hasta la puerta de mi propia casa.
Isidoro Sánchez García (hermano mayor), amigo de la infancia de la calle El Calvario de La Villa de La Orotava, remitió entonces (2011) estas notas que tituló;  “PINCELADAS DEPORTIVAS DE FRANCISCO SÁNCHEZ”: “…El recuerdo que tengo de mi hermano Francisco en relación a sus actividades deportivas lo puedo resumir de la siguiente manera:
*Nació el 21 de septiembre de 1944, a la entrada del otoño, en La Orotava, segundo fruto del matrimonio de Isidoro y Herminia. El primogénito era yo, que le llevaba dos años y  jugué de central o de medio, nunca delantero como él. Después vinieron 5 hermanos más entre los cuales aparecieron Nani y Dardi que también le dieron al balón, a su manera.
*Francisco conoció el colegio de la Milagrosa, la escuela de doña Lucía y finalmente el Colegio de San Isidro, con los salesianos, así como el colegio de San Ildefonso con los Hermanos de las Escuelas Cristianas, en Santa Cruz de Tenerife.
De sus primeros años de vida destacaría su amor por el fútbol y por el baloncesto, y si no que se lo pregunten al amigo Bruno Álvarez; también por el balonmano que practicó en la capital de la isla con los hermanos del babero y en las milicias universitarias. En los veranos acompañaba a la familia en las cacerías de conejo por las cumbres de la isla.
Del fútbol señalaré su participación en el Infantil y en el Juvenil Iberia de don Chano, así como su presencia puntual en el Juvenil Plus Ultra, en las Fiestas de San Ginés de Lanzarote del verano de 1959, con el amigo Chile como entrenador. Por entonces tenía 15 años y entre los compañeros a Ramón H. Fariña y Ángel García. Años después consiguen con el Iberia el título de campeones juveniles de Tenerife y el subcampeonato de Canarias. Por entonces ya le comienzan a afectar los problemas de los riñones. Creo recordar que fue seleccionado junto con Ángel García para el equipo juvenil de Tenerife y acuden al  estadio Metropolitano de Madrid, de la mano de maestro Paco (a) el Barbero.
Fichó por la UD Orotava y juega la liga regional durante algunas temporadas. Inolvidable el viaje a La Palma cuando el partido con el Aceró en Los Llanos de Aridane. Por el frustrado vuelo en avión y por las anécdotas en el barco de Ángel García. El árbitro era el lagunero Manuel Suárez y se ganó el partido con gran enfado de los palmeros que casi se comen al referee.
*Comenzó a estudiar Derecho en la ULL en 1960 y luego marchó a Madrid en 1962 para terminar la carrera en competencia con el fútbol. En ese verano fue invitado por el que fuera jugador de la UD Las Palmas, el defensa Juanito Beltrán, para que fichara junto con el primo Nolito, por el Valencia de mis amores. Les acompañé a la capital del Turia. Nolito se quedó pero mi hermano Francisco, que fue con una pierna escayolada a consecuencia de una grave lesión, tuvo que seguir para Madrid por mandato paterno para que siguiera estudiando en la Universidad Complutense y terminase su carrera profesional.
Durante su estancia en Madrid coincidió conmigo en el equipo universitario del Colegio Mayor “Francisco Franco”, que yo capitaneaba. Contaba con un equipazo por los jugadores que teníamos, y por ello casi siempre quedaba campeón del distrito de Madrid aunque jugábamos las finales anuales en Zaragoza, en el campo de El Torrero, con el equipo campeón de Barcelona. Francisco fue seleccionado como miembro del equipo universitario español y se fue a  jugar a Tubingen contra la selección universitaria de Alemania. Entre los compañeros De Felipe (Real Madrid), Lasso (UD Las Palmas), y Lolín Santana y Andrés Calvo, universitarios canarios.
Por entonces algunos jugadores canarios del Colegio Mayor alternaban el campeonato universitario de Madrid con el equipo de Villacañas, de la provincia de Toledo, hoy Comunidad Autónoma de Castilla La Mancha, y nuestro paisano grancanario Lolín invitó a Francisco a que fichara en el equipo de la ciudad toledana donde corría el dinero por las puertas de madera que fabricaban. No obstante a veces le pagaban con garrafones de vino que traía para el Colegio Mayor. El entrenador era Pepe Lacárcel, quien más tarde sería secretario general del Atlético de Madrid, equipo que admiró Francisco durante su vida a pesar de los clásicos sinsabores puntuales del viejo Atlético Aviación.
El Villacañas eliminó de la Copa del generalísimo al equipo del Real Madrid Aficionado, y se fijaron en Francisco los ojeadores del Madrid. Don Miguel Malbo, gerente del club merengue lo fichó. No obstante mi hermano se vino para Canarias y sigue jugando en la UD Orotava con una puntual participación en el Puerto Cruz por haber sido cedido para la Liguilla Interregional. Conoció como entrenadores a Ramón Mesa y  a don Francisco Duque.
Interviene Luis Molownny y se lleva a Francisco a la UD Las Palmas como cedido por el Real Madrid. De nuevo intervengo como representante de mi hermano y negociamos la ficha con el secretario general del club amarillo, García Panasco, por un total de 150 mil pesetas, es decir por unos mil euros la temporada. Viaja a Lanzarote para jugar con la UD el Torneo de fútbol de San Ginés. En la UD Las Palmas jugó la temporada grande de  los amarillos, la 1967-68, cuando quedan subcampeones de la Liga española. Ya Alfonso Rivero y Nolito habían estrenado la 1ª división española. Como luego hizo Francisco y más tarde Felipe Martín, laureado como internacional español. Ambos fueron nominados por razones diversas como Villeros de Honor. Recientemente el periodista deportivo Pascual Calabuig escribió un libro sobre el equipo canarión donde aparece Francisco. Al año siguiente le pido que se venga a Tenerife, a propuesta de Eduardo Valenzuela y José Antonio Oramas, presidente y vicepresidente del CD Tenerife, para que juegue con “los birrias” ya que el club había descendido a la tercera división.
Francisco termina su carrera deportiva con la UD y en 1970 participa en el ascenso de los copos de nieve a la 1ª categoría regional que habíamos perdido la temporada anterior. En 1972 contrae matrimonio con Carmina, con partido de fútbol pendiente, y es nominado como Mejor Deportista de La Orotava en la temporada 1972-73. Jugó el primer Trofeo Teide cuando el Deportivo de la Coruña estrenó el torneo veraniego. Fue nombrado seleccionador del equipo juvenil de Tenerife, etapa que comparte con Manolo Delgado Meco en el mundo futbolístico, lo que le permitió conocer a otros destacados deportistas  como Iñaki Saez y Clemente, entre otros.
Inició en el Puerto de la Cruz su carrera profesional como abogado en el despacho de Manuel Froilán, y con Ramón H. Fariña y Juan Luis inicia en La Orotava el proyecto de fútbol base con el infantil San Isidro. Más tarde alcanza la presidencia de la UD Orotava. De sus hijos, Marcos prevalece sobre Borja en materia futbolística por razones de edad.  La alopecia les llevó a los dos hermanos a perder el pelo y a retirase del fútbol. Pero a ambos le gusta la cantera, el fútbol base, las escuelas deportivas. Borja hubiera sido un buen comentarista deportivo como José María García; por su parte Marcos tiene un hijo, Xavi, que será un gran portero como el tío Antonio Sánchez.
La defensa de los intereses generales de los futbolistas llevó a Francisco a aceptar la invitación que le hiciera en su momento su compañero Gerardo González Movilla para que participara en la AFE.
Como legado deportivo de Francisco podemos subrayar, además de las cosas bien hechas, el amor a la cantera y el romanticismo. En este sentido no sé si fue un buen jugador o un buen futbolista, en línea con las declaraciones de Valerón. Para mí sabía jugar al fútbol, le daba con el pie izquierdo y con el derecho, remataba bien de cabeza y marcaba goles, definía. Y si no que se lo pregunten a Ángel García y a Juan Jesús
Francisco sentía admiración por el tío Antonio, portero que fue del Celta de Vigo en los años 40. Y también por el primo Pepe (a) el Buje, y por los entrenadores que conoció, particularmente por Molowny y Chile, con los que compartió ratos agradables en los últimos momentos de ambos. Inolvidable su amistad con el palmero Luis Arrocha, conocido como Pasito, extremo izquierdo del Tenisca. De igual manera no puedo ignorar los años que jugó como veterano en el equipo de la Villa y sus recuerdos de La Palma. Siempre me llamó la atención su afición al equipo de Los Pinos que presidió su amigo Alejandro. En el verano de 2009 viajamos a Lanzarote para recordar los 50 años del Torneo  San Ginés de Fútbol. ¡Francisco disfrutó como un enano¡ De manera particular cuando Los Sabandeños nos dedicaron a los veteranos del juvenil Plus Ultra la canción: ¡¡¡Cómo pasan los años¡¡¡ que cantó un villero emocionado.
En la entrevista que le hiciera su hijo Borja en los últimos meses, quedó claro que para Francisco el  Barcelona y Messí eran los mejores, sin duda alguna.
En definitiva nos encontramos con un personaje de la Villa, que además de ser el primer alcalde democrático después de la dictadura franquista, fue un buen deportista que dejó bien alto el pabellón de su Villa natal, La Orotava. Lamentablemente se nos fue pronto pero hoy, sus amigos y su familia queremos recordarle en estas Navidades. Por ello celebro esta noche la presencia de viejos compañeros y amigos del fútbol venidos de Canarias y de la península. De Tenerife y Gran Canaria, de Lanzarote y de Bilbao.
Cuando Francisco se marchó a los cielos de las islas, Juan Cruz escribió en su despedida que se había ido un hombre generoso, el futbolista, el alcalde, el amigo. En el mismo sentido se expresó Antonio Expósito y le calificó como genio y figura. También conocimos una crónica necrológica de un admirador, Rafael Lutzardo, quien me sorprendió por sus comentarios acerca de su amistad con Francisco, nacida del deporte, y por calificarle “maestro de la vida”. El periodista portuense Salvador García le dedicó un brillante discurso en la prensa de la isla cuando le comenté que mi hermano estaba a punto de marcar “el gol de su vida”. Dejó constancia de Francisco como ciudadano de la Villa y ciudadano del Valle. Otro periodista cercano, Raúl Sánchez, le dijo “Adiós” cuando le recordaba como alcalde que iluminó La Orotava. No faltó la crónica emotiva de uno de sus pupilos, Sixto Escobar, en la editorial de su revista tinerfeñista. Finalmente el ex alcalde del ayuntamiento de la Villa, le dedicó unas letras en la prensa y destacó la marcha de un Villero ilustre, de un tinerfeño de excepción, de un extraordinario servidor público, un gran ser humano y un amigo inolvidable, que dedicó su vida a trabajar por el bien de sus convecinos, en todos los campos imaginables: en la política, en la abogacía, en el deporte, en la empresa, en el movimiento vecinal, en el sector vitivinícola, en la cultura. Fue un gigante discreto poco amigo de los protagonismos, apuntó Isaac Valencia…”
Isaac Valencia Domínguez ex - alcalde de La Villa de La Orotava. Remitió entonces (2011) estas notas que tituló;  “FRANCISCO SÁNCHEZ”: “…Se ha ido un villero ilustre, un tinerfeño de excepción, un extraordinario servidor público, un gran ser humano y un amigo inolvidable. La Orotava y toda la Isla le deben mucho a Francisco Sánchez García, ex alcalde y Villero de Honor, un hombre de una inteligencia, una honradez y una capacidad fuera de lo común, que dedicó su vida a trabajar por el bien de sus convecinos, en todos los campos imaginables: en la política, en la abogacía, en el deporte, en la empresa, en el movimiento vecinal, en el sector vitivinícola, en la cultura...Fue un gigante discreto, poco amigo de los protagonismos, pero incansable impulsor de cuantas iniciativas pudieran beneficiar a su pueblo y a su Isla, y sobre todo, de los más modestos y necesitados. Ejemplo para muchos, ojalá sepamos seguir sus lecciones y enseñanzas. Hemos perdido a un gran villero, pero no le olvidaremos nunca…”.
Ángel García González, amigo de la infancia de la Villa de la Orotava, remitió entonces (2011) estas notas que tituló; “SEMBLANZA DE UN AMIGO: FRANCISCO J. SANCHEZ GARCÍA (1944-2011)”; “… Conocí a Francisco de párvulo en la Milagrosa en la clase de Sor Dolores allá por 1950. Era el que organizaba los partidos de pelota en los recreos, hasta que Sor Catalina tocaba la campana. Cuando la pelota se colaba por alguno de los ventanillos que ventilaban el sótano, Francisco siempre me mandaba a mí a buscarla, bien porque era el último que me había incorporado al colegio o quizás porque casi todos le tenían miedo a aquel oscuro territorio, aún en estructura, donde gobernaban Domingo Pupú y Manolo el de la cachinba, fieles servidores de las hermanitas.
Por el mes de mayo, Sor Dolores organizó una peregrinación a un altar con la imagen de la Virgen, ubicado por fuera de una casa en la curva de Los Pinos. Subimos todos cantando, ataviados de soldaditos, por el camino de La Cañada y atravesamos por el camino Polo. Después de la ofrenda, Francisco y yo recitamos unas loas a la Virgen que habíamos estado ensayando días antes. Al terminar el acto y aprovechando ese momento de unción y con la Virgen por testigo, sellamos un pacto de amistad por lo que, en adelante, él no me mandaría a buscar la pelota al sótano y yo, a cambio le eximía del debido respeto a los mayores, pues había averiguado que le llevaba nueve meses y medio de edad.
Poco me duró la compañía de Francisco, pues al curso siguiente el ingresó en el Colegio San Isidro en la llamada clase “Chica”, mientras yo me quedé en La Milagrosa un curso más, donde cinco chicos hicimos la Comunión rodeados de más de veinte chicas a cual más guapa.
Nos reencontramos un año más tarde, ya en Los Salesianos, en la clase “Media” del gallego Ramón Caeiro. Francisco obtuvo el primer premio y yo el segundo, consistentes en bandas de honor y varias medallas, impuesta por Don Claudio Sánchez en su despedida. Me acuerdo que salí disparado para que me vieran en casa, y cuando pasé por la Venta Nueva, Camilo Pérez, con su sonrisa habitual, me espetó: “Aquí viene el General Machado”.
Después del Ingreso “reglado” de Don Santiago, iniciamos el bachillerato y empezamos a participar en los campeonatos de fútbol por cursos, que eran bastantes reñidos, publicándose algunos resultados en la prensa, atrayendo a los ojeadores locales, que se sorprendían por la facilidad general para hacer “paredes” en un campo de zahorra.
Por recomendación de Francisco me admitieron como socio de la Compañías Religiosa de San Luis que seleccionaba a los que se distinguían por su conducta y aplicación. El “enchufe” me duró lo que tardó en llegar Don José Rodríguez de consejero, que me tachó de soberbio por no querer participar en un equipo federado del Colegio.
Como además era profesor de latín me condenó detrás de la pizarra durante sus clases y gracias a Eugenio y a Francisco que me prestaron los apuntes, pude aprobar en junio. En consecuencia en lugar de estudiar Letras opté por Ciencias, separándome otra vez de Francisco, esta vez por la Iglesia.
Más agradable fue la presencia de Don Víctor, recién ordenado sacerdote, como maestro de Música. En los ensayos de una pequeña zarzuela, nos llevaba el compás golpeando con una caña en la concha del apuntador; la caña se fue rajando hasta que se trilló la mano; se hizo sangre, lanzó la caña y se suspendió el ensayo. Al día siguiente trajo el palo del escobillón y esta vez la que se rajó fue la concha que era de chapa de madera. Sin embargo, la obra fue un éxito.
En 1959 el curso Preuniversitario iba viento en popa, con Alfonso Trujillo y García Prieto entre el profesorado, cuando a los dos meses viene una orden denegatoria para seguir. Francisco ingresa en el colegio San Ildefonso de Santa Cruz y yo en el Instituto de Canarias, en La laguna. Por ese entonces, de la mano de Chile, ya habíamos debutado en la UD Orotava en primera regional, después de pasar por el juvenil Plus Ultra e Infantil Iberia. A la temporada siguiente 60-61 cuando ya estábamos equipados para jugar, el entrenador visitante nos acusó de no tener la edad reglamentaria y nos tuvimos que cambiar y salir de la caseta con las lágrimas en los ojos.
Pasamos al Juvenil Iberia y al poco fuimos convocados a la selección juvenil de Tenerife para enfrentarnos con la de Las Palmas, entrenada por Luis Molowny ex jugador del Real Madrid y siete veces internacional. Después de tres reñidos partidos, pasamos a enfrentarnos con Castilla por lo que fuimos a Madrid en febrero de 1961. La estancia en la capital fue un cúmulo de atenciones. Nos invitaron al partido Madrid-Granada y a una excursión al Valle de los Caídos y El Escorial.
Conocimos a Arsenio Arocha (ex jugador del Real Madrid) y ahora directivo del Hogar Canario en la C/ Fuencarral , que invitó a todo el equipo al Baile de Piñata, pero poco bailamos pues estábamos cansados del partido con prórroga, jugado esa misma tarde.
Teníamos a Isidoro de guía por Madrid, que nos llevó por la zona más castiza, enseñándonos a comer gambas en El Abuelo, pues en lo que nosotros pelábamos una, él se comía tres.
Eduardo, tío de Francisco, nos llevó en su coche por los sitios importantes y nos presentó, en un bar que regentaba en el Puente de los Franceses, a Jesús Narro ( ex jugador del Madrid) que había estado destinado del 38 al 40 en el Batallón de La Orotava y que de tantas guardias que había hecho, se sabía de memoria los arcos y las bombillas que tenía el Kiosco de la música.
En mayo estuvimos en La Palma, también con la selección y aquí tuvo Francisco su primera actuación como futuro abogado. Estábamos recluidos en las habitaciones de una pensión antigua, de madera de tea.
La radio da la noticia de que el Tenerife había subido a Primera División en Extremadura. Empiezan a estallar voladores en el patio cubierto del edifico y el dueño, asustado por el peligro que ello suponía, llama a los grises. Nos reúnen a todos en el patio y preguntan por el autor. Previamente alertados por Francisco, primero sale uno, después otro y así hasta 15. A la vista de que no había daños, la cosa terminó con arresto colectivo de no ir esa noche a la verbena y para los mayores, abrir una sidra para celebrar el ascenso.
A finales de mayo el juvenil Iberia se proclama campeón de Tenerife y al mes siguiente sub-campeón de Canarias, pues el Juvenil Las Palmas, con Germán a la cabeza, fue muy superior. Pero Don Chano quedó muy satisfecho pues logró igualar con sus chicos, los títulos que consiguiera como jugador en el Iberia de la capital en 1942-43.
En cambio Francisco, cae enfermo de los riñones, y estaría apartado de los campos de juego casi un año. En una visita al doctor Don Luis Carrasco en la que le acompañé nos recomendó que jugáramos al ajedrez. Y reposo, mucho reposo. Pero Francisco llevaba el fútbol en las venas. Tal es así que cuando en noviembre de 1962, ya estudiando en Madrid, me escribe que había jugado un partido DESCALZO con el equipo del Colegio Mayor, pues la competencia de buenos jugadores era grande.
En otra carta se asombra de una manifestación de más de 3000 estudiantes contra el gobierno italiano de Fanfani, por apoyar lo que el régimen llamaba el contubernio de Munich. Pero eso no fue nada en comparación con la revuelta contra el “Corsé del SEU”, en febrero del 65 con 5000 estudiantes en una sentada y los grises dando porra, y que le costó la cátedra, por apoyar la insurrección, a Tierno, Aranguren y García Calvo y que a nosotros nos coincidió con los Juegos Universitarios. Yo iba con el distrito de la Laguna y Francisco con el de Madrid. El partido, sin fuerza pública, se decidió con un gol de Francisco que nuestro portero, Angulo, estimó ilegal y corrió detrás del árbitro que se quedó blanco. Al finalizar el partido, Francisco me llevó a su colegio, donde pasé la tarde y cuando amainó la algarada, me acompañó a nuestra pensión de la calle Fuencarral.
Hasta que cumplió los 20 años, Francisco perteneció al Orotava, pero jugaba solamente cuando venía de vacaciones. Partido sonado fue el de la víspera del Cristo de 1963, en el que eliminamos al Realejos de la Copa, faltando solamente un minuto. Francisco y Nolito, autores de los goles, fueron sacados a hombros por los aficionados. Con la prima que nos dieron, Francisco y yo fuimos a La Laguna, recogimos a unos amigos de Las Palmas que estaban de exámenes de septiembre y nos metimos en un ventorrillo de la Plaza del Cristo donde estuvimos de juerga hasta que se acabaron los cuartos.
Pasaron dos años en los que solamente veía a Francisco en Los Rodeos haciendo las milicias. El había estado un año en el Villacañas y otro en el Real Madrid Aficionado, donde creo que firmó sin leer la letra menuda. Efectivamente, en septiembre del 66, viniendo yo de Lérida, de servir a la patria me invitó al partido Real Madrid - Hamburgo de despedida de Santamaría que era su entrenador. Le hizo un regalo porque estaba contento con él, pero no con la directiva, pues al manifestar que regresaba a La Orotava por haber terminado sus estudios, le dijeron que le quedaban 3 años más de contrato.
Por eso jugó cedido en el Orotava al año siguiente (con cesión a su vez al Puerto Cruz), en la UD Las Palmas y en el CD Tenerife, lo que supuso un hándicap en su carrera deportiva. Su estancia en la UD Las Palmas coincidió con uno de los mayores logros de la cantera canaria. Su renta vitalicia fue el trato con Luis Molowny y la amistad con sus compañeros, como se comprobó en la celebración del 40 aniversario en 2008. Su vida deportiva termina en el Orotava cuando comienza la de nuestro internacional Felipe Martín. Algo le habrá enseñado. Francisco es nombrado mejor deportista local y después se casa con Carmina. Su contrato no tiene letra menuda porque firma en blanco.
En octubre del 73 vuelve a La Orotava Don Víctor Rodríguez que iniciará una labor social en la parte alta del Valle y que tiene en Francisco un eficaz colaborador. Pero a Francisco se le acumulan los cargos honoríficos: seleccionador de juveniles, miembro del comité de competición, presidente de la UD Orotava… y como distracción mas fútbol: escuela de futbol-base y equipo de veteranos con sus reuniones sabatinas regadas con vino tinto y aderezadas con democráticas discusiones que presagiaban que el tiempo iba a cambiar y tanto…que en los carnavales de 1975 una guillotina de mentirijillas se puso en acción, con Francisco de concejal y el hermano mayor “clavado” de alcalde.
Pero llegó la política de verdad y esta vez se invirtieron los papeles, y Francisco como Alcalde tuvo que volver a Madrid para entregarle al Rey la Medalla de Oro de esta Villa. Acertada medida en su momento, porque en los tiempos actuales se hubiera tenido que cambiar de metal.
Terminada su etapa política, vuelve otra vez al futbol de cantera. Se rodea de buenos colaboradores: Fariña, Juan Luis, Alejandro, Carmelo, etc.… y amplía la red de equipos. Crea el Juvenil Los Pinos,  para que no se le disgregue la grey. Su fórmula es revolucionaria: formar antes que ganar.
Cuando más entusiasmado estaba con su labor, después de muchos años de intenso trabajo, le vino la noticia más dolorosa que él se pudiera imaginar: se asfaltaba el campo para destinarlo a otros deportes. “Han arruinado mi vida”, dijo.
Para paliar la pena, nos tiramos al monte, porque la naturaleza no defrauda nunca. Todos los sábados y aumentando paulatinamente el recorrido, íbamos de Aguamansa a Chanajiga, hasta que un día nos atrevimos a subir al Parador: tardamos ocho horas con frío, agua y sol.
En octubre fuimos a Candelarias lejos, de promesa. Aunque nos echamos una siesta debajo de los castaños de Arafo, llegamos muy cansados. Menos mal que nos esperaba Carmina que nos reanimó. Y pudimos entrar en la basílica, darle gracias a la Virgen y gozarnos la misa rendidos a sus plantas, porque no nos teníamos en pié.
Al año siguiente el grupo caminante fue en aumento con familiares y amigos. Los itinerarios se ampliaron a todo la isla de Tenerife: Anaga, Teno, Las Cañadas, Macizo de Adeje…En 1996 cruzamos el charco y fuimos a La Palma y Gran Canaria. Especial interés despertó la búsqueda del pintoresco barrio de Lomo Magullo, entre Telde y Valsequillo, lugar de donde había partido a principio del siglo XX el abuelo paterno de Francisco, Don Juan Sánchez Cruz, para venir a establecerse en el Valle.
También viajamos a Galicia, donde comimos más que caminamos. Al menos tuve la suerte de que me enseñaron el camino de Santiago.
Y al año siguiente volvíamos a Galicia… al bautizo de Santiago. Después de la ceremonia ascendí a compadre-consorte de Francisco, al ser Carmina la madrina.
En el otoño de 2003, Francisco tuvo de huésped en su casa de los Altos a Luis Molowny. Juntos recordaron viejos tiempos en la UD Las Palmas y los difíciles comienzos en Tenerife, antes de fichar en el Marino. Su visita le dio nuevos bríos a Francisco que volvió a integrarse en las cosas del fútbol: comisión 85 aniversario UD Orotava, celebración en Las Palmas del 40 aniversario de la etapa del 67-69, bodas de oro del Plus Ultra en Lanzarote, bodas de oro Iberia campeón de Tenerife.
A pesar de su enfermedad tenía una lucidez tremenda. Ya no caminábamos como antes pero paseábamos con Ramón Fariña bien en la Plaza del Llano o en la de la Alameda y manteníamos animadas tertulias. Lo más que me asombraba era que nos daba ánimos a los demás con su optimista sonrisa.
En diciembre pasado, cuando regresábamos de Santa Cruz de un acto cultural, fue aplazando de pueblo en pueblo la consabida parada para tomar algo, hasta que llegamos a su casa y sacó una botella de vino y unas tapas y hablamos largo y tendido, sosegadamente: de Santiago Palmero ( compañero mío de Preu en La Laguna ), de Darío Mesa y amigos de Lanzarote, de Manolo Meco y los amigos de Bilbao ( Sáez , Clemente, Ricardo…),del Médano de abuelo Eustaquio, que con su viento y su baño era su segunda pasión. Aquí le repliqué que quizás fuera la primera, porque en un partido de Copa en Tacoronte, Paladín, en su crónica de “Aire Libre”, daba por bueno el empate del Orotava “pese a las bajas de Evadio y Cubas, lesionados, y Francisco Sánchez, que había preferido las aguas del Médano”. En fin, que buchito a buchito, terminamos la botella. Fue la última vez que bebimos juntos.
Y en el mes de abril de este año me mandó por internet una especie de testamento deportivo con unas conclusiones muy certeras que incluimos como epílogo en la pequeña historia de la cantera del Iberia, divulgándolo tal cual eran sus deseos.
Dios quiso que su partida fuera un día tan señalado como el día de la Cruz. Cruz grande, la de su enfermedad que cargó durante cinco lustros sin una sola queja. Y Cruz chica, la del santo madero de Los Altos que tan primorosamente adornaba todo los años y a la que llamaba la de las tres monedas en el platillo: Una para las flores / Otra para el vino / Y otra para los voladores / Así de sencillo / Como era Francisco, el amigo…”.
ANTONIO EXPÓSITO MESA, amigo de la infancia de la Villa de La Orotava. Remitió entonces (2011) estas notas que tituló; “FRANCISCO SÁNCHEZ GARCÍA. GENIO Y FIGURA”: “… Se ha ido otro referente  de la Villa de La Orotava a la que le ha sumado nombre y prestigio. Francisco Sánchez, hombre comprometido por el bienestar social de su pueblo, aceptó el reto en la primera legislatura de la  democracia, aceptar el nombramiento de alcalde con el fin de mejorar las condiciones sociales de los ciudadanos de la zona alta y distintos barrios, con un gran equipo igualmente comprometido que nació con  la sigla política de AIO (Agrupación Independiente de la Orotava), no regateó esfuerzos de ningún tipo para poner en marcha lo que entonces pudo ser la revolución social de la zona alta de la Villa, en el tiempo se ha ido potenciando y mejorando los primeros proyectos con otros nuevos hasta la fecha. En el deporte Francisco también fue gran referente tanto como deportista en su momento, como presidente de la UD. Orotava, siempre amante de la cantera y del fútbol base con un magnífico trabajo en el campo de fútbol del colegio salesiano al frente de San Isidro, siempre predicó la necesidad del trabajo, sacrificio, esfuerzo, acompañado de los más variados buenos consejos; como deportista de fútbol, baloncesto…más de una vez jugaba por la mañana a baloncesto en la cancha de la plaza Franchi Alfaro y por la tarde a fútbol en Los Cuartos, una locura pero entonces estaba en un gran momento físico y técnico para todo,
Francisco Sánchez  siempre gozó del respeto y la admiración de la gente de su pueblo, hombre jovial, alegre con marcada personalidad y de excelentes valores que supo transmitir a sus hijos y familia, luchó con tesón frente a su enfermedad pero que esta al final pudo más que sus fuerzas y afán de vivir, siempre fue en distintos  momentos genio y figura.
Francisco Sánchez, gracias por tu amistad y por lo mucho y bueno que aportaste y transmitiste  a lo largo de tu vida en todo los aspectos…”
JUAN CRUZ RUIZ, amigo de la infancia del Puerto de la Cruz y compañero de pupitre en el Colegio de San Isidro de La Villa de La Orotava. Remitió entonces (2011) estas notas que tituló; “FRANCISCO SÁNCHEZ. EL FUTBOLISTA, EL ALCALDE, EL AMIGO”: “… Esta es la despedida a un hombre generoso. Francisco Sánchez. De una familia grande, engrandecida con el tiempo y gracias a hombres como él. Su propia familia, la familia de La Orotava, la familia de Canarias le deben mucho a Paco, que fue alcalde, futbolista, abogado, y un amigo muy especial; honesto, delicado sin protocolos, generoso cuando las cosas venían mal dadas, y ausente, delicadamente ausente, cuando él creía que debía ayudar a lo lejos, a los cercanos y a aquellos que tampoco tenían tanta relación él.
Desde cerca y desde lejos, él engrandeció la vida de todos, y en los últimos tiempos, ante el mar de El Médano, acosado ya por la enfermedad que se lo ha llevado, construyó una oración que ahora debe musitar también el viento noble de ese lugar que tanto amó y que tantos amamos.
Su hermana Ito me envió ayer tarde un mensaje desolador, se ha ido un gran hombre, decía, y tiene toda la razón; no sólo fue un gran hermano de esa entrañable hermandad de los Sánchez, sino que fue un hermano de sus vecinos cuando fue alcalde, un hermano de sus compañeros del fútbol, de los chicos y de los grandes, del Orotava al Real Madrid pasando por la Unión Deportiva Las Palmas y el Tenerife; y fue amigo de sus clientes, y también de aquellos que eran clientes de sus adversarios.
Le vi ser generoso, fui testigo, y juro que él no me perdonaría que divulgara su emocionante auxilio a aquellos que estuvieron cerca de él aunque estuvieran en el escaño de enfrente.
No hay en la vida un exceso de memorias así, con esa discreción, ese enorme bagaje de silencio que se resuelve en una palabra o en una sonrisa que dicen lo justo y también lo necesario.
El Valle, que tiene tantas carencias, y que nunca ha sido mejor que su belleza, porque la historia le ha puesto muchos palos en las ruedas a su desarrollo intelectual, educativo, laboral, etcétera, necesita hombres como Paco.
Él le dio la vida, en una instancia muy precisa de la existencia de este país, la transición, a la política tinerfeña y a la política de La Orotava. Con una generosidad que ahora es leyenda, no pidió nada a cambio, y luego volvió a ser abogado, donde estuvo siempre. Como con el fútbol, con su pueblo y con la abogacía mantuvo lazos de enorme lealtad; ser abogado es ser un luchador por un lenguaje de conciliación, y tanto en el fútbol como en la política él usó ese lenguaje, que ahora lo convierten en un referente moral para los jóvenes de su pueblo y de los pueblos que constituyen nuestra comunidad.
La noticia de su muerte era temida desde hace tiempo, pero este mensaje ha sido para muchos la certificación de una soledad que no sólo padece su querida familia sino que es un hueco que se le abre al valle y a la isla…”.
El amigo del Puerto de la Cruz; SALVADOR GARCÍA LLANOS, remitió entonces (2011) estas notas que tituló; “CIUDADANO DE LA VILLA, CIUDADANO DEL VALLE”: “…Sabemos de su salud quebrantada pero también de su fortaleza de espíritu. De ahí que nos hayan llamado la atención sus recientes declaraciones a Diario de Avisos, tan poco amigo él de prodigarse en los medios de comunicación. De Francisco Sánchez García hablamos. Han sido como un ejercicio de sinceramiento personal y político que estaba pendiente: hay un mensaje directo para el nacionalismo desideologizado que parece ambicionar el poder cueste lo que cueste. Y hay una evocación de cómo y por qué empezó todo, de aquellos orígenes de una formación política que contaba con bendiciones eclesiásticas (don Víctor Rodríguez, siempre don Víctor con sus consejos y su afán reivindicativo para superar el atraso y la marginación) para asomarse a la democracia y romper, en una localidad caracterizada por el conservadurismo, los esquemas convencionales de participación política. Ahí nació la Agrupación Independiente de La Orotava (AIO) que sería el germen -junto con la semilla de otros alcaldes que se significaron al margen de los partidos políticos y sembraron su tirón personal- de la Agrupación Tinerfeña de Independientes (ATI), siglas que cuajan años después en Coalición Canaria (CC), cuando las circunstancias propiciaron una conquista del poder político, más o menos hegemónica. A Santa Cruz no le gusta pero tiene que mirar obligatoriamente a La Orotava, El Rosario, Granadilla o Guía de Isora para comprobar ahí residía el naciente.
Pero bueno: lo importante es Francisco Sánchez García, un caballero, un destacado futbolista que alcanzó la profesionalidad, un excelente profesional del derecho y político ejerciente en el primer mandato municipalista (1979-83), cuando fue alcalde de la Muy Noble y Muy Leal Villa de La Orotava.
La primera imagen que conservamos de él es en ‘El Peñón’, reforzando a Puerto Cruz en un encuentro de la entonces célebre Liga Interregional que disputaban los tres primeros clasificados de los respectivos campeonatos provinciales. Francisco se elevó en un salto sobresaliente para rematar un balón que Norberto Baudet, entonces arquero del Real Unión de Tenerife, desvió de forma inverosímil chocando un poste. Se pidió gol; pero el árbitro no lo concedió. Cuando terminó el choque Francisco y Norberto se saludaron e intercambiaron explicaciones del lance.
El futbolista
En Sánchez se fijó el Real Madrid cuando cursaba sus estudios de leyes en la capital. Eran algo más que buenas maneras: desmarque, regate, juego con los dos pies, ganar espaldas… Había un futbolista que vendría cedido a la Unión Deportiva Las Palmas, quizá a la espera de curtirse para dar un salto que no se produjo. Había que ganarse la vida al margen del balón.
Balón que seguía rodando y con el que rendiría admirablemente en su equipo de toda la vida, la Unión Deportiva Orotava. Su alineación atemorizaba al adversario. La conquista de un título campeonil frente al Tacoronte, en ‘Los Cuartos’, es un logro inolvidable. Serio, cabal, cortés, correcto: un deportista que era un ejemplo para infantiles y juveniles a los que también dedicaría, años después, ya retirado, mucho de su bagaje.
En ‘El Peñón’, otra escena, ya en los setenta, cuando nos reprochó, cordial y cariñosamente, la visión de un partido del Trofeo Teide, plasmada en el desaparecido La Tarde. Nos dijo que habíamos sido muy exigentes con un equipo de regionales que competía con otro de superior categoría. Seguro que tenía razón.
En las temporadas posteriores, Francisco Sánchez García empezó a ejercer funciones de dirigente. Fueron unos años duros, un período en el que la información deportiva adquirió un nivel crítico y de denuncia que habría de ser decisivo para cambiar muchas cosas.
Nunca le agradeceremos lo suficiente su asesoramiento y su ánimo en aquellas reuniones de directivos de Tacoronte, disconformes con las estructuras viciadas de la Federación Tinerfeña de Fútbol. Ya andábamos en Radio Popular de Tenerife, en una etapa profesional extraordinaria desde todos los puntos de vista. Sánchez estuvo siempre ahí, prudente, atento y diligente, no importa que eludiera micrófonos y fotos de papel prensa. El protagonismo nunca fue lo suyo.
Otro ciclo interesante, futbolísticamente hablando, fue el que le vinculó a la selección juvenil tinerfeña, junto a Manuel Delgado Meco, un estudioso preparador físico que fuera durante muchos de la selección española de fútbol y del Athletic Club de Bilbao. Trabaron buena amistad que fue ampliándose, con Iñaki Sáez y con otros destacados formadores en la cantera de Lezama cuyo modelo es el que se quería aplicar en la isla.
El político.
A finales de los setenta, la democracia llamaba. Se necesitaba a personas jóvenes que encarnaran los cambios políticos que la ciudadanía demandaba, embarcada ya en la andadura democrática. Francisco no defraudó a quienes le pidieron que encabezara un proyecto local para sacar a la Villa del marasmo. Aceptó y se ganó la confianza del pueblo. En aquella época política había mucho de experimental y él timoneó desde la alcaldía, pactando y gestionando, haciendo gala de talante democrático sin rehuir las importantes carencias de servicios que entonces tenía la localidad.
Francisco acreditó entonces que era ciudadano de la Villa, pero también ciudadano del valle. Continuaba animando a Del Pino, por ejemplo, al que confesaba su admiración por el dominio de balón que atesoraba el genio de El Peñón. Y cuando se produjo la crisis de la recogida de basuras por el cierre del lazareto santacrucero, fue de los primeros en llamar al malogrado Paco Afonso para decirle (estuvimos presentes en esa conversación) que no se preocupara (el Puerto, por sus características. generaba entonces un notorio volumen de residuos que había que volcar diariamente) pues disponía de unos solares que servían para la emergencia durante tres o cuatro días.
Ese amor por el acercamiento de las poblaciones del valle lo acreditó en aquellos años cuando fue capaz de lograr que los alcaldes del Puerto de la Cruz y Los Realejos le acompañaran en la cabeza de la romería, con razón “la fiesta más bonita que hay en Canarias”.
Seguro que podía haber proseguido carrera política pero prefirió el despacho y los juzgados. Siguió viendo fútbol, de todas las categorías. Siguió pendiente de sus amigos, de Ramón Fariña, de Manolo Pérez, de los vascos, de sus primos, del fiel Santiago Palmero, por ejemplo, que le acompañó en no pocos avatares. Y de Roberto Hernández Illada: el fue quien impulsó unos honores ciudadanos concedidos durante nuestra etapa en la alcaldía portuense.
La reflexión.
Siempre preocupado y sensible, atento observador a cuanto sucede en su Villa natal y en la isla, Sánchez ha reflexionado en voz alta para señalar hechos que no deberían pasar inadvertidos ni como meras recomendaciones teóricas en tiempos que la política genera desapegos y antipatías.
“Las gentes de las islas necesitamos conocernos mejor y querernos más”, ha dicho entre otras cosas quien, preguntado por la falta de democracia interna y el desprecio por la soberanía popular que perjudican a la mayoría de las agrupaciones políticas, responde en Diario de Avisos:
“El origen del problema está en la falta de preparación política, que es general en toda España”.
Esa, en pocas palabras, es la clave. ¡Animo, Francisco!...”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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