Aniversario de
su fallecimiento. Hace muchísimos años que la conozco, era la tercera de siete
hermanos, amigos y convecinos de la Villa de La Orotava: Manolo, Yayita, Ana
Mari, José Luís, Toño, Michel y Sixto Sánchez Perera. Recuerdo a sus padres;
Manolo Sánchez Rodríguez y Luisa Perera Lima.
Ana Mari fue
en la vida una muchacha, cordial, alegre y servicial. Jugó al baloncesto en la
Terraza del desaparecido Cine Atlante con el CB. Femenino Águila del Valle,
estudió en el colegio de la Milagrosa de las hermanas de la Caridad. Formó
parte de una numerosa y querida familia de la villa de La Orotava conocida en
el mundo futbolístico por los “Sánchez”, trabajó en la casa sindical de
la Villa de La Orotava, primero como secretaria – administrativa de la emisora
desaparecida “La Voz del Valle” y después en las oficinas del sindicato (amarillo),
finalizando su vida laboral en las oficinas de la capital tinerfeña, ya en la
transición democrática, transformadas en las administraciones actuales.
Su amor de la
vida fue nuestro querido y fallecido profesor don Alfonso Trujillo Rodríguez,
ilustre investigador, que estando una tarde en el cine de Santa Úrsula,
participando en un festival cinematográfico, acompañado de Ana Mari, en el año
1979, se sintió mal, y no dijo adiós definitivamente, aún siendo joven.
Ana Mari,
recuerdo que lo pasó muy mal, durante mucho tiempo se apartó de la sociedad
villera, de la Orotava, se fue a vivir a la capital, Santa Cruz de Tenerife,
simplemente venía a la villa en visitas a sus familiares. Pero ahora, se ha ido
en silencio a su reencuentro en ese paraíso que muchos desconocemos, que don
Alfonso (su amor platónico) siempre nos indicaba que era un lugar de paz, de
esperanza, lo decía siempre en latín y en griego, lenguas clásicas, de los que
muchas generaciones de villeros se especializaron en las letras ancestrales, como
preámbulo a los estudios universitarios.
Ana Mari, yo
te apreciaba, al igual que a tus hermanos, para mi eran otros hermanos,
sabía que los últimos años de tu vida lo estaba pasando muy mal, creo que
mereció la pena esto del adiós definitivo, el sufrimiento en la subsistencia es
en muchas ocasiones inhumano y cruel. Ahora está con los tuyos en la
tranquilidad, en el paraíso infinito, por ahí están, el amor de tu vida don
Alfonso Trujillo Rodríguez (nuestro querido profesor), tu primo Francisco Sánchez
García, tus padres Manuel y Luisa, que seas feliz, un fuerte abrazo.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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