El día 30 de Abril del año 1958, contraían matrimonio
en el templo parroquial y Matriz de Nuestra Señora de la Concepción de la Villa
de La Orotava, declarado Patrimonio Nacional en el año 1947. Mi hermana mayor
María Dolores Álvarez Abréu (Lola) con su difunto esposo del Puerto de la Cruz Delfín
Padrón Jordán. Fueron sus padrinos; Felipe Padrón Álvarez padre de Delfín
Padrón Jordán (operario – chofer de la desaparecida empresa de “Transporte
Tenerife”) y la entonces joven señorita Anita Barbuzano González prima segunda
de nuestra familia.
La ceremonia religiosa fue oficiada precisamente por
el entonces cura párroco del mencionado y monumental templo orotavenses
entonces Arcipreste del Valle de La Orotava Don Juan Reyes y Reyes,
posteriormente estuvo muchos años en la parroquia de San Francisco de Santa
Cruz de Tenerife (fallecido).
Entonces un servidor tenía 7 años. El banquete se
celebró en el desaparecido y recordado Restaurante de la Cuesta de La Villa
“Florencio”. En la fotografía tomada por Luis Portero, en el salón social del
mencionado restaurante, vemos de izquierda a derecha; El Padrino Felipe Padrón
Álvarez, Rosa Jordán (madre del novio), Delfín Padrón Jordán, mi hermana María
Dolores Álvarez Abréu (Lola), mi recordados padre; María del Carmen Abréu
González y Juan Álvarez Díaz (con brazalete negro, en señal de luto por el
fallecimiento de su madre, mi abuela Engracia Díaz Marque). Detrás del padrino,
vemos a mi tía Esperanza Rodríguez Fernández, natural de Madrid, fallecida, que
fue esposa de mi tío Enrique Abréu González (fallecido), entonces vivían en Los
Álamos Playa de San Juan en el municipio de Guía Isora donde mi tío regentaba un empaquetado de tomates de los
señores “Negrín”.
En las mesa, vemos los antiguos sifones de la fábrica
orotavense “El Drago” y vasos de vinos, del buen vino, de la casa, que
supuestamente procedía de la parte de la Villa denominada “Los Gómez”.
El día 30 de Abril del año 2008, mi querida hermana Lola
cumplió 50 años de aquel recordado acontecimiento (Bodas de Oro), no sé si lo
celebró con su propia familia, pero en su trabajo en solitario en la Estación
de gasolineras y suministros de la carretera El Botánico del Puerto de la Cruz,
desde luego, que lo pasó, como lo venía haciendo desde su viudez desde el mes
de diciembre del año 1979, hasta hace
poco que se retiró definitivamente y entregó la explotación a la compañía.
Fueron años de trabajos de constancias de una mujer que aún no conozco la forma
profesional y de inmensa responsabilidad como ella lo perpetraba y que
consiguió siendo una niña de 12 años, cuando se sentó con mi difunto padre al
ayudarle en sus negocios, tras la parálisis cerebral que le sobrevino con 40
años de edad.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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